El elenco Pijao parecía de local, pues incluso las gradas se tiñeron Vinotinto y Oro y ese apoyo quizás fue fundamental para que a los 19 minutos, un remate de John Méndez pusiera a vibrar a los asistentes. Finalizando el tiempo inicial, Diego Amaya empató el encuentro y así se fueron a los camerinos.

Pero Tolima quería los tres puntos para olvidar el desastre de la eliminación en Copa Colombia a mitad de semana y por ello no se desesperó y a siete minutos del complementario un soberbio tiro libre, infló la red defendida por Da Silva.

Ya con el partido controlado, la visita se adueñó del balón, mientras los Opitas trataban sin éxito hacer respetar la casa que alquilaron.

Y cuando los espectadores pensaban que el partido iba a culminar con dos goles, una genialidad de Albornóz que le partió la cintura a varios defensores, puso el pase atrás para que llegara solo Wilmar Barrios y decretara el tercer grito de gol.