Fecode y la jornada única

No hay la menor duda de que la gobernanza o la gobernabilidad que los agentes estatales tienen sobre el sistema escolar está fuertemente influida por los intereses gremiales y políticos de la Federación Colombiana de Educadores, Fecode, y por sus sindicatos filiales en cada departamento.

Entonces, el éxito de una política publica o programa dirigido al sistema escolar debe contar con la colaboración de los docentes y sus organizaciones sindicales. Es pertinente saber cuál es la posición que tiene Fecode sobre una de las líneas programáticas del Ministerio de Educación, la que consiste en la implementación gradual de la Jornada Única en los establecimientos educativos oficiales, a partir del próximo año.

Ya conocemos los lineamientos que el Ministerio de Educación ha dado sobre la Jornada Única, también hay suficiente literatura y resultados de investigaciones que llegan a la conclusión sobre los beneficios resultantes de la dedicar mayor tiempo a la enseñanza y el aprendizajes de los estudiantes.

“Dedicar mayor número de horas a la enseñanza y el aprendizaje de las Matemáticas incide positivamente en los resultados de esta asignatura, principalmente en el grado quinto” (Chamorro, 2011), es una conclusión a la que se llega del estudio sobre factores asociados a los logros de los estudiantes en las pruebas estandarizadas Saber, que se ha tomado como indicador de la calidad educativa en el país.

El tiempo dedicado a la enseñanza y el aprendizaje es uno de los factores de la calidad educativa en cada institución escolar. Desde luego que hay muchos otros que se pueden agrupar en factores relacionados con las características de los estudiantes y sus familias, factores de la escuela, de la gestión escolar y del contexto social y económico.

Tomo como referencia los datos que suministran Over Dorado Cardona y Carlos Enrique Rivas Segura, miembros del Comité Ejecutivo de Fecode para deducir la posición que por ahora tiene este organismo sindical sobre la propuesta gubernamental de la jornada única.

“Jornada Única sí, pero no así”, es una frase en la que se resume la posición de Fecode. La organización sindical ha construido una cifra sobre los costos de la jornada única y llega a la conclusión de que el costo de la fase piloto sería de 24 billones de pesos, frente a un presupuesto de 32.6 billones para los gastos en educación de 2015, la mayor parte de ellos para atender salarios y prestaciones sociales del personal.

“Colombia está lejos de lograr este propósito”, por falta de recursos financieros. Se requeriría de “un incremento del PIB para educación en un 7.5 por ciento en el cuatrienio”.

Porque es necesaria la construcción de tres mil nuevos planteles educativos. El Ministerio de Educación indica que se necesitan 51 mil aulas nuevas y esa inversión se haría en una cuarta etapa de la implementación de la jornada, en 2017.

Más docentes, derechos laborales que se afectan 

Fecode manifiesta que “la jornada única atenta contra los derechos laborales y prestacionales del magisterio” (Rivas Segura). Las altas inversiones que exige la jornada única afectarían el mejoramiento salarial del magisterio que se pide al establecer un salario profesional; se ampliará la modalidad de contratar docentes por prestación de servicios, que no tendrían acceso a la carrera docente, y hay temores sobre la posible privatización e implementación de la flexibilización laboral en el magisterio.

Se calcula que la inversión anual de la Nación para vincular nuevos docentes que la jornada única requiere, llega a la cifra de 4.2 billones de pesos anuales para 108 mil 900 docentes adicionales, necesarios para atender los dos millones 114 mil 36 estudiantes que actualmente estudian en las jornada de la tarde en planteles oficiales en el país.

La propuesta del MEN es que los nuevos períodos de clases sean de siete horas para preescolar, ocho para primaria y nueve para secundaria y media, lo cual implicaría un horario hasta las cuatro de la tarde, que incluiría suministro de desayunos y almuerzo para los estudiantes. Se calcula que el costo de alimentación sea de 3.7 billones de pesos, con una inversión de 441 mil pesos por cada estudiante.

Desde luego que el Estado tiene opciones diversas para disponer del servicio profesional de docentes para estas jornadas: ajustes en la planta de personal para que se cumplan las relaciones técnicas de alumnos por docente establecidas; vinculación de los actuales docentes a través de horas cátedra que se le pagarían adicionalmente.

Existe el temor de que los establecimientos educativos pierdan autonomía curricular y de otra índole, para ello se pide “respeto a la autonomía escolar y a los PEI”, la implantación de currículos pertinentes. Tampoco hay suficiente claridad entre la jornada única y estrategias como la jornada escolar extendida y la complementaria que se desarrolla en varias entidades territoriales.

Credito
LUIS EDUARDO CHAMORRO RODRÍGUEZ ESPECIAL PARA EL NUEVO DÍA

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