Sin parques, nos jodemos

El pasado 26 de octubre, Daniel Samper nos mandó un mensaje, que sin proponérselo volvió a alborotar el sabor de toda una tradición en defensa de nuestro derecho a seguir viviendo.

Es que cuando uno crece caminando los recovecos del litoral Caribe, en donde todo el mundo es amigo de todo el mundo… se le crece el territorio ancestral, ese que los indígenas untaron con cantos, rezos y tambores.

Y se niega a creer que alguien pretenda cobrar para dejarlo entrar a una playa, al mar, a un paisaje marino.  

Por ello cuando un periodista, Leonardo Herrera Delghams, desde Santa Marta, publicó una corresponsalía para El Tiempo, el 25 de junio de 2005, comenzamos a mirar nuestros territorios en la dimensión de Gaia, a militar con los conceptos de oxígeno, de gas carbónico, de energía, fotosíntesis y todos los factores que permitieron la evolución y la subsistencia para todos los humanos.

Aunque nunca llegamos a la tendencia “de capar a los cachacos invasores”, que estaba cogiendo fuerza entre los costeños, sí nos alineamos con la convicción de quienes creemos que el cambio climático es el gran desafío de este siglo si tenemos en cuenta sus causas y consecuencia globales y la magnitud de los impactos esperados tanto en los ecosistemas como  en las actividades humanas.

El corresponsal Leonardo Herrera Delghams, de El Tiempo, insistía en que “la firma Unión Temporal Concesión Tayrona recibió en concesión, por los próximos 10 años, el manejo y la operación de los servicios ecoturísticos de una fracción de ese parque natural…

“De ahora en adelante, visitar esas playas de arena blanca y aguas cristalinas que dejan ver los corales, implicará someterse a las reglas del juego del operador privado… fenómenos tan sencillos y espectaculares como atardeceres y amaneceres en la Playa Cañaveral, estarán vedados para aquellos que no puedan pagar la entrada a dichas áreas. Los concesionarios fueron  Aviatur, la Cámara de Comercio de Santa Marta y Alnuva”.

La lucha de Daniel Samper en solitario ha sido admirable, es que sin lugar a dudas el futuro de la población humana deberá enfrentarse a las nuevas condiciones climáticas y a la conservación de esos milagrosos pulmones ecológicos localizados en los parques naturales, comprometerse con su crecimiento e impedir el destrozo de los afanes imperialistas de los extranjeros.

Estas historias están registradas en el libro Regalando Parques, de autoría de Gonzalo Palomino y que queremos compartir con ustedes en el link http://pcweb.info/regalando-parques-presentacion/

Un libro para las convicciones de Daniel
Las crónicas en oferta  digital están dedicadas a la convicción de Daniel Samper Pizano, quien desde su realidad y persistencia, siempre nos ha marcado lo que debe hacerse frente a los intentos compulsivos de barbaridades ambientales.

Las siguientes citas tomadas desde sus columnas del 9, 16 y 23 de octubre de 2011, corroboran su predestinación ambiental.

“…Santos reveló que autorizará la construcción de un hotel de siete estrellas en el Parque Tayrona.

“Semejante anuncio, justo cuando renace el Ministerio de Ambiente, equivale a dar como regalo de bautizo un tetero envenenado. Hablamos de montar un hotel con descaradas exigencias de infraestructura y comodidades de sultán en una zona natural única”.

Allí … “en donde una montaña se lanza en picada al mar desde los cinco mil 775 metros y crea multitud de microclimas, bahías y playas propicias para albergar, entre otras, más de 100 especies de mamíferos, 320 de aves, 30 de reptiles, 400 de peces y casi 800 de plantas…  sin contar lo que significa como patrimonio arqueológico y étnico.

“Me extraña que quien recibió el collar de los arahuacos promueva en esta región privilegiada un hotel de las mil y una noches sin consultar con los indígenas, los científicos ni los colombianos. ¿Ignora Santos que el Tayrona es, también, un símbolo de la lucha por el medio ambiente?.

“Presidente Santos: Consagre más bien sus esfuerzos en recuperar del todo este parque que hemos de legar en las mejores condiciones a nuestros hijos.  Solo así honrará el collar de los mamos.

“Hasta allí subió el presidente Santos el día de su posesión y, convertido súbitamente en protomamo, juró ser fiel a los principios de respeto a la naturaleza que profesan los primitivos habitantes de la región”.

Agrega que:    â€œEl país lleva más de medio siglo aprobando leyes y reglamentos para proteger los parques y resulta que el Presidente se reúne 45 minutos con los inversionistas nacionales y extranjeros que quieren levantar el hotel de siete estrellas y les otorga graciosamente el beneplácito oficial: Se trata de un proyecto compatible con el medio ambiente.

“El Tayrona fue el despertador histórico de la conciencia ambiental en Colombia, simboliza la lucha por el patrimonio biológico y… cuenta con más y muchos defensores”.

Parques blindados y un libro para Santos
“Muchas gracias por tu mensaje, estimado Gonzalo. Me siento muy honrado de haber motivado tu generosa dedicatoria. Me ha parecido estupendo el libro sobre los parques y, si ya tienes la dirección en la web desde donde se puede descargar, me encantaría que me la enviaras. Hay que darlo a conocer.

 En cuanto al proyecto del superhotel, estaba en proceso de pena de muerte dictada por los colombianos, y Santos le provocó un oportuno infarto. No me parece mal.

Sin embargo, hemos ganado una batalla, no la guerra. La campaña debe seguir hasta que los parques nacionales estén jurídicamente blindados contra esta clase de aventuras mercantiles y el Tayrona, en particular, haya sido saneado, protegido debidamente y convertido en epicentro de pedagogía verde, para que los colombianos aprendamos a comportarnos en armonía con la naturaleza”
Daniel Samper Pizano.

Credito
EL NUEVO DÍA

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