Agresiones contra el ambiente

Un estudio dirigido por las universidades de Princeton, Cambridge y California (EE.

UU.), publicado en Science, señala que el aumento de la temperatura favorece toda clase de violencia, ya sea de orden personal (crímenes) como intergrupal (guerras), e incluso puede provocar cambios en los gobiernos y la caída de civilizaciones enteras. El aumento de 2 ºC que se prevé en las próximas décadas puede hacer que crezca hasta en un 50 por ciento el número de guerras civiles.

Existe un gran debate en torno de la naturaleza de esta relación, pero los resultados son llamativamente consistentes. Los científicos encontraron patrones de conflicto similares, asociados a cambios climáticos como la sequía y el aumento de las temperaturas. (1)

Ataques domésticos

Un ejemplo de ello sería el incremento de ataques domésticos en las últimas sequías de India, así como un aumento de los crímenes y las violaciones en la ola de calor que azotó a EE.UU. el año pasado. (2)

También se ha identificado una relación entre el incremento de las temperaturas y los choques étnicos en Europa, (2) violencia policial en Holanda (1) y las guerras civiles en África. (2)

El fin de la civilización Maya puede estar vinculado a las sequías prolongadas, y este mismo cambio en las condiciones climáticas podría haber acabado con la dinastía Tang en China, según indicó Salomón Hsiang, profesor en la Universidad de California, Berkeley, y uno de los autores principales del estudio. (3)

Entre las causas sugeridas por otros estudios están la presión sobre los recursos y una respuesta biológica agresiva con el calor. (2)

El periodo estudiado comprende desde 8000 a. C. hasta el presente, y los resultados representan el trabajo de 190 investigadores.

Entre las causas, Edward Miguel, investigador de la Universidad de Cambridge y coautor del trabajo, destaca dos posibilidades: “Una puede ser la hostilidad, ya que cuando hace más calor, la neurofisiología nos predispone más hacia la violencia. Otra causa -continúa- puede ser económica, ya que en países muy agrícolas, el calor o los diluvios pueden arruinar la cosecha y provocar desesperación que desemboque en violencia”. (1)

Nos hallamos en un contexto de crisis ecológica creciente que se manifiesta en el cambio climático, una cercana crisis energética, la reducción de la biodiversidad y el deterioro o escasez de los recursos no renovables necesarios para el sostenimiento de la vida. (4)

¿De quién es

la atmosfera?

Mientras que Joan Martínez Alier, *2 sostiene que “existen dos tipos principales de conflictos socio-ambientales o conflictos ecológico-distributivos: conflictos por extracción de recursos, es decir combustibles fósiles, minerales, biomasa (como la pesca, la deforestación,) y los conflictos sobre los residuos. Pero también por el derecho a usar los océanos y la atmósfera para echar los gases con efecto invernadero. ¿De quién es la atmósfera, de quién son los océanos (que se están acidificando)?”(4)

Según Jaime Pastor, *3 “las consecuencias del cambio climático serán especialmente dramáticas en las regiones menos responsables de su aceleración, como África. Donde, además, si se encuentran bajo condiciones dictatoriales, como ha ocurrido en Túnez o Egipto, pueden articularse con luchas por las libertades y por su dignidad como pueblos.” (4) Por otro lado, tanto Jaime*3 como Michael T. Klare*1 se preocupan por “las migraciones masivas de personas, forzadas a abandonar su hábitat debido a la sequía y al hambre y que encontrarán hostilidad y violencia por parte de los habitantes de las tierras a las que lleguen.” (4)

Privatización de recursos futuros

Un elemento al que se presta poca atención es la cuestión no tanto de la escasez de los recursos, sino la privatización de éstos y la compraventa de recursos futuros con el objetivo de especular y obtener grandes beneficios. A pesar de la grave crisis que padecemos, nadie se ha atrevido todavía a cuestionar estas operaciones especulativas de alto riesgo para millones de personas.*4 (4)

Resistencia Ecologista

Una posible iniciativa para Joan Martínez Alier*2 es difundir el conocimiento sobre los conflictos ambientales.

“Los movimientos de justicia ambiental son la fuerza más eficaz, cuando triunfan. Hay que hacer ‘Mapas de Éxitos de la Resistencia Ecologista’, llevar esto a las reuniones internacionales, como Durban en diciembre del 2011, como Río de Janeiro en mayo del 2012”.(4)

“El impacto del cambio climático mundial puede presentar un desafío mayor que cualquier otro al que se haya enfrentado la humanidad, con la excepción del de impedir una guerra nuclear”. Gro Harlem Brundtland. (5)

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