¿Qué es el paro nacional ambiental?

Crédito: Suministrado / El Nuevo Día.
Empiezo recordando la frase aquella tan llena de contenido y veracidad del exministro de minas del Ecuador Alberto Acosta con la que nos recuerda que los pueblos de América Latina sufrimos de un mal muy particular: “la maldición de la abundancia”. La cito para entender los orígenes de la gran cantidad de problemas socioambientales en América Latina, en donde Colombia no es la excepción.
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Hace más de 500 años nuestros territorios se volvieron apetecibles para los países que poco a poco fueron agotando sus recursos naturales. Esto se acentuó aún más con el surgimiento de la Revolución Industrial. Fue ahí en ese momento histórico tan importante para la humanidad, en donde pasamos a ser parte del gran ponqué digno de ser repartido por las potencias mundiales.

Cabe recordar que desde la década de los 90 Colombia fue obligada por la banca internacional a abrir sus mercados; fueron los primeros pasos para llegar hoy a lo que conocemos como los TLC (Tratados de Libre Comercio). De los cuales Colombia ha firmado hasta el momento 17 TLC con más de 20 países, producto de ello, se ve reflejado un desbalance enorme en cuanto al volumen y diversidad de productos importados y exportados.

Fue así como gracias a los TLC que nuestro país ha venido sediento casi que obligatoriamente a las exigencias y demandas por parte de las multinacionales mineras, petroleras, madereras y desde luego las grandes empresas agroindustriales.

Ante este panorama devastador y desesperanzador han surgido en los últimos años algunos grupos ambientalistas conformados por profesionales de toda índole, jóvenes estudiantes, pensionados, líderes sociales, intelectuales, indígenas, raizales, etc. Para quienes sin importar los riesgos que se corran es más importante salvaguardar nuestros activos ambientales siempre pensando en las presentes y futuras generaciones.

Cabe resaltar el papel preponderante que ha venido desarrollando el Tolima en la defensa del territorio desde hace más de una década, cuando hizo presencia la multinacional minera AngloGold Ashanti en Cajamarca y luego en Piedras. A raíz de lo anterior se ha realizado 13 marchas carnaval en Ibagué y otros municipios del Tolima, en donde hay presencia de multinacionales mineras y petroleras, como por ejemplo la marcha carnaval de Líbano, Espinal, Villarrica, Cajamarca, Roncesvalles, etc.

El Tolima se ha convertido en ejemplo a seguir por los ambientalistas nacionales y latinoamericanos, en cuanto a la utilización de mecanismos de participación ciudadana (consultas populares), veedurías ciudadanas, procesos de resistencia civil, trabajo pedagógico, acuerdos municipales, entre otros, además han sido el ejemplo de movilización social representado en el gran número de marchas carnaval, todas ellas coloridas, con una gran expresión cultural y folclórica, realizadas en el marco de la conmemoración del día Internacional del Medio Ambiente a las cuales se han sumado en los últimos años otras ciudades capitales como: Bogotá, Armenia, Neiva, Florencia, Bucaramanga, Tunja, Manizales, Medellín, Valledupar, Pasto, Cali, Barranquilla y fuera de Colombia también en: Londres, París, Estocolmo y Bélgica.

Este año en el marco del Gran Paro Nacional que arrancó el 28 de abril, el Comité Ambiental en Defensa de La Vida (Cadv) realizó su XII marcha carnaval el 14 de mayo de 2021 con la presencia desbordada de 150 mil personas en las principales calles de Ibagué danzando, cantando y gritando arengas a favor del Medio Ambiente.

Este sábado 5 de junio más de 230 organizaciones sociales y ambientales, 13 departamentos del país, 33 municipios se suman al Gran Paro Nacional Ambiental para exigir en una sola voz que se respeten las consultas populares, los derechos de los campesinos y raizales, para decir no al fracking, no a la aspersión con glifosato, no a la construcción de hidroeléctricas, y para exigir la implementación del acuerdo de Escazú; pero la exigencia más importante al gobierno nacional es el respeto hacia la vida de los líderes y lideresas ambientales y sociales.

 

* Integrante del Comité Ambiental de Ibagué y la Red Departamental de

Comités Ambientales del Tolima.

Credito
Hélida Helena Bárcena

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