El impulso que le da la Unibagué al sector empresarial

Crédito: Suministradas / EL NUEVO DÍAAlfonso Reyes Alvarado regresó a la rectoría de la Universidad de Ibagué en octubre de 2020. Es ingeniero de sistemas y físico, máster en Computer Science, doctor en Management Cybernetics y cursó un posdoctorado en Organizational Learning.
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En entrevista, el rector Alfonso Reyes, señaló que la Universidad empezó a moverse decididamente hacia la bioeconomía, mientras hace alianzas con multinacionales de la tecnología y apoya a las empresas de la región a través de su Centro de Consultoría.
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EL NUEVO DÍA: Más allá del compromiso de formar a los profesionales del mañana, ¿hacia dónde se deben orientar las universidades hoy en día?
Alfonso Reyes Alvarado: Tal vez el punto de partida es reconocer que las universidades en este siglo deben estar más conectadas con su entorno, no solo para estudiarlo sino para ayudar a transformarlo. La Universidad de Ibagué, por ejemplo, desde su fundación está comprometida con el desarrollo de la región, y parte de ese compromiso implica desarrollar capacidades en los actores territoriales, y uno de esos actores son las empresas. 

E.N.D.: ¿La Universidad de Ibagué cómo se conecta con el sector empresarial en pro del desarrollo del Tolima?
A.R.A.: La actual presidenta de la Unibagué es María Cristina Lara, directora regional de la Andi Tolima - Huila, y nosotros como universidad hacemos parte del Comité Universidad - Empresa junto con la Uniminuto y la UT, y también con el Grupo Empresarial del Tolima. A partir de este comité hemos venido articulando las relaciones entre el mundo empresarial con el quehacer de las universidades. 
En la Unibagué estamos constituyendo el Centro de Consultoría Empresarial que ofrece todo un portafolio de servicios especializados a la red de empresas que hay en el departamento, ese es un apoyo directo. Asimismo, estamos consolidando cursos, talleres, seminarios y diplomas para ofrecer al sector empresarial, especialmente en transformación digital. Es buscar de qué manera hacen uso de la tecnología para incrementar la productividad. 

E.N.D.: ¿En desarrollo digital qué destaca?
A.R.A.: En este punto, está el uso de herramientas de inteligencia artificial, liderazgo, analítica de datos; y las microempresas pueden aprender a usar redes sociales para estrechar sus relaciones con los clientes que tienen y los potenciales. La Universidad ha venido haciendo este tipo de formación, de manera gratuita en varios casos, porque a veces es financiada por entidades públicas o privadas. 
En esa misma dirección, la Universidad empezó a hacer alianzas con empresas muy importantes a nivel internacional, por ejemplo, Coursera, que es la compañía más grande en procesos de formación. Hicimos un convenio con ellos hace poco más de un año, y a partir de esa alianza estamos organizando una serie de paquetes de formación dirigidos a empresas de la región de diferentes tamaños. 

E.N.D.: Dentro de su proceso formativo, ¿los estudiantes de la Unibagué cómo contribuyen al sector empresarial?
A.R.A.: La Universidad articula los problemas que tienen las empresas, que son muchos, con la capacidad que tienen los estudiantes y profesores para resolverlos. Los estudiantes de cualquier carrera mientras están en la universidad tienen que resolver problemas aplicando el conocimiento que van recibiendo. 
La mayoría de los profesores toman casos de estudio de otros países o se los inventan, pero en la Unibagué los problemas en su gran mayoría son dificultades reales de la región y sus empresas, entidades o comunidad. De esta manera, la articulación es orgánica, natural. 

E.N.D.: Por ejemplo…
A.R.A.: Recientemente trabajamos en unos retos del parque Caiké de Comfenalco, que está por inaugurarse. Tenía que desarrollar experiencias de usuario, lo cual no es fácil, por eso nos vinculamos al proceso de diseño con alternativas para el desarrollo operativo del lugar.  

E.N.D.: ¿Y en la etapa de las prácticas profesionales cuál es el enfoque?
A.R.A.: Estamos incrementando la capacidad que tienen las empresas en su nómina, enviando a los estudiantes a apoyar proyectos específicos. Por ejemplo, estamos suscribiendo un convenio con la multinacional norteamericana SAS que entró a Colombia hace algunos años, y buscan actualmente estudiantes para proyectos de analítica de datos. Y el año pasado hicimos un convenio con GanaGana, compañía que se asocia con el chance pero que realmente se ha ido moviendo hacia el sector de las transacciones. En este sentido, su base tecnológica es fundamental, por lo cual necesita estar a la vanguardia en el desarrollo de computación en la nube.
Así pues, la Universidad hizo un convenio con Amazon hace un año y medio, y ahora tenemos la capacidad de formar a personas en ese tipo de habilidades (desarrollo de software); mientras trabajan en GanaGana aplicando esos conocimientos. De esta manera, gana el estudiante, la empresa y la Universidad, en el sentido de que se facilita la comunicación entre el mundo empresarial y la academia. 

E.N.D.: Usted ha mencionado la bioeconomía en varios espacios, ¿la Universidad cómo ‘aterriza’ esa concepción en su quehacer?
A.R.A.: Lo otro que hemos estado haciendo es impulsar la posibilidad de crear nuevas industrias. La Universidad desde hace años empezó a moverse decididamente hacia los temas de bioeconomía regional. El término consiste en que las regiones utilicen su biodiversidad para el desarrollo de nuevas empresas.
Por ejemplo, la cascarilla de arroz en el Tolima es considerada un desecho. Entonces, con la Universidad de los Andes hicimos un convenio y presentamos una propuesta al Ministerio de Ciencia a comienzos de este año. Nuestra idea es que los filamentos que usan las impresoras 3D, que son el equivalente a los cartuchos de tinta en las impresoras de inyección, su insumo principal sea de origen biológico, es decir, la cascarilla de arroz y no el plástico. 
En el corto tiempo esas impresoras van a costar muy poco, pero lo que va a mover la industria son los filamentos, y el Tolima perfectamente puede liderar porque tenemos la materia prima. Es la posibilidad de empezar a producir filamentos a gran escala y a un valor menor, además, con el valor agregado de que en gran medida sean biodegradables. 

E.N.D.: ¿Cuál es su invitación a las empresas?
A.R.A.: Todo esto es lo que la Universidad ha venido impulsando en los últimos años y marca el derrotero. Estamos abiertos y deseosos de desarrollar más relaciones con el mundo empresarial de la región, y el punto de contacto es nuestro Centro de Consultoría.

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Credito
JUAN JOSÉ AGUIRRE Z / Redacción EL NUEVO DÍA

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