El kínder del bádminton

Apenas son unos niños, pero en la cancha se ganaron el respeto de sus rivales tras sus constantes demostraciones de temperamento y condiciones.

Los jugadores de bádminton llegaron a Melgar para enfrentar el campeonato de los Juegos Nacionales, en un deporte muy popular entre la población infantil del país, pero novedoso y llamativo, ya son un ejemplo a seguir.

Todo es nuevo para la organización y para los aficionados en esta vigésima edición de los Juegos.

Cuando se habla de bádminton hay que familiarizarse con sus herramientas: raquetas muy livianas, un volante llamado popularmente pluma, mosca o gallito, en un escenario similar al del tenis y con idéntico sistema, por sets y a 20 puntos.

El común de la gente tiene muy buena referencia del bádminton porque su equipamiento ha sido tradicionalmente uno de los regalos preferidos para los niños en Navidad.

Hoy, en su mayoría de edad, a pesar de la juventud – se organizó en Colombia hace escasos seis o siete años – ya hace parte del programa de Juegos Nacionales.

Hasta se le construyó un escenario exclusivo para la realización del campeonato, el funcional coliseo del barrio La Florida, en Melgar, a donde llegaron más de 40 jugadores para mostrarle a Colombia que el bádminton se ha ganado un espacio importante.

“Si, todo es nuevo. El debut en los Juegos, el escenario, incluso muchos de estos jugadores que por primera vez vienen por una medalla”, dijo Steven Pulgarín, el veterano del bádminton en Colombia, un quindiano que con escasos 22 años se ha convertido en alma y nervio de este deporte.

“Hemos escalado mucho en poco tiempo. Somos alrededor de 800 en el país y en Bogotá, alrededor de 100 practican este deporte de manera permanente y competitiva”, aseguró Pulgarín.

Credito
ACORD - COLDEPORTES

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