Así fue como Camargo confesó su amor por el Deportes Tolima: “me gastaría la plata en otra cosa”

Crédito: Archivo / EL NUEVO DÍAGabriel Camargo se casó con Leonor Serrano, matrimonio del cual nacieron Gabriel (q. e. p. d.), Catherine y César Alejandro.
En diálogo con EL NUEVO DÍA el pasado mes de junio del año 2021, el máximo accionista del equipo dijo que sus principales objetivos son terminar la sede San Gabriel y lograr un tercer título de Liga. Además, habló de las diferentes facetas de su vida: ganadero, avicultor y político.
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Antes de convertirse en el dueño del Club Deportes Tolima S.A., Gabriel Camargo Salamanca emprendió junto a su esposa Leonor Serrano en la avicultura, sector en el que se destacaron a nivel nacional y en el que hicieron capital. Al tiempo, por su amistad con Eduardo Robayo, terminó comprando en 1979 acciones del Deportes Tolima, el que se convertiría en el negocio de su vida y que le ha brindado alegrías y tristezas durante 42 años.

El exsenador contó cómo ha solventado la crisis económica el equipo, los sueños que le quedan por cumplir y se refirió a su legado en entrevista con El Nuevo Día en junio del 2021, cuando aún no se había ganado la tercera estrella para el Vinotinto y Oro.

Hoy, 21 de noviembre del 2022, es el momento ideal para recordar sus palabras, tras conocerse la trsite noticia de su fallecimiento. El exsenador expresó, por medio de una frase icónica, cuánto amaba al Deportes Tolima. Lea la entrevista completa y conozca, al final, su confesión de amor por el club pijao.

 

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Preguntas y respuestas

E.N.D.: ¿Cómo afectó al Deportes Tolima la crisis económica causada por la pandemia?

Gabriel Camargo Salamanca: El Deportes Tolima no escapó a la crisis y fuimos afectados notablemente, porque el fútbol se suspendió y algunos patrocinadores no nos pudieron ayudar porque la situación también los afectó. Tengo que decir que los jugadores contribuyeron y se les bajó el sueldo por cinco meses.

Además, los dineros por concepto de televisión también bajaron, incluso descendieron hasta los $80 millones mensuales. Entre tanto, los gastos del Deportes Tolima en todo su andamiaje están alrededor de los $1.800 millones mensuales, así que desde luego para nosotros fue supremamente gravoso el año pasado.

 

E.N.D.: Pero han logrado solventar la situación. ¿Cómo lo hacen?

G.C.S.: Afortunadamente teníamos un buen ‘colchón’, sin embargo, ya se nos agotó, vamos a ver este año con nuevos patrocinadores que nos están colaborando especialmente en lo que se relaciona con la camiseta, que es una fuente importante para poder subsistir. Los ingresos por televisión han mejorado pero no es lo mismo de antes.

Entonces hemos tenido que recurrir a todas las formas posibles para poder financiar el equipo, por ejemplo, la venta de Yeison Gordillo ayudó, la participación en Copa Sudamericana, y esperanzados en que clasifiquemos a la serie de grupos de la Liga.

 

E.N.D.: El Tolima fue el sexto club con más ingresos durante 2019 según un informe de la Supersociedades. ¿A qué se debe la solidez financiera que ha mantenido el Club en los últimos años?

G.C.S.: Se debe a la buena administración que tenemos. Porque quiero contar una cosa, hay equipos con mucha más hinchada que la nuestra, como Nacional, Millonarios, América y Junior, que tienen patrocinadores grandes, pero podemos ponernos a la par e inclusive tener más utilidades que ellos.

Por otro lado, el Deportes Tolima goza de muy buena salud financiera, es el equipo menos endeudado y eso nos hace fuertes. Y las cifras que yo tengo es que para 2019 y 2018 fuimos el equipo con más utilidades, lo que nos permitió soportar mejor la crisis que otros equipos. No hemos recurrido a créditos nuevos, aunque ya no tenemos la caja de antes.

 

E.N.D.: El Club está cambiando, ahora cuenta con una sede moderna como la de San Gabriel. ¿Cómo continúa este proceso de transformación para el Deportes Tolima?

G.C.S.: Esta sede es un orgullo para los tolimenses, porque las canchas que tenemos ahí no las tiene ningún otro equipo en Colombia, y no es para mí, es para el departamento. Cuando tengamos más plática y podamos hacer una buena venta vamos a terminar la sede. Nosotros importamos un gimnasio muy completo, pero no hemos podido sacar sino seis aparatos y el resto los tenemos en una bodega.

Vamos a construir el camerino, el gimnasio, allí vamos hacer la sede para concentrar y la sede administrativa, en fin, eso va a ser un escenario de lujo. Lo importante es que ya tenemos los terrenos, pero no quiero construir con plata prestada, al contrario, quiero que el pasivo del Club ojalá sea cero.

 

E.N.D.: ¿El Deportes Tolima apunta a tener una cantera como la de Envigado?

