Aprender molecularmente

Las inspiraciones de las gentes en el planeta, se están acomodando a circunstancias insospechadas, intentamos evadir la violencia, la dominación y el borreguismo… queremos acomodarnos y crear independencias a las leyes del desarrollo económico acelerado.

Hemos aprendido mucho a crecer en términos gáyanos, que son diferentes a los matemáticos.

Juntemos la conciencia minera en sus diferentes rechazos, aperturas, marchas, conferencias, diplomados… pero esencialmente en las expresiones de identidad, amistad y pacto silencioso, todo ello unido con el nuevo lenguaje, apropiación de las calles y sabor que los estudiantes, las galladas jóvenes y los hermanos menores le están imprimiendo; agreguemos los ardores y sentimientos que las poblaciones sedientas o inundadas están acumulando en rabias hídricas, aburridos con la escasez, el exceso de las contaminaciones y los costos… y con el  trasfondo de la dimensión increíble de los indignados, que apenas crece y exige.


Pero sigamos sumando las experiencias de los aportes de la modalidad electoral en la horrible modalidad del voto como mercancía; y aprovechamos para exaltar el ejemplo de quienes intentaron formas decentes y felicitarlos por atreverse a retar la corrupción de las regalías.

 
Nuestros átomos detonadores
En las inteligencias, las máscaras, los besos, los abrazos, los vestidos, el atreverse, la dedicación, la agitación, el sin cansancio y el alto nivel de compromiso han cambiado la dimensión anterior… han desaparecido las apatías y otras expresiones más que útiles como excusas para la agresión violenta.

Esa revolución revuelta se está expresando y creciendo poderosa e indestructible en los movimientos latinoamericanos creciendo joven, poderosa e indestructible en un complejo tejido de ideas y propuestas innovadoras que inspiran a América Latina… Manuel Guzmán Hennessey lo interpreta como un nudo indisoluble de la democracia, la educación, la libertad, la economía, la crisis, el desempleo, el cambio climático, el futuro.


La necesidad de construir entre todos, entre más pronto mejor, un verdadero Plan para Gaia, que garantice, sobre todo a los más jóvenes la vida, la dignidad, la paz y la esperanza.


Copiemos del cosmos su persistente trabajo  químico, sumemos elementos… no importa a donde vayamos a parar, pero siempre pa´lante.


¡¿Compartimos un abrazo?!
Pauet Soler
Recogiendo una propuesta que ya se ha hecho en Madrid, New York, Barcelona y otros lugares, nos proponemos una Acción Sorpresa de Abrazos en Público desde La Plaza de la Vírgen de Valencia hasta... el día Viernes, 11 de Noviembre de 2011.

Todos sabemos que el abrazo tiene el poder de unir realmente a las personas. De ir creando un mundo donde vivamos desde aquello que nos une, mucho más allá de nuestras diferencias, que en realidad son también peculiaridades o reflejos, que enriquecen al colectivo: La gran familia humana. Abrazo es amor y símbolo del cambio que se está gestando, por eso nos hemos unido a esta ‘Propuesta de abrazos sorpresa en público’.


Una quedada cívica, respetuosa y amorosa, entendida como una bella acción de movilización y potenciación de crecimiento interno y también en relación con los demás, que sustenta el cambio de paradigmas de pensamiento que se está produciendo en el mundo actual.


Objetivos

1. Crear una atmósfera amable, de cercanía entre las personas en medio del bullicio, la impersonalización típica del ritmo frenético de la vida urbana diaria. Posibilitar que gente de todo tipo pueda unirse o al menos contemplar con simpatía la acción.


2. Notaremos qué personas están invitando al abrazo, porque leyeron esta convocatoria o se suman espontáneamente y las que están de paso.

Invitar al abrazo a los transeúntes. La gente se suma al abrazo con pasmosa naturalidad, pero siempre es muy importante el respeto muy escrupuloso con los límites de cada cual.


3. Mostrar prácticamente que un largo camino empieza por un solo y pequeño paso. Que los gestos y los actos personales o colectivos simples y sencillos son la base y el apoyo de los grandes cambios de la humanidad.

Manos de mujer en el Tolima Asfumujer, Manos de Mujer Natagaima
asfumujer@gmail.co
Grupo Semillas
semillas@semillas.org.co

A orillas del río Magdalena y al pie del cerro del Pacandé en Natagaima, Tolima, el pasado 23 de octubre, nos encontramos varias organizaciones indígenas, afrodescendientes y campesinas del país para defender las semillas tradicionales, los conocimientos propios y respeto de los derechos de la naturaleza y los derechos colectivos de las comunidades.

Hicimos esta feria y foro de mujeres, semillas y saberes para que sea visible la propuesta de las comunidades, en una región donde se siembra algodón y maíz transgénico, promovido por el gobierno colombiano y la empresa Monsanto, lo cual extiende el desierto y la sequedad en la región.


En esta región también se desarrolla el monocultivo de arroz y la ganadería extensiva, empobreciendo los suelos, el agua y a las mismas comunidades.


Las mujeres, hombres e instituciones que le apostamos a la diversidad de la vida y de las culturas, y propugnamos por medios de vida dignos, adecuados y suficientes, declaramos:


1. Compartir abiertamente las semillas nativas y declararlas patrimonio de los pueblos. Las semillas no harán parte de ningún tratado de comercio. No aceptamos la resolución 970 de 2010 o cualquier otra forma de controlar las semillas tradicionales de las comunidades.

2. Debe respetarse las condiciones de las comunidades campesinas, indígenas y afrodescendientes y sus sistemas productivos, y no obligarlos a encadenamientos y nuevos negocios que obligan a depender en el futuro de pocas empresas y productos.

3. Las mujeres somos, por naturaleza, guardianas de las semillas tradicionales, de los saberes que se relacionan con esas semillas y los territorios donde las sembramos y habitamos. Esto requiere de alianzas, apoyos y procesos que respeten los derechos de las mujeres, la solidaridad de la sociedad en general y el cumplimiento de derechos por parte de los gobiernos.

4. Los sistemas productivos de las comunidades y los procesos organizativos están en riesgo por el modelo de desarrollo actual que privilegia los monocultivos, los agrocombustibles, los transgénicos, el control y acaparamiento de tierra, así como una explotación minera descontrolada en territorios de las comunidades.

Credito
EL NUEVO DÍA

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