Esa aparatosa caída produjo una severa lesión en la columna vertebral de Jesús Romero, mientras se preparaba en el Centro de Alto Rendimiento con la Selección Colombia para los Juegos Suramericanos. Fueron momentos muy difíciles, que con la ayuda de su familia pudo sortear.

Pasaron 10 años y pensó que el ‘bicho’ del deporte no había muerto. La decisión fue volver a practicar una disciplina que se acomodara a su nueva situación, y escogió la boccia, siendo pionero en su departamento, Norte de Santander.

“Fue como una ilusión del nuevo renacer deportivo de Jesús Romero y de querer escribir una nueva historia, allí vamos aprovechando poco a poco, ya vinculados a la parte de Selección Colombia y trabajando duro porque todos los días está subiendo el nivel en este deporte”, agrega.

En su trayectoria como gimnasta, Romero fue campeón Suramericano Infantil (Perú 1994), medalla de plata en el Suramericano Infantil (Chile 1997), subcampeón Panamericano (Houston 1998), tres veces medalla de bronce y una de plata en los Juegos Bolivarianos (Ecuador 2001).