G.C.S.: Claro, nosotros tenemos una cantera comparable con la Envigado, lo que pasa es que en el Tolima no hay la misma pasión por el fútbol que puede existir en Antioquia, el Caribe, Valle del Cauca o Nariño, donde se fomenta más el fútbol y salen más jugadores.

Por ejemplo, de Ibagué y Bogotá no figuran jugadores a nivel nacional, aunque aquí ha venido creciendo la pasión por el fútbol tal vez por James Rodriguez. Quisiera tener el mayor número de jugadores tolimenses, lo juro, porque quiero mucho al Tolima y sé del aprecio y cariño que me tiene la región.

Pero el tolimense no ha descollado, por eso tengo que buscar jugadores buenos, bonitos y baratos, para eso tengo veedores, porque a otros clubes los jóvenes van a probarse y nosotros tenemos que salir a buscarlos.

 

E.N.D.: Una de las joyas de esa cantera es Jaminton Campaz. ¿Es su próximo gran negocio?

G.C.S.: Uno vende cuando le compran (risas). Es cierto que el año pasado nos hicieron una oferta pero no nos gustó, creíamos que lo íbamos a vender a la MLS pero al final no se dio. Espero que lo de Campaz se dé pronto, él tiene ‘cartel’ incluso a nivel internacional, y si nos va bien de ahí se podría sacar el dinero para terminar la sede.

 

E.N.D.: ¿Cuánto vale Campaz?

G.C.S.: Eso no se dice, ‘depende del marrano’ (risas). También depende del país al que se pueda vender el jugador, su momento futbolístico, son factores que se conjugan. Cuando vendimos a Chará a México fue en cuestión de segundos.

 

E.N.D.: Es reconocido por su audacia en los negocios. ¿Por qué cree que lo ven así?

G.C.S.: Eso se lo dejo a la opinión pública, lo que resalto es la buena gestión de los trabajadores que hacen parte del Deportes Tolima. Y creemos modestia a parte, que es el club mejor administrado del país porque sabemos hacia dónde vamos.

 

E.N.D.: ¿Ve lejos el regreso del público a los estadios de Colombia?

G.C.S.: Eso depende del comportamiento de la pandemia, cómo avance la programación de la vacunación y lo efectiva que vaya a ser. Seguramente para el segundo semestre habrá más esperanza.

 

E.N.D.: ¿Cómo ve la economía del departamento?

G.C.S.: Complicada, porque el Tolima es uno de los departamentos más afectados con el desempleo, porque no hay industria. El Estado tiene que invertir mucho más para que haya trabajo, pero yo no veo al Gobierno comprometido con generar empleo, eso es muy grave. Por eso trato de que todos los colaboradores del equipo sean del Tolima, el cuerpo técnico es de aquí y también quienes trabajan en inferiores.

 

E.N.D.: ¿Qué le dejó su paso por la política?

G.C.S.: Aunque tenía los votos salí de la política porque no me sentía bien en ese campo, era una persona totalmente diferente. Trato de ayudar a la gente y sé que hay que vivir el mundo político, pero no es mi fuerte, tanto así que nunca volví al Senado de la República y me veo muy poco con los compañeros que tuve allí. Sin embargo, soy un agradecido con los tolimenses porque a mí me pusieron un buen número de votos y correspondí con creces.

Por ejemplo, con recursos propios pagué los planos estructurales para la ampliación del estadio Manuel Murillo Toro, y luego, siendo senador y presidente de la Comisión Tercera, tuve la posibilidad de destinar $5 mil millones, de los cuales se utilizaron $800 millones para ampliar la tribuna noroccidental. Los recursos restantes no los pudo utilizar la Alcaldía de Ibagué por diferentes problemas.

 

Avicultor de toda la vida

E.N.D.: Tiene una Distinción de la Federación Nacional de Avicultores. ¿Cuéntenos de su historia en ese sector?

G.C.S.: En un principio, fuimos avicultores que manejamos las mejores razas de animales y éramos distribuidores de pollitos y reproductoras, inclusive teníamos abuelas para producir aves de raza. Desafortunadamente, cuando hubo una tendencia del mercado americano hacia la producción de pechuga acabaron con el negocio y solo quedaron dos firmas de pollos en el mundo, Cobb y Ross.

Es decir, fui productor de una línea de carnes, eso me llevó a que fuera un colombiano destacado del sector a nivel internacional. Además, fuimos los primeros en elaborar la vacuna contra el Marek o cáncer de aves, pero después los americanos la produjeron masivamente y nos sacaron del mercado.

Aún participamos en el sector, tenemos un matadero en Barranquilla y somos distribuidores de pollos Cobb en Colombia. En mi juventud hice eso, descollar en la avicultura, y ahora ahí vamos con el fútbol, siempre tratando de sacar adelante lo que nos proponemos.

 

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Camargo celebrando la obtención del segundo campeonato del Deportes Tolima tras la histórica victoria sobre el Atlético Nacional en 2018.

