“Lo que la Tierra no perdona”

TOMADA DE INTERNET - EL NUEVO DÍA
La Universidad Nacional a través de la Escuela de Cine y Televisión, con el aporte científico e interdisciplinario de diversos docentes y grupos de investigación, realizó el documental “Lo que la Tierra no perdona” sobre los absurdos de la minería.

Las espléndidas imágenes de bosques de niebla, espejos y caídas de agua, lagos de origen glaciar, frailejones y otras especies de páramo, cordilleras, ecosistemas marinos y diversidad de fauna y flora de las distintas regiones de la geografía nacional, conforman las escenas paradisíacas de una Colombia que ha optado por arrasar con este patrimonio en busca de la quimera del oro, el coltán y el carbón, entre otros minerales.

El brillo falso y seductor de la minería a gran escala –avalada por la locomotora del Gobierno- opaca las cifras que muestran claramente por qué estamos en un país megadiverso. Pero, mas allá de eso, amenaza con destruir no solo los tesoros ambientales que hacen único nuestro territorio, sino también el capital social y cultural de sus habitantes y comunidades, e incluso su salud.

Impacto sobre biodiversidad

Develar en un documental estas problemáticas que les conciernen a todos los colombianos, así como sus aristas y contradicciones, fue una ardua tarea que demoró dos años para efectuar una pedagogía acerca del impacto generado sobre la biodiversidad.

Es así como desviar un río de su curso, poner en peligro las aguas subterráneas y los ecosistemas de un páramo (y con ellas el derecho al agua), quebrantar la salud o las tradiciones culturales de los habitantes, desencadenar más violencia y caer en la paradoja de destruir casas por intentar conseguir materiales de construcción, son algunos de los absurdos de las actividades extractivas.

El hilo conductor de este trabajo cinematográfico se desarrollo en cuatro segmentos: “Oro azul: quimera y rapiña”, “Santurbán: las vetas del agua”, “Rasgar su piel para habitar sus huesos” y “Una ambición bajo el río del desierto” y las zonas que se eligieron para hacer el recorrido y encontrar evidencias de primera mano son: Vichada, Santurbán, el altiplano cundiboyacense y la Guajira.

El docente Rodolfo Ramírez enfatiza que “no se trata de erradicar completamente toda la actividad minera en Colombia”, sino pensar que “hay una minería inútil que no debería hacerse y otra útil (como la de materiales de construcción), que hay que saber cómo se realiza y en qué sitios”, para evitar desastres como el del barrio Villa Jacquie de la capital, en Ciudad Bolívar.

“Lo que la tierra no perdona”

Es uno de los documentales de corte social que se han realizado desde que inició este género en el país (y que nunca se han dejado de producir); cuyo antecedente más reconocido es Chircales (1968), de la pionera Martha Rodríguez.

Según la docente Carolina Patiño, directora del Grupo Documental de la Escuela de Cine y TV, el desafío del documental contemporáneo es la “docuterapia”, un documental intimista que sirve como herramienta terapéutica, y que va más allá de denunciar, evidenciar lo que está oculto o era ignorado y hacer valioso algo para una persona, un país o una comunidad algo que no lo era.

Compromiso público por la defensa de la vida y la sociedad tolimense en general 

Considerando que el valor supremo de lo que hacemos es la vida y que hoy, más que nunca, se hace necesario defender el planeta, la humanidad y los derechos de los que no tienen voz: la naturaleza y los que no han nacido, expreso públicamente mi compromiso con la defensa y protección de los bienes ambientales y públicos del territorio tolimense. En mi condición de candidato/a a la Cámara de Representantes del Tolima o Senado de la República para el periodo 2014-2018, adhiero y me comprometo con la firma del presente Pacto de Vida a asumir y defender mi compromiso indeclinable con los siguientes principios: 

1. Promover, apoyar y respaldar proyectos de Ley que favorezcan la autonomía territorial y le permitan a los ciudadanos ejercer sin presiones, ni violencia, el derecho a que se les consulte popularmente si están o no de acuerdo con la implementación de proyectos minero-energéticos en sus territorios. Estas decisiones deben tener carácter vinculante a nivel del ordenamiento territorial.

2. Fortalecer y promover la participación, control ciudadano e incidencia de las comunidades, frente a las políticas, instrumentos y orientaciones en las políticas ambiental y agraria.

3. Apoyar y fortalecer la gestión de los entes de control y demás instituciones que favorezcan la autonomía territorial y la protección de los bienes comunes. Exigir a toda la institucionalidad responsable de proteger el patrimonio de la Nación que actúe bajo el rigor constitucional de hacer prevalecer el interés público sobre el interés particular.

4. Apoyar decididamente los procesos de Consulta Popular que las comunidades y autoridades locales implementen para defender el territorio, el agua y la vida.

5. Rechazar de manera enfática y decidida La Colosa y en general los proyectos mineros que se quieran implementar en Cuencas Hidrográficas, Ecosistemas de Alta Montaña, Regiones Productoras de Alimento y Distritos de Riego.

Credito
SANDRA URIBE PÉREZ UNIMEDIOS

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