El debate sobre los derechos humanos de los homosexuales también ocurre en el ámbito escolar, al considerar que los estudiantes no pueden ser discriminados por su identidad u orientación sexual, no pueden ni deben ser discriminados por su condición. Tienen derecho a la dignidad humana, a la autonomía, al libre desarrollo de la personalidad, a la igualdad ante los demás y, principalmente, tienen derecho a que se les respete su derecho a la educación en los núcleos esenciales del acceso y la permanencia en las instituciones educativas.

Esto queda corroborado en la más reciente sentencia de la Corte Constitucional, al abordar un derecho de tutela de un estudiante al que se le negó el cupo de matrícula en Aracataca, Magdalena, por sus condiciones de transexual (se porta como mujer, siendo biológicamente un hombre).

“El ámbito educativo es uno de aquellos en donde se presentan mayores prácticas discriminatorias en contra de las personas transgeneristas”, dice la Corte (El Tiempo, 2015, enero 21, p.5).

Sobre la homosexualidad en las instituciones escolares ya son abundantes las normas, pero también las prácticas discriminatorias contra estudiantes identificados como homosexuales, bisexuales, transexuales y metrosexuales. Porque se debe aceptar que resulta incómoda la presencia de una persona de tales características en un ámbito donde son comunes las actitudes homofóbicas y el rechazo a las conductas disruptivas, de indisciplina y de intimidación o matoneo que tales situaciones crean en las instituciones escolares. En ámbitos donde los heterosexuales somos mayoría, es decir, con inclinaciones hacia el otro sexo.

De todas maneras, es pertinente recordar que no se puede negar el cupo de matrícula a un adolescente o joven homosexual, “un trato justo hacia los homosexuales tiene que basarse en el respeto, la consideración y la tolerancia”, dice la sentencia T-539 de 1994 de la Corte Constitucional. Hay que recordar que el homosexualismo ya no es delito como lo fue hasta 1980 y que, en consecuencia, en los manuales de convivencia tampoco deben aparecer faltas ni sanciones por conductas homosexuales. “El que los estudiantes opten, en ejercicio de su autonomía y con plena conciencia, por una opción sexual diversa, no puede constituir una falta disciplinaria, ni menos aún un fundamento constitucionalmente válido para la imposición de sanciones en el ámbito educativo, particularmente la suspensión”, dice al respecto la sentencia de la Corte Constitucional T-565 de 2003.

Entonces, es común que sea vea al homosexualismo como una conducta moralmente inaceptable, como una conducta tabú, pero tanto docentes como directivos de la educación deberán aprender a convivir con estas situaciones, que en muchos de los casos pueden generar conflictos de convivencia en las instituciones educativas.

Una investigación sobre diversidad sexual

Bajo la dirección de Agustín Ricardo Angarita Lezama, actual asesor de la Alcaldía de Ibagué, dos estudiantes de la Maestría en Educación de la Universidad del Tolima -Herman Sigifredo Rubio Vivas (actual rector de la institución educativa Isidro Parra del Líbano) y Nelly Johanna Díaz Ramírez- elaboraron la investigación que lleva por título ‘Violación de derechos frente a la diversidad sexual al interior de la institución educativa’ (2012).

En la investigación ambos abordan la conceptualización relacionada con la diversidad sexual, los orígenes y causas de la homosexualidad, la discriminación escolar y la diversidad sexual, la homofobia y los derechos sexuales y reproductivos, al igual que la legislación sobre la homosexualidad en Colombia y en otros países.

Se trata de una investigación de estudio de casos, de enfoque cualitativo, efectuada en una institución educativa donde se ha identificado estudiantes homosexuales.

“La iglesia y la religión son instancias que históricamente han promovido la anulación y desaprobación de la diversidad sexual catalogándola como pervertida y sucia y dando validez única y exclusivamente a aquella sexualidad para la reproducción”, se menciona en una de las conclusiones de este trabajo investigativo de los dos docentes ya citados.

“La escuela ha sido el sitio ideal para replicar el pensamiento de la iglesia, imponer el paradigma machista y crear una cultura de inequidad de género y diversidad sexual. Es ella, también, el escenario para sojuzgar al individuo que rompa con estas estructuras a través de a discriminación. La escuela erróneamente promueve el argumento de que el niño, la niña y el adolescente solo podrá ser autónomo a partir de los 18 años y cuando haya abandonado la escuela”, agrega el texto, sobre el mismo tema.

Trata sobre el machismo y los tabúes que giran en torno a la sexualidad y la homosexualidad; sobre la discriminación por género y diversidad sexual que “no es ajena a otros tipos de discriminación, segregación, exclusión y marginación escolar”.

“Es preciso romper el silencio ante la discriminación sexual y ante la homofobia escolar”, apunta.

Causas de la homosexualidad 

Interesante el capítulo de la investigación que se ocupa de los orígenes y causas de la homosexualidad. Porque a padres de familia y educadores les surge la pregunta: ¿Por qué la homosexualidad? ¿De dónde surge?

Hay diversas teorías al respecto. Que la homosexualidad obedece a una condición fisiológica, biológica y emocional “que se da desde el nacimiento”, en consecuencia tendría un origen genético, es innata. “No obstante múltiples dudas”.

“Otros afirman que los hombres homosexuales tienen una alta probabilidad de tener parientes también homosexuales en la línea materna”.

Otras teorías explican la homosexualidad por efectos hormonales, como producto de una descompensación entre hormonas sexuales masculinas y femeninas que tienen hombres y mujeres; otra teoría explica la homosexualidad por la estructura cerebral; y también están las teorías psicodinámicas, las psicoanalíticas, las conductuales, estas últimas como producto de conductas aprendidas, y las teorías sociales, según las cuales el homosexualismo es producto de construcciones sociales.