 

Preguntas y respuestas

E.N.D.: ¿Qué sueño le queda por cumplir con el Deportes Tolima?

G.C.S.: Quiero dejarle tres estrellas al equipo y la sede terminada, y ojalá un título internacional.

 

E.N.D.: ¿Qué le gusta hacer en su tiempo libre?

G.C.S.: Tengo la ganadería San Gabriel, de mucho renombre, y le cuento que nos estamos preparando para competir en la Feria Nacional. Le dedico mucho tiempo al ganado puro Cebú, me gusta, lo siento como un hobby, ya son 40 años trabajando en mi ganadería.

Y aquí en mi finca estoy hace más de un año, no salgo de acá, porque mi señora y yo no nos podemos dar el lujo de que nos dé el coronavirus. Ya me pusieron la primera vacuna y este fin de semana viajo al exterior para que me apliquen la segunda dosis.

 

E.N.D.: ¿Su hijo será quien continúe con su legado?

G.C.S.: Ojalá que sí, veo el legado también en mi nieto, ‘Alejandrito’, que es muy aficionado al fútbol. Cuando le dije una vez que él iba a ser dueño del Deportes Tolima, me respondió “y jugador también” (risas).

Espero que le pongan el empeño y la dedicación que yo le doy al equipo. Tengo que hacer muchas ‘piruetas’ y estar muy concentrado para sacarlo adelante, pero espero que mañana César lo haga mejor que yo, confío en que mi legado siga y ojalá mejorado.

 

E.N.D.:¿Cuáles son sus sentimientos hacia el Tolima?

G.C.S.: Son muy grandes, si yo no sintiera lo que siento por el Tolima, hubiera gastado la plata en otra cosa. En la sede San Gabriel que no produce nada hemos invertido $40 mil millones, escenario que ayudó a que Ibagué fuera sede del campeonato Sudamericano Sub-20 que fue cancelado.

 

E.N.D.: ¿Qué decir de su esposa Leonor Serrano?

G.C.S.: Nosotros vamos a cumplir el 21 de mayo 60 años de casados, ha sido mi soporte y una compañera ideal. A ella le gusta más la política, pero la política para servir, todavía ayuda a la gente y tiene algún poder en el país. Fue gobernadora de Cundinamarca, senadora de la República y alcaldesa de Fusagasugá.

 

EL NUEVO DÍA: ¿Cómo se dio su llegada al Deportes Tolima?

G.C.S.: Yo era socio de Eduardo Robayo en varios negocios, él como era el mayor accionista de Kokoriko estaba construyendo el edificio de la carrera Tercera, y el arquitecto que lo construyó era amigo de Héctor Rivera (q. e. p. d.),  presidente del Deportes Tolima. El Club estaba quebrado a pesar de los esfuerzos que habían hecho las personas que lo fundaron. La situación era muy angustiosa, y en la década del 70 el Tolima siempre quedaba de último.

Entonces el Deportes Tolima emitió acciones por 10 millones de pesos, y ahí vinieron Rivera, Robayo y el arquitecto a mi oficina en Bogotá, y Eduardo, gran amigo mío, dijo “si Gabriel entra al negocio yo entro”, en esa ocasión no concreté la compra. Pero lo cierto es que de los $10 millones de capital del Tolima, unos socios tenían $1.200.000, entonces Robayo compró $4 millones y yo $4 millones, eso fue en 1979, es decir, vamos por 42 años en este cuento.

Ahora bien, con Eduardo teníamos un avión, al cual él era aficionado, y yo era aficionado al Tolima, en conclusión él se quedó con el avión y yo con el Tolima (risas). Y le comenzamos a meter plata al equipo, como sería que en 1979 compramos por $4 millones al jugador más bravo y famoso de Colombia, Víctor Hugo del Río, así en 1981 y 1982 salimos subcampeones.

En el 1983 llegaron un poco de socios, y yo dejé que manejaran el equipo, pero desafortunadamente en 1993 me lo dejaron descender. Por ese tiempo ya estaba metiéndome otra vez, y preocupado por la situación decido traer al técnico ‘El Tucho’ Ortiz. Logramos ascender, y desde ahí me puse al frente del equipo y hasta el ‘son de los venados’ lo hemos sacado campeón dos veces, obtuvimos una copa y siete subcampeonatos.

 

DATO

Al exsenador le fue otorgada la Distinción Cacique Calarcá de la Gobernación del Tolima, Hijo Adoptivo de Ibagué y Orden del Tolima.           

 

DATO

La pasión por el deporte de Camargo data de 1959, cuando fue subcampeón nacional de atletismo en los 100 metros.

 

Dato:

Camargo fue senador de la República para el período 1998 a 2002, también fue diputado de Cundinamarca y concejal de Fusagasugá.

 

Frase:

“Si no quisiera al Tolima me gastaría la plata en otra cosa”.

 

Credito
JUAN JOSÉ AGUIRRE Z.

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