Eso quiere decir que esa empresa medio estatal pasará por encima del Derecho a la vida, al medio ambiente, al agua, a tener un país con un desarrollo amigable con el ecosistema. Esa infinita y detestable ambición de hacer plata por encima de los intereses de la humanidad, es insaciable. Así son los banqueros, muchos empresarios, los narcotraficantes, las multinacionales mineras, como Cerromatoso y la Drumond y así son los petroleros y los funcionarios irresponsables que aprueban esa mal llamada técnica de explotación permitiendo violaciones a los Derechos Humanos.

No tienen miramientos, no tienen límites, no tienen ética, para hacer plata como sea. Mientras países más civilizados y con más experiencia en el tema como Alemania y Francia, tienen prohibida la exploración no convencional de hidrocarburos.

El doctor Echeverry nos trae ahora la peregrina explicación de que se necesita esa tecnología para sacar petróleo o gas, porque con esa plata se acabará la pobreza, el hambre, habrá salud, educación, y seguridad, entre otras panaceas. Amigos lectores, ¿alguno se cree esa afirmación?

Si con ese método se acaban nuestros ecosistemas, ya lo iban hacer cerca del lago de Tota, cuando nos opusimos a esa barbarie anti-ecológica, acabarían con las fuentes de agua o las contaminan, entonces quién disfrutará esa manera de explotación: pues la multinacionales que se van con el producto y la plata y nos dejan miseria y desiertos.

Expertos como Angélica Gutiérrez-Magness afirma que “el riesgo es muy grande de originar sismos, y además la cantidad de químicos ácidos que se inyectan para fracturar las rocas, contaminan las fuentes de agua”.

El exministro Manuel Rodríguez Becerra, con el apoyo de De Justicia, WWF y el Foro Nacional Ambiental, han solicitado que se suspenda esta práctica porque: “no existen estudios independientes, con bases científicas, sobre los posibles impactos ambientales, sociales y de salud pública de las actividades de fracturamiento hidráulico, ni estudios sobre la situación de las aguas superficiales y subterráneas”.

Presidente Santos: así como escuchó a los colombianos que pedimos ponerle tiempos al proceso de paz, escuche esta petición de otros compatriotas preocupados porque, para preservar la vida humana, la fauna y la flora, hay que proteger nuestro medio ambiente.