La calidad educativa se logra con mejores condiciones a docentes

COLPRENSA - EL NUEVO DÍA
Después del escándalo mediático que causó la noticia, la ministra de Educación, María Fernanda Campo, dijo que aunque reconocía que los resultados eran muy malos para la educación básica, ya se estaban promoviendo esfuerzos desde su cartera para revertir la situación. En general, quedó claro que aunque los índices de cobertura han crecido, la calidad sigue siendo el punto débil.

Los nuevos datos fueron peores. Cuando se conocieron los resultados específicos en pruebas de habilidad cotidiana para niños de 15 años, (Pisa) los estudiantes colombianos quedaron en el puesto 44, el último en esa escala.

Las causas de esa situación, según los expertos, son diversas: como el modelo educativo, la falta de preparación de los estudiantes, la baja cualificación de los docentes, los contenidos exagerados e inoficiosos, así como el manejo de grupos numerosos por solamente un docente.

En febrero la Fundación Compartir socializó una propuesta resultado de un trabajo investigativo, sobre la que considera que daría un revolcón a como se educa a los jóvenes y, en especial, a los resultados de ese proceso.

De inmediato, el presidente Juan Manuel Santos aseguró que acoge esas propuestas, para aplicarlas desde el Gobierno en el mediano y en el corto plazos, para cerrar esta administración o en caso de llegar a ser reelegido.

Los últimos resultados

Patricia Camacho, gerente de Educación de Compartir, considera que los resultados de las pruebas Pisa no son sorprendentes, pues los estudiantes tienen mala comprensión de lectura y están mal preparados en niveles básicos de matemáticas y ciencias. Por eso asegura que el sistema colombiano necesita un fortalecimiento, en camino a poner la educación como programa bandera.

“Las pruebas no están descontextualizadas con la realidad colombiana; cuando el país decide tomarlas sabe a lo que se atiene, no tiene sentido decir que no son válidas porque es mejor no tomarlas”, señaló.

Por eso, al contrario de entrar en el debate sobre los resultados o la conveniencia de someterse a las pruebas, Camacho dice que deben conocerse los ejemplos de otros países, especialmente de los que están en primer nivel.

Para llegar al nivel de países como Singapur, Canadá, Finlandia o Corea del Sur, que ostentan los puestos de privilegio en Pisa, hay que empezar a cambiar prácticas que o ya están obsoletas o son innecesarias para los jóvenes de ahora. Para eso se requiere de acciones concretas, fáciles de ejecutar y que no sean temporales si no que perduren.

Dicha propuesta funciona en torno a cinco ejes: Una excelente formación previa, vincular a los mejores bachilleres a la carrera docente, evaluaciones para el mejoramiento continuo, buena formación en servicio y excelente remuneración económica.

“Los países que puntean estas pruebas dan toda la importancia a la docencia, saben que son los maestros los protagonistas. Allí son respetados socialmente, tienen una remuneración competitiva, son los mejores bachilleres del país, formados en las mejores facultades y son naciones que dan toda la capacidad para potenciarlos”, explicó Camacho.

Un camino por recorrer

Según dice la directiva, la educación es un factor determinante en el progreso económico de una nación. Singapur, Finlandia, Canadá y Corea del Sur, son países con altísimo desempeño en pruebas internacionales de conocimiento y así lo han entendido. Tanto así que dichos países tienen un énfasis continuo en la calidad de su educación; en Colombia la situación es muy distinta.

En esas naciones hay muy buenos programas de formación media y en servicio, en los que la práctica y la investigación son vitales. Además, los docentes reciben becas de estudio y subsidios de manutención, para formarse en pregrado y posgrado.

En contraste, según Camacho, Colombia tiene problemas que han logrado identificar investigaciones como la de Compartir. Por ejemplo, que en el país se contrate docentes con menos de cuatro años de educación, se formen en múltiples áreas sin especializarse y que la profesión sea tenida en cuenta como “descarte”.

Se sigue educando como en el Siglo XX 

Para el experto en educación y profesor de la Universidad de la Sabana Juan Camilo Díaz, el país sigue en un modelo rígido, en el que un profesor da una cátedra y los estudiantes toman apuntes y memorizan, lo cual dificulta que la vocación de los jóvenes sea explotada.

Asegura que los modelos que se han intentado copiar de otros países han resultado un fracaso, porque, en su concepto, desconocen las realidades que vive el país y no responden a lo que pueden aplicar en la vida real.

“El modelo que usamos es memorístico, en el cual no enseñamos a pensar, sino a memorizar datos para presentar una evaluación. La metodología actual plantea al docente como un dictador, es decir, dictar clases a sus grupos asignados al día y los muchachos copian en el cuaderno”.

Por eso Camacho dijo que “hay que hacer una innovación educativa en lo que son prácticas pedagógicas”, agregando que para conseguirlo, hay que darles herramientas a los docentes para que puedan innovar en sus clases.

Credito
EL NUEVO DÍA

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