Variadito

Definidas las series para las semifinales de la Liga local, surgieron los glosas de siempre; se expuso la fortuna de que Deportes Tolima no cayera en el denominado ‘grupo de la muerte’, agregando que los ‘Pijaos están en un cuadrangular asequible.

Se repitió con orgullo que otra vez, como hace seis meses, se enfrentarán tres técnicos tolimenses y al pensar en lo que vendrá, se recordó que en la fase inicial del torneo ya se le ganó en Ibagué a Pasto y Nacional, pero se cayó en Itagüí con los de Bernal; no obstante, entender que en finales todo es a otro precio. Lo lamentable es conocer de antemano que la única gran taquilla se dará precisamente el fin de semana del San Juan, cuando venga el verde de la capital antioqueña, ya que los otros rivales poco atraen y como en el seno del Vinotinto y oro, no se emplean estrategias para el mercadeo, volverán las quejas para una afición a la que le falta sentido de compromiso. 

También las secuelas del acomodo en los dos cuartetos, fueron suficiente para que algún estadístico dedujera que equipos llegarían hasta la final, sin que, como antes al Tolima se le asignara favoritismo, no obstante al explorar se descubra que Castro no ha perdido en cuatro partidos con Flabio, mostrando tres victorias y un empate; que además en los tres últimos cotejos ante los verdolagas, surgen dos triunfos y una derrota y en cambio, el corto historial contra las denominadas ‘Águilas Doradas’, causa preocupación, por poseer una sola satisfacción, en cinco encuentros, con dos caídas y dos paridades, aunque lo positivo es que tal éxito ocurrió en tierra ‘paisa’ y de repetirse, motivaría al colectivo en el arranque de la serie.

La atención, sin embargo, está por ahora y hasta el martes, en la eliminatoria mundialista, incluso para los menos aficionados el partido de esta tarde en Buenos Aires seduce, sin desconocer que el pasado es inquietante, debido a que en los 13 cotejos, con génesis en ruta a México 86 y culminación aquella tarde que marcó el adiós de Leonel Álvarez; apenas existe un trío de festejos, un par de empates y ocho decepciones; pero es más flojo el balance en predio argentino, al solo tener a favor el glamoroso 5-0 y una igualdad a uno en la Bombonera, mientras las tristezas llegan a cuatro.

De otra parte, las cifras revelan que es un juego en el que los goles nunca se ausentan, teniendo en consideración que los del Sur, solo concluyeron en cero, en la humillación aludida; en contraste a la selección nacional, le fue imposible vencer el arco rival en cinco ocasiones, uno en Barranquilla, cuando se le coló a Mondragón un remate que aparentaba poco riesgo y las otras cuatro en el ‘Monumental’, con un 0-3 y las demás por la mínima diferencia.

La confrontación se vio marcada en el preámbulo por la incógnita respecto a si Lionel Messi actúa o no, debido no solo a que el mejor jugador mundial nos ha marcado dos veces por eliminatorias, sino a que en siete oposiciones, tres como juvenil y cuatro con los mayores, la ‘pulga’ solo se retiró derrotado una vez en Bogotá, lo restante lo equilibró entre triunfos y empates. 

En medio de ese dilema, se olvido que quien vivirá un suceso novedoso, será el técnico Pékerman, que nunca se situó del banco opuesto a la albiceleste y que tuvo bajo su mando a 21 de los 26 hombres de que dispone Sabella, dejando en evidencia que conoce el entorno y al contrario; hoy buscará refrendar la imagen del mejor técnico continental, al presentar examen ante los suyos.

Sea cual sea el marcador de esta tarde, el martes, el conjunto patrio deberá ganar a Perú para nutrir la ilusión, alentado por lo sucedido en las 17 citas previas, donde ganó nueve, igualó cinco y solo perdió tres, con un marcador global favorable de 21-8 y 13-3 como anfitrión, sin que se omita, que un par de derrotas fueron en casa: en 1997, en cancha del Metropolitano, con un gol de José Pereda y en 2001 en Bogotá, cuando el que señaló la diferencia fue Nolberto Solano; pero a cambio, los colombianos nos gozamos por partida doble las goleadas en la capital del Atlántico y de forma similar, los logros con lo mínimo, en los dos últimos juegos: en 2009, por cuenta de Falcao, en Medellín y un año atrás en Lima, cuando James, exaltó el debut oficial de Don José con la tricolor.

Credito
ROBERTO SANTOFIMIO

Comentarios