Para bajar niveles de contaminación ambiental, hay que reducir el número de bolsas plásticas

ARCHIVO - EL NUEVO DÍA
En Estrasburgo, Francia, en reciente sesión del Parlamento Europeo, se acordó una medida que contribuirá a la descontaminación del planeta: la reducción en un 80 por ciento entre los años 2015- 2025 del uso de las bolsas plásticas de distribución generalizada en supermercados y tiendas de comercio.

El Pleno del máximo órgano político y gubernamental de la Comunidad Europea dio luz verde a este histórico acuerdo.

Se estima que en 10 años cada europeo utilizará al año un máximo de 40 unidades, frente a las 175 permitidas actualmente.

La norma de restricción se impone para las bolsas consideradas “ligeras”, con espesor no superior a las 50 micras.

Para lograr el objetivo del 80 por ciento de reducción en la próxima década se establece además un objetivo intermedio de una rebaja del 50 por ciento en el uso de estas bolsas en 2019, permitiendo que el consumidor gaste al año una media de 90 bolsas.

“Esta decisión, sin embargo, deja la posibilidad de que los gobiernos de cada país opten por uno de los objetivos previstos de reducción o en el mejor de los casos prohibir la distribución gratuita de las bolsas de plástico ligeras.

Las bolsas de plástico, a causa de su espesor, tardan centenares de años en transformarse, al igual las botellas de Tetrapack o Tetrabrik.

Estos empaques están hechos de polietileno. La naturaleza suele entablar una “batalla” dura contra ese elemento para degradarse.

En la Unión Europea se entregan en supermercados y comercios casi 100 mil millones de bolsas cada año las que solamente se utilizan por escasos minutos por lo cual ocho mil millones de bolsas van a parar a los centros de tratamiento de basuras y en la mayoría de los casos a los ríos, lagos o a las calles desmejorando ciudades y campos.

En virtud de este acuerdo los países podrán, además, eximir de la obligación (ya sea limitación del consumo o fijación de precio) aquellas bolsas cuyo espesor no supere los 15 micras, un tipo habitualmente utilizado.

Las bolsas son dispositivos plásticos de preferencia por las amas de casa para empacar y transportar frutas, carnes y verduras. La nueva norma ha sido negociada entre el Consejo, la Eurocámara y la Comisión Europea, si bien esta última aceptó el acuerdo final con reservas, ya que consideraba que no había estudios suficientes para fijar cifras concretas para los objetivos de reducción de consumo.

El voto ha sido celebrado por el grupo de Los Verdes en el Parlamento, que ha destacado que se trata de un “avance histórico” frente a los problemas que plantean los deshechos plásticos y otros residuos.

“Por primera vez los Estados miembros tendrán que cumplir objetivos obligatorios”, ha destacado la eurodiputada de Los Verdes Margarete Auken, quien ha apostado por el fin del reparto gratuito de bolsas como la medida “más eficaz”, siempre que se aplique “desde las grandes superficies hasta las pequeñas tiendas del barrio”.

Malos hábitos 

El Partido Popular Europeo (PPE), por su parte, ha destacado que la UE deje atrás un “mal hábito” y tome medidas para un entorno “más limpio”.

La ‘popular’ Pilar Ayuso también ha subrayado la importancia de que las bolsas más ligeras queden exentas de la norma porque “son indispensables para la venta a granel” de alimentos perecederos, por las garantías de seguridad e higiene que ofrecen.

También el grupo de Socialistas y Demócratas (S&D) ha apoyado el cambio legislativo y ha apuntado la necesidad de un “cambio de mentalidad” en la sociedad para que los consumidores asuman el hábito de llevar consigo bolsas reutilizables. 

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EL NUEVO DÍA

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