Todos quieren uno y sin embargo, todos tienen un dueño. No están ahí para repartirse como pan caliente, al contrario, hacen fila y esperan pacientemente por su amo, aquel privilegiado deportista que llega hasta el podio y reclama una de las medallas.

A estas alturas de los Juegos Nacionales todos los niños de Ibagué están tras los pasos de Diana Gómez, la ‘mamá’ de Tore. Y los adultos también la persiguen, pues la funcionaria de Coldeportes es la encargada del cuidado y entrega de la mascota oficial de las justas en el Tolima.

Cuando grandes y chicos empezaron a ver a Tore en poder de los atletas ganadores de medallas, despertó el interés por este simpático lorito, un orejiamarillo, mascota que noche tras noche duerme en uno de los cuartos del Centro de Convenciones en la Gobernación del Tolima, a la espera de la luz del día siguiente para viajar a los escenarios y sonreírle al dueño a la hora de la premiación en el podio.

Tore surgió en la imaginación de un tolimense, creado para simbolizar los Juegos Nacionales 2015. Y nació efectivamente en una fábrica de Bogotá, de donde salieron unos tres mil ejemplares para empezar a recorrer el país en busca de los medallistas.