El Plan consiste en que las secretarías de educación certificadas por el Ministerio de Educación, postulen predios de colegios para su reconstrucción o postulen lotes para un nuevo establecimiento; también deben presentar un proyecto de cómo se diseñará la infraestructura y lo que se requiere; y que acepten una cofinanciación de mínimo 30 por ciento el distrito y máximo 70 por ciento la Nación. 

Sin embargo, la convocatoria no ha tenido muchos interesados y hasta ahora solo se han inscrito cuatro propuestas. Una en el Huila, una de Antioquia y dos de Chía (Cundinamarca). No obstante, aunque la iniciativa abrió el pasado 6 de enero y cierra este viernes 30, no están los recursos designados para tal proyecto porque depende del número de inscritos. 

Infraestructura Educativa 2015- 2018 nació con un objetivo principal: establecer la jornada única en todo el país. Dentro de las estimaciones del ministerio se proyecta que para acabar con la jornada de la tarde, “es necesario construir 50 mil nuevas aulas en las 95 entidades territoriales certificadas”. Esto estaría dentro del objetivo de ser la Nación más educada de América Latina en 2025. 

Entre los requisitos también está que el proyecto sea la integración de dos o más sedes educativas en un sola infraestructura escolar orientado a generar oferta con calidad y mayor cobertura de la educación, preescolar, básica y media. 

Para expertos en educación como Mónica Leyva, presidenta de Edupol, el proyecto será exitoso si el ministerio ya cuenta con esos recursos. “El éxito de poder construir esas aulas depende del seguimiento que se le haga por un equipo de trabajo del ministerio, asumiendo que están los recursos, las construcciones van a la velocidad de la plata”, dice. 

Luis Gruber, presidente de la Federación Colombiana de Educadores, Fecode, dice que el anuncio de proyectos educativos sin recursos tangibles se está convirtiendo en algo recurrente. 

“Los recursos del Sistema General de Participación ya están en el techo y si se mira lo propuesto presupuestalmente, no hay un crecimiento objetivo de los recursos para educación”. El dirigente gremial agregó que el error del lanzamiento de este plan consistió en que “no es posible crearlo sin recursos, por eso hay que definirlos para ver qué se puede hacer, o si no es un saludo a la bandera”.