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RONAL RENGIFO / EL NUEVO DÍA
Los intérpretes son pieza clave en el exitoso desarrollo de las competencias para personas en situación de discapacidad auditiva en los Juegos Paranacionales.

Si el juzgamiento en el deporte convencional en la mayoría de ocasiones es complicado y estresante, debido a la presión que se maneja al tratar de hacer respetar las reglas entre atletas que no quieren perder por nada del mundo, imagínese qué sentirá un árbitro cuando en una cancha los protagonistas de la competencia no lo escuchan y tampoco le pueden hablar.

Pues a eso se han tenido que enfrentar los jueces designados para las disciplinas en las que personas en situación de discapacidad auditiva buscan la consagración en los IV Juegos Paranacionales, que se disputan en Ibagué, Melgar y Cali.

No obstante, ellos cuentan con el apoyo de unos ‘Comunicadores’ que les permiten llevar a cabo su labor sin tantas dificultades, consiguiendo así un exitoso desarrollo de las pruebas.

Se trata de los intérpretes, personas que gracias a su conocimiento sobre el lenguaje de señas, logran que la limitación quede en un segundo plano. Son la voz de los que no pueden hablar, y los oídos de quienes no escuchan.

Labor compleja

Dayilmar Arley Álvarez Monsalve, coordinador de estos ‘traductores’ en las justas, le indicó a EL NUEVO DÍA que “la experiencia ha sido muy positiva hasta el momento. Tal vez hemos vivido dificultades por los cambios de algunos eventos, pero en lo que tiene que ver con nuestra labor, todo marcha bien.

Nuestra función es bastante compleja, ya que prestamos el servicio a los entrenadores, jueces, periodistas y todas las personas que necesiten comunicarse con algún deportista, aunque lo hacemos con el mayor de los gustos”, dijo.

El bogotano, estudiante de periodismo, contó que “yo incursioné en este campo debido a que mi hermano (Samuel Ferney) es sordo, y luego perdió la visión. La convivencia con él me permitió entender su forma de expresarse y llegar a este punto de mi vida, en el que integro la Federación Colombiana Deportiva de Sordos”.

Proceso

Respecto a la respuesta que han tenido los jueces frente a esta prueba de fuego, Álvarez sostuvo que “ha sido positiva. El proceso de sensibilización es muy efectivo, porque los árbitros se han comprometido enormemente con el reto.

“Ellos saben que nosotros estamos atentos a cualquier solicitud, aunque sorprende la forma como muchos logran entenderse bien con los atletas, permitiendo que los juegos se interrumpan muy poco”.

Dayilmar enfatizó en que “esta inclusión de la cual hacen parte ahora los jueces, debe trasladarse a muchos más campos, para que las personas en situación de discapacidad, no solo auditiva, también visual, física y cognitiva, reciban el apoyo y respeto que merecen y tengan la posibilidad de ser unos aportantes más al progreso de nuestra sociedad”.

Reto aceptado

Héctor Darío Martínez López, juez de la Federación Colombiana de Baloncesto, quien imparte justicia en las competencias que se cumplen en la Universidad del Tolima, reconoció que “no es fácil estar en unos Juegos Paranacionales, porque vamos aprendiendo cada día, es como si estuviéramos empezando. Es extraño, pero muy interesante. Afortunadamente contamos con intérpretes que nos dan una mano importante”.

Por otro lado, su colega Víctor Hugo Cabrera, indicó que “esta experiencia es única y maravillosa. Lo interesante es que en el baloncesto se manejan muchas señas para dar indicaciones, entonces eso nos permite entendernos mejor con los deportistas. Acá es fundamental la paciencia, de ambas partes, y creo que hasta el momento nos ha ido muy bien a todos”.

Credito
RONAL RENGIFO ÁLVAREZ

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