Vida, poder y conflicto por una gota de agua

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Queremos destacar el trabajo de grado elaborado por Ilen Salama Macías, comunicadora social y periodista de la Universidad de Ibagué, titulado “El agua como fuente de vida, mecanismo de poder y conflicto”, y su reportaje audiovisual “Por una gota, una mirada hacia los acueductos comunitarios”, realizado bajo la dirección de Walter Cataño, en el cual anota intereses, ausencias

El agua es considerada como un recurso vital, es un derecho fundamental y de libre acceso. A través del tiempo se le ha dado un valor económico, y ha llegado a ser un elemento de poder.

La investigación periodística pretende visibilizar la actual situación y la labor desarrollada por parte de los acueductos comunitarios y sus juntas administrativas. Y el nivel de acompañamiento prestado por los diferentes entes gubernamentales.

En la actualidad, es posible afirmar que los acueductos comunitarios se han organizado con el objetivo de suplir el suministro de agua. Igualmente se han consolidado como forma de resistencia social a los procesos de privatización del uso del agua y se han unido para legitimar y garantizar el recurso agua en óptimas condiciones para su consumo.

Es preciso señalar que la investigación se llevó a cabo en tres de los barrios del sur de Ibagué: Ricaurte, Boquerón y Colinas del Sur sector II. Ninguno de los acueductos comunitarios de estos barrios ha logrado abastecer de manera adecuada agua potable a sus usuarios, ya que no poseen los recursos económicos suficientes para lograr la construcción de una planta de tratamiento en el caso del acueducto del barrio Ricaurte, ya que los sectores de Boquerón y Colinas del Sur sector II poseen parte de la construcción de las plantas de tratamiento, obras que aún no han sido finalizadas por el Gobierno municipal, por ende no se han puesto en servicio de la comunidad. Otros de los problemas que se presentan a nivel interno son los cortes de agua, por condiciones climáticas, contaminación, falta de pertenencia, apoyo y consciencia por parte de algunos de los usuarios y habitantes de los barrios hacia los acueductos comunitarios.

Según el informe de la Secretaría de Salud municipal, ‘Condensado Calidad del Agua Para Consumo Humano Acueductos Urbanos – Ibagué - Periodo: Año 2013: Enero - Julio’, afirma que los tres acueductos investigados y analizados no cumplen con las características físicas, químicas y microbiológicas requeridas para brindar un agua de calidad, es decir agua potable. Además, es imperante mencionar que los estudios detectaron la presencia de la bacteria Escherichia Coli, información que preocupa a las juntas administrativas y a las diferentes comunidades, ya que está en riesgo la salud de los habitantes.

Por otra parte, el ingeniero sanitario y ambiental Carlos Guillermo Mesa Mejía, funcionario de la Secretaría de Salud municipal, al igual que Héctor Gustavo Kairuz Carrillo, coordinador de Aguas en la Subdirección de Calidad Ambiental de Cortolima, afirmaron que la función de estas instituciones se basa en controlar, inspeccionar, evaluar los procesos y vigilar el funcionamiento de los acueductos comunitarios, pero aclararon que no se realiza un acompañamiento a las Juntas Administradoras ni a las comunidades.

Así mismo, el secretario de Desarrollo Rural y Medio Ambiente, Ramiro Lastra (2013), afirmó la realización de un proceso de acompañamiento y supervisión por parte de la entidad en compañía de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado, Ibal, organización que lleva a cabo capacitaciones para el mejoramiento y funcionamiento de los acueductos comunitarios.

Lo extraño es que el señor Carlos José Corral Albarello, gerente del Ibal, aseveró que la Empresa Ibaguereña de Acueducto y Alcantarillado, Ibal, no presentaba relación alguna con los acueductos comunitarios del Municipio de Ibagué y manifestó que esta empresa era la competencia directa de los acueductos comunitarios.

Por esta razón, es posible afirmar e identificar la falta de comunicación entre las distintas entidades y las juntas administradoras, así mismo el abandono, la falta de compromiso y la negligencia de las labores por parte de los entes gubernamentales en los ámbitos local y nacional hacia la comunidad del municipio de Ibagué. Es importante señalar el desconocimiento por parte de las Juntas Administrativas hacia las entidades encargadas de brindar acompañamiento a los acueductos comunitarios de la ciudad de Ibagué.

Los acueductos comunitarios se estarían enfrentando en este momento en términos de competencia con organizaciones como la Empresa de Acueducto y Alcantarillado, Ibal, si vemos las políticas que expresa la ley 142 de 1994, que hace referencia a los servicios públicos domiciliarios, donde se garantiza el libre acceso de la competencia en cuanto a la administración del recurso hídrico.

El abogado Wilson Leal y la Secretaria Recaudadora del acueducto Acuaboquerón, afirman que el gobierno en los órdenes local y nacional presenta fallas en la ejecución de sus labores y procedimientos, ya que a pesar de que existen unas disposiciones legales, incluso sanciones a causa de algunas demandas que se han interpuesto en el municipio y han sido ganadas, no se ha cumplido con lo acordado, como el fallo que exige la construcción de plantas de tratamiento en apoyo a los acueductos comunitarios en la ciudad de Ibagué.

Según las fuentes, existe una responsabilidad directa por parte de la Alcaldía y de sus organismos como el Ibal en brindarles apoyo, asesoría, técnica, presupuesto por parte del Municipio hacia los acueductos comunitarios para lograr que estas organizaciones solidarias obtengan las condiciones técnicas, tecnológicas y ambientales para brindar agua potable a sus comunidades.

Las diversas juntas administradoras y sus comunidades se están integrando a distintos procesos de ámbitos nacional y local que buscan generar participación democrática en la ciudadanía. Las juntas administrativas que hacen parte de las diversas asociaciones han tenido un cambio positivo gracias al apoyo de líderes comunitarios y ciertas capacitaciones brindadas por expertos, quienes han contribuido con formación académica, legal y técnica.

Credito
GONZALO PALOMINO ORTIZ OBSERVATORIO AMBIENTAL EL NUEVO DÍA

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