Una total vergüenza resultó la participación del Deportes Tolima en la Liga Águila 2017-I, a pesar que al inicio de la temporada el equipo prometía ser uno de los protagonistas del campeonato, el cual ni siquiera ha terminado.

Con el empate a un gol en Ibagué frente a Rionegro Águilas, que incluso está por debajo en la tabla de posiciones, el Vinotinto y Oro le dijo adiós a la posibilidad de avanzar a los cuartos de final, ratificando que lo acontecido era la crónica de una eliminación anunciada.

1 La salida de Gregorio Pérez 

Mejor no lo pudo explicar el portero Joel Silva, cuando le preguntaron los motivos de la eliminación anticipada de la Liga Águila 2017-I: “Lo que mal empieza, mal termina”.El paraguayo tiene toda la razón, ya que el Vinotinto y Oro no inició de la manera correcta la temporada, al ser destituido el técnico uruguayo Gregorio Pérez cuando apenas se habían disputado dos compromisos del torneo.

El ‘Charrúa’ no aceptó que Gabriel Camargo Salamanca, presidente del Club, interfiriera en las formaciones titulares del equipo, y por tal motivo terminó saliendo por la puerta de atrás. Los futbolistas fueron los más afectados, pues con un nuevo entrenador, todo lo que se había planeado durante la pretemporada, no sirvió para nada. Fue tiempo perdido.

2 Bajonazo anímico

Los jugadores nunca pudieron asimilar la inesperada echada de Gregorio Pérez, a quien veían con mucho respeto por su experiencia internacional, y sentían que les aportaba algo totalmente distinto a lo que se habían acostumbrado con Alberto Gamero.

Sus entrenamientos y prácticas de fútbol eran muy diferentes a las que dirigía el ‘Samario’, y eso atrapó la atención de los futbolistas, especialmente para captar con mayor facilidad el propósito de juego del estratega internacional.Por tal motivo, cuando llegó Óscar Héctor Quintabani, hubo un choque de conceptos que hasta el día de hoy, no ha permitido que los ‘Pijaos’ adopten una postura clara en el campo, la cual los identifique.

3 El ‘chicharrón’ de Quintabani

Cuando Óscar Héctor Quintabani aceptó el reto de reemplazar a un entrenador que había sido destituido apenas en el segundo partido de la Liga, por situaciones ajenas a lo deportivo, sabía que se metía en camisa de 11 varas. Pero nunca pensó que sería tan complicado amoldarse a un grupo que se había ilusionado con ser protagonista de la temporada gracias a las nuevas ideas que aportaba Gregorio Pérez, respecto al aburridor fútbol implementado en el ocaso de la ‘Era Gamero’.

A pesar que fue un duro golpe anímico la partida del DT uruguayo, la afición recuperó un poco la fe con el arribo del argentino nacionalizado colombiano, por su exitoso paso por ‘La Tribu’ como portero. Sin embargo, Quintabani nunca pudo darle una identidad al Deportes Tolima. Eso sí, hay que reconocer que se vio constantemente afectado por las lesiones, y algunos jugadores tampoco respaldaron su trabajo, el cual fue cuestionado en varias ocasiones por malas decisiones, como por ejemplo ‘cerrar’ el partido en Floridablanca ante Bucaramanga en el minuto 60, y solamente realizar un cambio en el cotejo del jueves anterior frente a Rionegro Águilas.

4 La ‘plaga’ de lesiones

La problemática más fuerte que ha sufrido el Deportes Tolima esta temporada han sido las lesiones, toda vez que de los 29 jugadores inscritos ante la Dimayor, 13 de ellos se han visto afectados por algún tipo de golpe, trauma o molestia, siendo la más común el desgarro.Los hombres que en algún momento integraron, o incluso aún están internados en el departamento médico son Santiago Montoya, Jairo Molina, César Quintero, Julián Quiñones, Juan Guillermo Arboleda, Ómar Albornoz, Sergio Mosquera, Didier Delgado, Eddie Hernández, Danovis Banguero, Armando Vargas, Víctor Giraldo y Ángelo Rodríguez.

El caso más complicado fue el de Vargas, pues sufrió una rotura de ligamento cruzado anterior y de meniscos, que lo sacó por seis meses de las canchas.Este aspecto ha sido un dolor de cabeza para Óscar Héctor Quintabani, quien muchas veces tuvo que improvisar en varias posiciones con jugadores no aptos para el puesto que él requería cubrir. Aunque algunos dieron la sorpresa, como Albornoz de volante, pero cuando mejor lo hacía, se lesionó.

5 Decisiones administrativas

Aparece en el quinto lugar, pero no por eso podría considerarse menos que las otras falencias. Incluso, es la cabeza de las problemáticas, toda vez que un equipo serio se construye desde su presidencia y gerencia deportiva, como lo hacen de manera exitosa clubes como Atlético Nacional o Independiente Medellín, de los que hay mucho por aprender.

Por ejemplo, el principal error del semestre fue ‘vender’ a Gregorio Pérez como una nueva cara para el equipo, para luego terminar sacándolo por la puerta de atrás. Esta falla originada en las oficinas, terminó afectando en la cancha.

Algo similar ocurrió con Eddie Hernández, una de las figuras de la Selección Honduras, quien fue artillero en la pasada Copa Centroamericana donde se coronó campeón, pero aún así no lo incluían en la formación titular del equipo. Y cuando decidieron hacerlo, se lesionó.Por último, faltó mercadeo. Pero no el que se hizo en la presentación del equipo para saludar a los patrocinadores. Ellos son importantes, pero lo es mucho más la afición, que nunca encontró esta temporada promociones que los motivara a llenar el ‘Coloso de la 37’, a pesar de las dificultades. Mejor dicho, hubo mucho ‘Cacique’, y poco ‘Indio’.