Con el glifosato se contaminaron el agua y el suelo del Tolima

ARCHIVO - EL NUEVO DÍA
Un estudio de tesis de doctorado en la Universidad Nacional de Colombia revela los efectos nocivos del herbicida en el Distrito de Riego Usosaldaña.

Según la FAO, a agricultura representa en Colombia el 12% del PIB. Hasta 2010, se importaban 139 mil millones de dólares en plaguicidas.

En una densa investigación titulada ‘Destino ambiental del glifosato en una zona arrocera del Tolima, Colombia’, la ingeniera Agrónoma María Cristina Bustos halló que el agua que abastece al distrito de riego del río Saldaña es transportada por más de 40 canales hacia los cultivos de arroz.

El agua que drenaba los suelos fértiles de esa región no retornaba a las canales, sino que llegaba directamente a pequeñas corrientes y después se filtraba a los espejos de agua de los ríos Chenche y Magdalena. El Distrito de riego Usosaldaña tiene un área de 37 mil 700 ha, de las que 14 mil 200 son dedicadas, principalmente, a la producción de arroz, y en menor proporción, a siembras de maíz, sorgo, maní, algodón y frutales.

Esta importante región tolimense fue monitoreada por la investigadora Bustos, hasta comprobar mediante análisis practicadas a distintas de agua y de suelo, la presencia de más de 270 productos agroquímicos, entre herbicidas, fungicidas, insecticidas.

El glifosato, un compuesto altamente soluble y potencialmente móvil en sistemas acuáticos aquí también en los suelos del sur del Tolima, se muestra muy problemático debido a su alta polaridad y solubilidad.

La doctora Bustos infiere de sus análisis que el altísimo uso de agroquímicos causa devastadores impactos sobre el ambiente y constituye serio riesgo para el ecosistema hipogeo, así como para aguas superficiales.

“La presencia del herbicida atrazina y su principal metabolito, desetil atrazina, en las aguas del distrito de riego de Saldaña, indica, además, que sus moléculas se están disolviendo peligrosamente en los cuerpos de agua utilizados y que su suelo también se está degradando. La investigación de la doctora Bustos puso en evidencia, igualmente, que en esos mimos cultivos de arroz, sorgo, maíz y trigo se sigue utilizando el DDT, fungicida prohibido desde los años 70.

En el río Magdalena, el principal de Colombia, se identificó también la presencia de atrazina, el carboxin y el BHT, lo que es considerado por la ingeniera agrónoma como una señal de alerta, ya que sus aguas son utilizadas en su recorrido para consumo humano.

Las sustancias químicas de los fertilizantes, herbicidas y pesticidas causan polución en las corrientes de agua superficiales, pues por efectos de escorrentía y lixiviación se alteran los ecosistemas acuáticos, causando pérdida de hábitats o reducción de biodiversidad, y pueden acumularse en la cadena alimenticia.

El glifosato es un herbicida post-emergente que aplicado en bajas dosis actúa como regulador del crecimiento de las plantas. En el mercado su principal producto comercial derivado es el Roundup, que se vende como sal isopropilamina. Es de baja toxicidad aguda oral y dérmica, pero es una molécula cargada que enlaza fuertemente las partículas del suelo, en especial minerales arcillosos y en general la materia orgánica.

De alta presencia

En Colombia los estudios elaborados sobre propiedades nocivas de este herbicida revelan su alta persistencia en suelos. El estudio tipo adelantado por la doctora Bustos en la zona arrocera del Triángulo del Sur del abarcó el destino ambiental del glifosato en una finca de 47 ha, donde se hizo seguimiento al uso del glifosato durante los recientea 10 años y al comportamiento del herbicida con respecto a las aguas y suelos de la parcela durante un ciclo completo de cultivo, comprobándose así que el glifosato está fuertemente adsorbido al suelo.

Otros investigadores ya habían evidenciado el efecto del glifosato sobre la microbiota, encontrando que esté causando efectos deletéreos sobre la biota microbiana del suelo, lo cual puede constituirse en un problema de contaminación ambiental dado su alta persistencia.

En el caso de Saldaña, es aplicado para el control de malezas, por lo general, dos veces antes de un ciclo de siembra; esto es, unas cuatro aplicaciones por año. En los cultivos de arroz del Tolima, el glifosato es tal vez el único herbicida que se aplica dos veces en una cosecha.

La presencia de residuos de plaguicidas en el ambiente y el interés público acerca de sus posibles efectos tóxicos han obligado a instituciones oficiales internacionales a establecer los niveles de la máxima concentración permisible de estos químicos. La Unión Europea tiene legislación muy estricta sobre presencia de plaguicidas en agua para consumo humano.

Credito
HERMÓGENES NAGLES COORDINADOR PÁGINA ECOLÓGICA EL NUEVO DÍA

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