ONG buscan tratado para frenar la contaminación por mercurio

La semana pasada delegados de ONG defensores de temas ambientales de 100 países iniciaron la tercera ronda de negociaciones en Nairobi (Kenia) para darle forma a un tratado que pretende frenar la creciente contaminación por mercurio en todo el mundo.

De la reunión salió un borrador que se espera sea el punto de partida para reducir la utilización de este metal pesado altamente tóxico, y que tiene impactos negativos sobre el medio ambiente y en la salud humana cuando se manipula sin las debidas condiciones de seguridad.

La organización internacional Ecologistas en Acción publicó en su página web www.ecologistasenaccion.org el listado de cosas que se deberían tener en cuenta en este tratado, dentro de ellas mejorar la capacidad para gestionar de forma segura los residuos de mercurio, dar respuesta a los sitios contaminados, y eliminar el uso de este metal en la mayoría de los productos y procesos industriales.

Actualmente el mercurio se usa para la fabricación de enchufes, rectificadores eléctricos, interruptores y lámparas fluorescentes. También es usado por los dentistas como compuesto principal en los empastes de muelas, pero ha sido sustituido en los países más desarrollados por el bismuto, de propiedad similar y ligeramente menos tóxico. El mercurio también es usado en las minas de oro porque facilita su recolección.

Según el director de Acción Verde, Juan Manuel Soto, en departamentos como el Chocó se viven las secuelas de la utilización del mercurio, tanto en el medio ambiente como en la salud de quienes se exponen a este metal. Como el mercurio se amalgama o se pega al oro, los recolectores tienden a privilegiar esta técnica Según Soto, se han encontrado casos de niños que nacen con los pies pegados o sin dedos, mutaciones que se le atribuye a la exposición que tienen las mujeres con el mercurio cuando están en proceso de gestación.

Y es que la exposición a altos niveles de mercurio metálico, inorgánico, u orgánico puede dañar permanentemente el cerebro y los riñones. También se le atribuyen efectos sobre el funcionamiento del cerebro, que se pueden manifestar con irritabilidad, temblores, problemas de visión o audición, y la memoria.

El otro gran problema de la utilización del mercurio en la explotación de oro es que, según Soto, los residuos van directamente a los ríos, generando un impacto directo en los ecosistemas acuíferos, en la vida de los peces y de paso en la supervivencia de quienes consumen esas aguas contaminadas.

Además de apoyar los tratados internacionales que puedan surgir para frenar el uso y comercialización del mercurio, para Soto es importante impulsar iniciativas como las de la Corporación Oro Verde, que incentiva la explotación de oro de forma sostenible en el Chocó.

Lo interesante del proyecto es que ha logrado impulsar la compra de oro ‘verde’ una clasificación que le da un valor agregado en el mercado y que garantiza que en su explotación no se utilice el mercurio porque se hace a la antigua, con técnicas ancestrales que permiten que el ecosistema no muera por los trabajos de minería, como sí sucede en otras regiones del mundo.

Credito
Colprensa

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