Un enorme vacío. Eso dejó con su fallecimiento la tolimense Laura Laguna Tejada, distinguida en la región por su exitosa participación en equipos profesionales de Fútbol de Salón y Futsal, además de ser maestra de música con tan solo 24 años.

Esa era una de sus grandes pasiones, además del deporte. Y es que, a pesar de la compleja situación en su hogar, donde han pasado dificultades económicas desde que a su abuela le diagnosticaron alzhéimer, ella siempre sacó tiempo para velar por su familia, entrenar y enseñar a tocar el saxofón, clarinete y piano.

Sin embargo, a finales de 2020 se vio obligada a interrumpir todas estas actividades, debido a un agresivo y atípico cáncer en personas de su edad, el cual finalmente acabó con su vida, dejando así un enorme ‘hueco’ en el corazón de sus seres queridos y quienes tuvieron la oportunidad de conocerla.

Precisamente, una de estas personas es el venezolano Óscar Villamizar, quien fue su entrenador tanto en ‘micro’ como fútbol sala. Con enorme nostalgia, el DT recuerda a una de sus pupilas más alegres.

“Fue una muchacha muy disciplinada. Nunca tuve una queja de ella. Siempre brilló por ser una excelente compañera, y si hay algo que la destacó inmensamente fue su constante alegría. Uno siempre la veía sonriendo, era impresionante”, comentó el estratega de la Selección Tolima Femenina de Futsal.

Y agregó: “Ella era un ejemplo, pues prácticamente debió asumir la responsabilidad de su hogar porque a la mamá le tocó renunciar al trabajo por la enfermedad de la abuela. Eso no le permitió entrenar constantemente, pero como fuera trataba de sacar tiempo para unirse al grupo”.

El ‘Profe’ contó que “ella tiene una anécdota, y es que sus inicios no fueron como portera. Comenzó como jugadora en el 2014, pero el entrenador Rodrigo Beltrán necesitaba con urgencia alguien para ubicar en el arco, puso a Laura, y ahí se quedó, siendo muy buena en esa posición”.

A su vez, Ehymi Tatiana Hernández Torres, colega de competencias, comentó que “Laura deja un mensaje de lucha y admiración, ya que a su corta edad hizo muchas cosas al ser profesora, deportista, estudiante e hija. Era una chica muy noble a la hora de interactuar con los demás y una gran profesional debajo de los tres palos”.

Por su parte, Katherin Benavides, quien fue su compañera de equipo y trabajo en el Liceo Musical Santa Cecilia, dijo que “Laurita siempre estaba feliz, con una sonrisa en su rostro. No se podía quedar quieta. Si no estaba con un balón, tenía el saxofón en las manos. Como amiga y ser humano me deja los mejores recuerdos. Creo que en cada persona que conoció dejó una huella imborrable”.

Finalmente, apuntó que “la reflexión más grande que deja la partida de Laura es que uno debe aprovechar al máximo cada minuto con su familia y amigos, pues la vida te puede cambiar de un momento a otro”.

Sin apoyo gubernamental

Quienes conocieron a Laura Laguna, además de coincidir en que fue una excelente persona, destacada por su alegría, compartieron la postura sobre la falta de apoyo gubernamental en la difícil situación que tuvo que afrontar la deportista y música por culpa del cáncer.

La exjugadora Natalia Álvarez Villalobos sostuvo en sus redes sociales que “ahora todas las instituciones lamentan su fallecimiento, pero cuando solicitaron ayudas económicas para su tratamiento y para que su madre pudiera tener para continuar con su cuidado, la ignoraron”.

Y agregó: “Sepan que en las canchas informales fue el único lugar en donde sus conocidas de futsal buscaron la manera de recaudar algo de dinero”.

Así lo corroboró Katherin Benavides, quien manifestó que “en el Colegio le sostuvieron su sueldo, y el profe Óscar Villamizar charlaba mucho con el equipo para estar pendientes de Laura, y cuando podíamos hacíamos recolectas. Incluso se organizó un torneo relámpago. 

Que yo sepa, ni el Imdri y tampoco Indeportes se interesaron por su situación o si requería algo. Si no lo hacen con quienes están enfermas, cómo será con las que estamos aparentemente bien”.