La extracción de material de arrastre está secando los ríos en el Tolima

ARCHIVO - EL NUEVO DÍA
La voz de alerta la han dado en los últimos años las comunidades que habitan las márgenes de los ríos Luisa, Coello, Cucuana y Saldaña. En la presa Corea no se han extralimitado los permisos de recuperación de la bocatoma ni se ha alterado la vida del río, lo que se quiere es que esta no opere más, para que haya vía libre para la extracción de materiales de arrastre, denuncia Usocoello.

El grave deterioro ambiental de la red hídrica del sur del Tolima podría poner en peligro el nuevo Distrito de Riego del Triángulo del Tolima, el cual entraría en operación en el 2016, una vez se culmine la tercera fase del proyecto.

Esta megaobra que se construye en los municipios de Coyaima, Natagaima y Purificación busca llevar irrigación, en su primera fase, a dos mil hectáreas de terreno ubicadas en la zona de Natagaima. De acuerdo con el cronograma del Incoder, los trabajos ya adelantados comprendieron la captación y conducción del agua del río Saldaña y la construcción de la represa Zanja Honda, pero según se deduce de estudios ambientales, el caudal de esta vertiente no alcanzaría para bañar completamente esta vasta zona agrícola conformada por más de 20 mil hectáreas, pues los niveles de la cota del río, ya no son los mismos de años pasados.

Este caudal se ha venido a menos a causa del Fenómeno del Niño y por la extracción de materiales de arrastre como grava y arena, disminuyendo los lechos de las quebradas y riachuelos que alimentan su espejo de agua. Por la acción desenfrenada de la minería de río en épocas de verano los afluentes de El Saldaña quedan reducidos a grandes charcos y son brazos secos llenos de piedra y sedimentos con la consecuente desaparición de la riqueza ictiológica.

Este mismo fenómeno acontece en las demás vertientes del centro y sur del Tolima, donde se han concedido licencias para actividades de minería, sacándose de sus cauces millones de toneladas de material de arrastre que son vendidos a “precio de oro” en la Capital de la República.

En el municipio de San Luis la minería tiene a punto de desaparecer la red hídrica que drena el río Coello, por lo cual sus fuentes naturales intermitentes permanecen secos el mayor tiempo del año a causa del deterioro ambiental producido por la explotación minera de la empresa Cemex. En esta zona del departamento, pequeñas vertientes se suman a la cuenca del río Saldaña. En el Sureste del municipio se encuentran las quebradas Lemayá y Lemayacito, tributarias del río Luisa, las cuales fluyen hacia el municipio del Guamo y presentan el mismo daño ambiental. Pero la emergencia más grande la origina la extracción de minería de arrastre en las aguas del río Cucuana. La minería y otras actividades antrópicas son tan desbordadas que hay sectores como en la vereda Guadalajara de San Luis, donde se ve cómo pequeños empresarios toman las aguas subrepticiamente del distrito de riego de Usocuello para crear balnearios y ofrecen los servicios recreacionales de piscinas naturales.

La intensa actividad minera le extrae al río Cucuana miles de toneladas de material de gravas y areniscas, y está minando la vida poco a poco de esta vertiente natural, por lo cual se hace necesario un efectivo control por parte de Cortolima. Los usuarios del Distrito de Riego de Usocoello que beneficia a los municipios de Espinal, Coello, Guamo y Saldaña han solicitado en diversas oportunidades la suspensión de las licencias de operación otorgadas en los últimos años. Los denunciantes consideran que se viene presentando un usufructo desmedido de la cuenca en materia de extracción, de materiales de arrastre. Esta situación ha sido corroborada por Cortolima, entidad que ha propiciado encuentros y mesas de trabajo para llamar la atención de los empresarios a fin de que se mermen estas labores que atentan contra el recurso hídrico. A la altura de la quebrada Guadalajara se ha comprobado una alarmante disminución de las aguas. “Lo triste del caso, dice el gerente de la Asociación de Usuarios de Usocoello, el ingeniero Carlos Rojas, es que a raíz de la última creciente que destruyó la estructura de la presa Corea, la Procuraduría Ambiental del Tolima y la Personería del municipio de San Luis salieron a decir que los trabajos de rehabilitación efectuados para no sobrecargar el vaso de la presa, así como el encauzamiento de la fuente superficial aguas abajo de la bocatoma y la ejecución de una pequeña obra para mejorar el canal de agua limpia, han sido los causantes del deterioro de la cuenca”.

El funcionario sostiene que mediante el sistema de riego y adecuación de tierras de los ríos Coello y Cucuana, que beneficia una extensión de 623 mil 200 hectáreas, se ha trabajado siempre técnicamente y bajo parámetros de sostenibilidad ambiental durante algo más de sesenta años, conduciendo e irrigando el recurso hídrico sin afectar nunca la cota del río y menos sus cabeceras.

“Lo único que hemos hecho a lo largo de la historia del Distrito de Riego de Usocoello es garantizar el equilibrio de la región suministrando el agua necesaria para abastecer la producción agrícola de esta vasta región del departamento”. Rojas admite que existe una desproporcionada extracción de materiales de arrastre en varios sectores de la cuenca, entre las jurisdicciones de Guamo y San Luis. En el caso de la vereda Guadalajara afirma que parte de las señalamientos que hoy pesan sobre esta entidad que administra el recurso hídrico en esta región del departamento se deben a que hay interesados en que la presa deje de operar para ellos poder extraer libremente el material que se ha acumulado con el paso de los años aguas arriba de la bocatoma.

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