Manchester City clasificó a la gran final

Crédito: EFE / EL NUEVO DÍA
Trece años tuvo que aguantar el jeque para ver su proyecto triunfar. Después de una larga espera, el Manchester City, con Pep Guardiola al mando, disputará su primera final de la Champions League el próximo 29 de mayo después de confirmar ante el París Saint Germain (2-0) que su momento, por fin, ha llegado.
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Desde que en 2008 el conjunto inglés fuera absorbido por un grupo de Arabia Saudí, la obsesión era la ‘Orejona’. Conquistadas la Premier League y las copas inglesas, el reto era crear la gloria europea para un equipo que solo contaba con una Recopa en sus vitrinas.

Y el paso definitivo a esa gloria se confirmó ayer, en un campo nevado, cubierto por la escarcha de la granizada que cayó en Manchester y que vestía el césped del Etihad Stadium. En un escenario de otra época (y de otra estación), el orden mundial del fútbol también cambió, con dos equipos construidos a base de talonario.

El PSG da un paso atrás, después de alcanzar el subcampeonato el año pasado, el City logra lo que llevaba tantos años buscando. Será la tercera final de Guardiola, la primera en 10 años. La vuelta del City a una final continental en 51 años, la primera en la Copa de Europa. El jeque ya sonríe.

 

Real Madrid o Chelsea

El Real Madrid de los imposibles, un equipo mermado en el presente curso, sin fichajes y víctima de plagas de lesiones, encara una nueva gesta que añadir a su historial, visitando por primera vez Stamford Bridge para medirse hoy (2 p.m.) a un Chelsea que, pese a ser superior en la ida no fue capaz de vencer, en un precioso pulso por una plaza en la gran final de Estambul.

El 1-1 del duelo en Madrid permite al Chelsea plantear un partido parecido al que hizo cuando acudió a este mismo escenario con una renta de 0-1 contra el Atlético de Madrid o cuando jugó la vuelta de cuartos con el 0-2 de la ida contra el Oporto. No es un equipo que busque encerrarse. No es la filosofía de Thomas Tuchel. El alemán intentará llevar la batuta del partido. Tenerlo bajo control, amasar ocasiones y desesperar a los Blancos desde la posesión.

Credito
EFE

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