Emergencia alimentaria, social y ambiental en el territorio pijao del Sur del Tolima

Nuestros ecosistemas sufren profundos cambios, el CO2 aumenta, el oxígeno disminuye, los vegetales en regresión y la fauna en extinción. Todo esto en un lento proceso de muerte, que aprisiona a Gaia.

Nuestra ceguera ignora las transformaciones inmediatas y los paisajes que nos vieron nacer. Hipnotizados  en un falso sendero tecnológico, nos ha  divorciado  de su preciosa construcción en más de 14 mil 700 millones de años, sin percibir  las amenazas ambientales, sin escuchar los gritos de los ecosistemas y de las comunidades que sufren y desaparecen.

Por esta razón, la pagina Ecológica de hoy divulga una declaración de las organizaciones de las Comunidades Pijao que vienen padeciendo una sequia extrema, hambre, enfermedades y muchas violencias, producto no solo de las condiciones climáticas sino, en especial, de decisiones políticas que desconocen el bien común en Colombia.


Gonzalo Palomino Ortiz
Observatorio Ambiental de la U.T.
gonpalomino@gmail.com
Los llanos de Coyaima y Natagaima son parte del territorio construido por el pueblo Pijao. La conquista de la Nueva Granada cesó con la derrota de estas comunidades indígenas, dando paso de la conquista a la colonia, el inicio de la muerte lenta del territorio y el nacimiento de un gran desierto, que se extiende con la mirada complaciente de autoridades ambientales, administrativas y políticas de los gobiernos departamental y nacional.

La fuerte transformación del paisaje, vivida desde los años 30 con la destrucción de bosques naturales e implantación de cultivos comerciales, ha desestabilizado ostensiblemente el clima, incrementando los períodos de sequía. Puntos críticos han sido los fenómenos de ‘El Niño’ vividos en 1994, 1998 y 2002, que provocaron serias consecuencias.


La mayoría de los habitantes de Coyaima, Natagaima y Ortega es de origen indígena. Hoy, estas comunidades nuevamente afrontan otra fuerte sequía; proceso local, que en el marco del cambio climático global amenaza la supervivencia y permanencia de los Pijao en el territorio. Desde el pasado mes de abril, se vienen secando los cultivos y se disminuyeron las fuentes de agua, hasta el agotamiento de varias de ellas. Decenas de animales ya han muerto por falta de agua y alimento.


Una de las primeras consecuencias de esta sequía es la pérdida de las cosechas del primer semestre de 2012, lo que genera, desde ya, una hambruna generalizada, que amenaza la supervivencia de miles de habitantes de este territorio, sino se ejecuta acciones pertinentes. Esta problemática ambiental puede significar la salida de miles de personas del territorio, incluso de forma definitiva. La falta de agua representa la pérdida de los pocos bienes de las familias indígenas y campesinas. Las semillas tradicionales constituyen una de las pérdidas más sensibles, al igual que los animales criollos, la cosecha de productos para la alimentación y las casas que se deterioran por la intensidad del viento y Sol tan fuertes.


Las observaciones de los sabios locales pronostican la intensificación del verano. Los temidos vientos de agosto ya se están presentando desde finales de junio y se teme que continúen con mayor rigor hasta septiembre o incluso se repita una sequía similar a la de los inicios de los 90.


En los boletines e informes del Ideam, las proyecciones en materia de clima para la región (Tolima y Huila) muestran que se continuaría con condiciones deficitarias de precipitación e incremento (en algunos casos) de la temperatura máxima y la velocidad del viento para los próximos tres meses. Esta condición podría intensificarse y hacerse mucho más crítica, de consolidarse la fase cálida (Fenómeno ‘El Niño’) de la Oscilación del Sur (Enso) durante el tercer y el cuarto trimestres del presente año. El Informe No. 193, del 11 de julio de 2012, conserva la Alerta Roja, “debido a las condiciones de reducción significativa de las lluvias en los santanderes, Cundinamarca, Boyacá, Huila, Tolima, Valle del Cauca, Cauca y Nariño y, de acuerdo con las tendencias meteorológicas para los próximos días, se espera tiempo seco en gran parte del país y déficit de lluvias en las regiones antes mencionadas”.


