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El alto costo de los insumos, como también el de la materia prima para elaborar pan, genera desazón en los fabricantes y los consumidores de este producto que tradicionalmente es incluido en la canasta familiar.
En Colombia se produce trigo en muy baja cantidad, por lo tanto, el 99.7 % de la harina de este cereal, que se usa para la producción nacional, se importa de EE. UU. y Canadá, haciendo que el precio de esta obedezca a las fluctuaciones del dólar, entre otros factores internacionales.
Teniendo en cuenta al Departamento Administrativo Nacional de Estadística, DANE, en el último año el incremento del pan ha sido superior al 19 %, lo que se le atribuyó a la inesperada pandemia, al paro nacional, la guerra entre Ucrania y Rusia, al igual que los altos índices inflacionarios que se registran desde comienzos de año en la región y la Nación.
Sin embargo, los productores de este alimento están preocupados porque cada mes están asumiendo el costo de una nueva variación de los suministros para poder producir pan.
“Los insumos están costosos, la harina en el mes ya subió dos veces, el azúcar está intocable, el huevo está a 600 pesos, y lo peor es que antes comprábamos entre tres y cuatro bultos, pero ahora toca llevar menos porque tampoco nos venden la cantidad que uno quiere”, indicó Aracely Vela representante de la panadería Lenin.
En esta misma medida Jhon Bolívar, propietario de la panadería la Francesa, comentó, “Hace seis meses estaba comprando el bulto de harina a 96 mil pesos y este mes ya vale 160 mil pesos, y lo mismo pasa con el azúcar la cual me la vendían entre 86 y 96 mil pesos pero en este momento se está pagando 160 mil pesos y todo esos cambios los excusan en la guerra de Rusia y Ucrania, pero realmente la situación aquí es que no hay quien regule los precios en la industria panificadora”.
Consumidores
Partiendo de lo comentado por Vela y Bolívar, los clientes no reaccionan de la mejor manera, pues consideran que las variaciones de los precios son un capricho del vendedor.
Lo anteriormente mencionado puede desencadenar tres situaciones, en las que independientemente de lo que elija quien produce el pan, todas las termina asumiendo el consumidor final.
Primeramente se puede presentar un alza en los precios que es lo que se viene registrando, por otro lado, algunos empresarios para mantener precios, optan por reducir o cambiar la calidad de los insumos y, por último, se cambia el tamaño del pan.
En algunos casos las personas pueden llegar a panaderías como la de Jhon Bolívar, quien teniendo en cuenta el estrato socioeconómico en el que está ubicado y las necesidades de sus clientes, intenta mantener los precios, pero no se sabe por cuánto tiempo pueda hacerlo.
No obstante, como manifestó Vela, varios panaderos optan por dejar de ofrecer sus servicios, “algunos amigos han tenido que cerrar porque no pueden asumir los costos de arriendo, servicios, además de nómina, porque somos generadores de empleo, pero el Gobierno no mira nada de eso y uno empieza a echar lápiz porque cada vez se hace más difícil sostener un cierto número de trabajadores”.
Dificultades para fertilización
Esta redacción en otro momento informó que la guerra entre Rusia y Ucrania afecta la producción en el Departamento y toda la Nación, debido a que Colombia importa una cifra significativa de fertilizantes de estos países, por lo tanto, los animales, al igual que legumbres, hortalizas y demás siembras, se ven afectadas. Así que también tienen que ver con la producción.
Otros productos con alto costo
Los propietarios de las panaderías expresaron que el alto costo del quesillo también está afectando la producción de almojábana, buñuelos y demás productos que requieran de dicho alimento derivado de la leche.
Precios
El pan que se conseguía en 2.000 pesos actualmente puede estar costando entre 3.000 y 4.000 pesos.
En el mercado ya no se vende pan de 200 sino de $350 y $400.
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