El arboloco

Un árbol muy útil para estabilizar ­terrenos, defender a los pastos de la deshidratación y a los suelos contra la erosión, para la alimentación del ganado y para la construcción de viviendas.

El arboloco es una especie, propia de la zona Andina de Colombia y Venezuela, cuyas características lo hacen muy especial. Su madera es de gran dureza y durabilidad, por lo cual, se utiliza para construir casas, establos y corrales; las particularidades de sus raíces y follaje, lo hacen muy útil para estabilizar terrenos, además de enriquecer los suelos, retener la humedad y proteger zonas productoras de agua.

Aporte a la construcción

El uso de las vigas y columnas de arboloco en la construcción va desde el bahareque tradicional, hasta las técnicas más modernas de construcción sismoresistente.

La médula esponjosa de los tallos jóvenes tiene diversos usos artesanales, entre los que se destacan las frutas y pájaros de pauche elaborados en Santander. Es útil también como material de empaque y aislante acústico y electromagnético.

En la restauración ecológica

El arboloco es de enorme utilidad para la restauración ecológica de tierras andinas degradadas. Esta especie puede acelerar el crecimiento del bosque secundario en terrenos deforestados, sobre todo, cuando se siembra teniendo en cuenta los requerimientos micro-ambientales de las plántulas.

Para estabilizar suelos

Cuando el arboloco crece en derrumbes o en terrenos muy pendientes, suele formar raíces que salen directamente del tallo varios centímetros por encima del suelo y que le ayudan al árbol a anclarse horizontalmente en un terreno inestable. Por esta razón, el arboloco es una especie excelente para estabilizar suelos propensos a los deslizamientos o para recuperar las áreas afectadas por derrumbes.

Esta aplicación tiene vital importancia para las vías principales y secundarias de las regiones ganaderas montañosas, que son afectadas con una frecuencia cada vez mayor por los derrumbes durante las épocas de lluvia.

Aumento de contenido de materia orgánica

Otra contribución del arboloco a la recuperación de terrenos degradados, es la formación de hojarasca de rápida descomposición, la cual se incorpora al suelo aumentando su contenido de materia orgánica.

Este fenómeno es tan notorio que se observa incluso en el espacio situado entre los tallos o reiteraciones del arboloco, donde las hojas y ramas que se desprenden del árbol forman un abono oscuro a veces de un metro o más por encima del suelo. Si se remueve este material, es frecuente observar que cada uno de los tallos del árbol ha formado pequeñas raíces que absorben y reciclan los nutrientes contenidos en este sustrato. De esta forma, cada arboloco sembrado se convierte con el tiempo en un pequeño núcleo de fertilidad, donde otras plantas encuentran condiciones propicias para crecer.
    
Modo de propagación

Aunque es factible propagar el arboloco a partir de estacas o esquejes, es tan fácil hacerlo a partir de semillas, que no vale la pena renunciar a la variabilidad genética que sólo puede garantizar la reproducción sexual. De todas las procedencias conocidas del arboloco, las semillas de la cordillera occidental en el norte del Valle del Cauca son las que producen los árboles más rectos, de mayor porte y con mayor potencial para formar médula.

Siembra con patrones naturales

En la naturaleza es frecuente que el arboloco regenere en franjas o hileras hacia fuera de los bosques, donde crece rápido y ayuda a que otros árboles se establezcan bajo su sombra. Este patrón de regeneración contribuye a la ampliación de los bosques ribereños andinos, con lo cual, mejora la regulación hidrológica a escala local.El arboloco

Un árbol muy útil para estabilizar ­terrenos, defender a los pastos de la deshidratación y a los suelos contra la erosión, para la alimentación del ganado y para la construcción de viviendas.


El arboloco es una especie, propia de la zona Andina de Colombia y Venezuela, cuyas características lo hacen muy especial. Su madera es de gran dureza y durabilidad, por lo cual, se utiliza para construir casas, establos y corrales; las particularidades de sus raíces y follaje, lo hacen muy útil para estabilizar terrenos, además de enriquecer los suelos, retener la humedad y proteger zonas productoras de agua.

Aporte a la construcción

El uso de las vigas y columnas de arboloco en la construcción va desde el bahareque tradicional, hasta las técnicas más modernas de construcción sismoresistente.

La médula esponjosa de los tallos jóvenes tiene diversos usos artesanales, entre los que se destacan las frutas y pájaros de pauche elaborados en Santander. Es útil también como material de empaque y aislante acústico y electromagnético.

En la restauración ecológica

El arboloco es de enorme utilidad para la restauración ecológica de tierras andinas degradadas. Esta especie puede acelerar el crecimiento del bosque secundario en terrenos deforestados, sobre todo, cuando se siembra teniendo en cuenta los requerimientos micro-ambientales de las plántulas.

Para estabilizar suelos

Cuando el arboloco crece en derrumbes o en terrenos muy pendientes, suele formar raíces que salen directamente del tallo varios centímetros por encima del suelo y que le ayudan al árbol a anclarse horizontalmente en un terreno inestable. Por esta razón, el arboloco es una especie excelente para estabilizar suelos propensos a los deslizamientos o para recuperar las áreas afectadas por derrumbes.

Esta aplicación tiene vital importancia para las vías principales y secundarias de las regiones ganaderas montañosas, que son afectadas con una frecuencia cada vez mayor por los derrumbes durante las épocas de lluvia.

Aumento de contenido de materia orgánica

Otra contribución del arboloco a la recuperación de terrenos degradados, es la formación de hojarasca de rápida descomposición, la cual se incorpora al suelo aumentando su contenido de materia orgánica.

Este fenómeno es tan notorio que se observa incluso en el espacio situado entre los tallos o reiteraciones del arboloco, donde las hojas y ramas que se desprenden del árbol forman un abono oscuro a veces de un metro o más por encima del suelo. Si se remueve este material, es frecuente observar que cada uno de los tallos del árbol ha formado pequeñas raíces que absorben y reciclan los nutrientes contenidos en este sustrato. De esta forma, cada arboloco sembrado se convierte con el tiempo en un pequeño núcleo de fertilidad, donde otras plantas encuentran condiciones propicias para crecer.
    
Modo de propagación

Aunque es factible propagar el arboloco a partir de estacas o esquejes, es tan fácil hacerlo a partir de semillas, que no vale la pena renunciar a la variabilidad genética que sólo puede garantizar la reproducción sexual. De todas las procedencias conocidas del arboloco, las semillas de la cordillera occidental en el norte del Valle del Cauca son las que producen los árboles más rectos, de mayor porte y con mayor potencial para formar médula.

Siembra con patrones naturales

En la naturaleza es frecuente que el arboloco regenere en franjas o hileras hacia fuera de los bosques, donde crece rápido y ayuda a que otros árboles se establezcan bajo su sombra. Este patrón de regeneración contribuye a la ampliación de los bosques ribereños andinos, con lo cual, mejora la regulación hidrológica a escala local.

Credito
EL NUEVO DÍA

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