Las comunidades indígenas y campesinas de este extenso territorio, consideran que:


1 La situación ambiental del territorio está casi en un punto de no retorno. Pese a que se construirá el distrito de riego a gran escala del Triángulo del Tolima, las condiciones de los ecosistemas son tan delicadas que se requiere tomar medidas inmediatas que garanticen la permanencia y la calidad de vida digna de las comunidades, dado que el distrito no empezará a funcionar sino hasta 2015. En este tiempo muchas familias perderán sus pequeñas parcelas, dada la presión por la sequía y la oferta de compra de tierras sin control que existe actualmente.

2 Cerca de 25 mil personas localizadas en la zona rural de Natagaima y Coyaima están siendo vulneradas en su derecho al agua y al alimento. Los niños, los ancianos y las mujeres cabezas de familia son especialmente débiles y se observa desde ya el hambre y las enfermedades.

Teniendo en cuenta lo anterior, se solicita a gobiernos locales, departamentales y nacionales lo siguiente:

1 Adopción de un plan de atención­ inmediata basado en un diagnóstico rápido que se ejecute con las propias comunidades y sus organizaciones, con el objeto de atender prioritariamente la situación de escasez de agua, alimento y los problemas de salud que ya se vienen registrando.

2 Mejorar las condiciones de las familias en la zona de ejecución e influencia del distrito de Riego Triángulo del Tolima. Tal como lo dijo el ministro Restrepo Salazar: la viabilidad de esta obra depende de la inversión en la calidad de vida de las personas que allí viven. Esto debe hacerse no solo a la luz del Plan de Manejo Ambiental de la obra y su Plan de Gestión Social, sino de una inversión directa en la zona.

3 Decretar la protección de predios de las familias indígenas que no hacen parte de los resguardos y que tienen precarias formas de legalidad. Existe ahora mayor presión por parte de actores económicos externos por comprar tierras y tal situación recae sobre predios que ancestralmente tienen las familias indígenas. El desespero es un aliado de los acaparadores de tierra, que juega en contra de las familias.

4 Atender de manera inmediata el acceso al agua mediante mejoramiento de aljibes y jagüeyes, compra de motobombas y disposición de filtros para el agua de consumo y protección de manantiales naturales.

5 Evaluar las pérdidas económicas de todas las familias y solicitar refinanciación o condonación de deudas.

6 Apoyar directamente el restablecimiento de los huertos tradicionales a las familias más pobres y vulnerables.

7 Desarrollar planes de restauración de los ecosistemas nativos del territorio Pijao, bajo el liderazgo de las comunidades, desde una perspectiva de armonía con la naturaleza y con las  culturas ancestrales y tradicionales, con el apoyo integral de los gobiernos nacional, regional y local.

8 Construir un Sistema de alertas tempranas (SATC) manejado por las comunidades Pijao, con un plan de sostenibilidad como una estrategia de prevención que brinde herramientas y formación en las comunidades, para el levantamiento de información hidrológica y climatológica, de susceptibilidad a incendios, remoción en masa, degradación de microcuencas, contaminación hídrica, escasez de agua, problemas en las huertas para la alimentación de las familias y problemas en la salud, entre otros, con que se permita­ detectar a tiempo un cambio en las condiciones de vida, tomar las decisiones pertinentes, implementarlas y hacerles seguimiento y evaluación. El SATC debe tener el acompañamiento activo y efectivo de las instituciones de los órdenes nacional, regional y local conexas a las temáticas del interés común sujeto de observación.

9 Generar un encuentro de emergencia interinstitucional, a todo escenario (local, departamental y nacional), junto con las organizaciones indígenas y campesinas, con el objeto de implementar acciones asistenciales de emergencia, en el corto plazo, y acciones estratégicas, de largo plazo, que permitan construir políticas públicas que garanticen la permanencia y el mejoramiento de la calidad de vida de las comunidades indigenas que ancestralmente habitan este territorio. Dado en julio de 2012 en el Territorio Pijao.

Firmando la declaratoria las ­siguientes Organizaciones:
Crit, Acit, Ficat, manos de mujer, Asfumujer, Grupo Semillas, Colectivo Análisis Territorial Región Central, Colectivo Alternativa, Fundación Casa Cultural del Tolima, Antitaurino del Tolima; Ecoaldea La Arcadia, Consciencia Campesina, Conservación Natural y Comité ambiental en defensa de la vida.


Credito
EL NUEVO DÍA

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