En el Tolima seguimos con problemas de calidad educativa si aceptamos que los resultados de las pruebas estandarizadas Saber 11 aplicadas por el Icfes en agosto pasado evalúan parcialmente la calidad de los aprendizajes de los estudiantes en el bachillerato.

Lo anterior, porque apenas el 37.5 por ciento de los establecimientos educativos clasificados por el Icfes en los 47 municipios del Tolima alcanzó las categorías A+ o muy superior, la categoría A o superior y la B, que tiene equivalencias con las categorías altas de antes de 2014.

Son 13 los establecimientos educativos de categoría A+, 24 de categoría A, 71 en B, 119 en categoría C y 69 en D, esta última equivalente a las categorías inferior, muy inferior y baja de antes.

Estudios de caso

Debemos poner la mirada sobre aquellos municipios donde todos los establecimientos están clasificados en la categoría D, la más baja. La situación más grave la tiene Coyaima, donde las 18 instituciones educativas que operan allí en las zonas rurales y en la zona urbana, se ubican en esta categoría.

También pueden considerarse como graves las situaciones dadas en Espinal, donde nueve de los 20 establecimientos que operan allí han sido clasificados en la categoría D, y ocho en la C, las más bajas; en Guamo, por su parte, de los siete establecimientos educativos que gradúan bachilleres se ubican tres en categoría C y cuatro en la D, las más bajas. En el Sur, el caso de Rioblanco es preocupante porque a la vez es uno de los municipios de baja cobertura escolar. En Rioblanco, cinco instituciones se clasifican en la categoría C y una en la D.

Ibagué tiene los mejores desempeños porque aporta el 60 % de los establecimientos educativos en las tres categorías altas o superiores: 11 en categoría A+, 17 en A y 32 en B. De esta manera, en municipios fuera de Ibagué sólo clasificaron dos colegios en categoría A+ y 7 en la A, las de mayor excelencia, según la medición de las cinco categorías con las que se clasifican los colegios.

¿Las pruebas Saber evalúan calidad educativa?

Las instituciones escolares y los estudiantes a los que les va bien en las pruebas elogian o aceptan este tipo de pruebas estandarizadas. Por su parte el Ministerio de Educación tiene su propio discurso teórico para justificarlas. Pero hay quienes ponen en duda la pertinencia de ellas para evaluar la calidad educativa en Colombia.

Se crea, entonces, el debate que se acentúa en los tiempos en que el Icfes divulga los resultados. ¿En realidad las pruebas Saber evalúan la calidad educativa que ofrece un establecimiento educativo? ¿Se puede decir que un colegio es de buena calidad porque sus estudiantes obtienen buenos resultados en estas pruebas estandarizadas?

El Ministerio indica en sus documentos oficiales que las pruebas Saber 11 pretenden entregar información sobre el desarrollo de las competencias básicas que los estudiantes han debido aprender; que proporciona “elementos al estudiante para hacer su autoevaluación... Monitorear la calidad de la educación. Servir como fuente de información para la construcción de indicadores de calidad de la educación” (2014).

Desde luego comienza a crecer la idea y las reflexiones de carácter teórico para argumentar que no es apropiado centrar la acción educativa en torno a estas pruebas estandarizadas que desarrollan un modelo de eficacia escolar, enfocado a los resultados, olvidando los procesos de formación humana de los estudiantes. Porque será siempre difícil evaluar a través de los cuestionarios correspondientes la necesaria formación en valores y actitudes, la formación en competencias del “hacer”, con base en lo cognitivo. Son pruebas que afectan o influyen sobre el desarrollo curricular de cada una de las áreas y asignaturas del plan de estudios, sobre lo que se enseña, cómo enseñan y evalúan los aprendizajes.

“En la práctica el énfasis en la calidad significa la pérdida de importancia de la educación”, dice de manera perentoria el colombiano y doctor en educación Rodrigo Jaramillo Roldán.

Y agrega: “El maestro pierde la importancia como formador y depositario del saber. Por efectos mercantiles, se imponen mutaciones lexicales de la eficacia y la rentabilidad... Es necesario oponerse a su medicionismo, a la tendencia certificacionista y el predominio de la estandarización” (2015, p.37. La calidad de la educación: los léxicos de la deshumanización).

El cuadro de honor según la clasificación Icfes 

Ibagué es el municipio campeón en los resultados de las pruebas Saber 11 y lo es en la clasificación de las cinco categorías que ahora se utilizan, equivalentes a las siete de años anteriores a 2014. Once de los establecimientos educativos lograron la categoría A+ o muy superior, que agrupa a los planteles educativos en los que el 60 por ciento de los estudiantes logró puntajes en un 33 por ciento en nivel “superior” en sus pruebas individuales de por lo menos tres de las cinco pruebas básicas. Entre los 11, sólo un establecimiento educativo es oficial: la institución educativa Santa Teresa de Jesús, plantel educativo que siempre ha estado en la cúspide en lo transcurrido del presente siglo.

También lograron esta categoría de excelencia dos colegios privados de fuera de Ibagué: el Antonio Claret de Líbano y el Gimnasio Beth Sharon de Mariquita. El Icfes, en las últimas 48 horas, ha modificado la relación de los establecimientos educativos, según estas categorías; en consecuencia, los datos, hasta ahora, pueden considerarse como provisionales.

Estos son los establecimientos educativos de categoría A+ (muy superior): 

La institución educativa oficial Santa Teresa de Jesús, además de los colegios privados Champagnat, Comfenalco, Jiménez de Cisneros, Los Samanes, Tolimense, Eucarístico, Gimnasio Campestre, Gimnasio Los Robles y Colegio Inglés. Fuera de Ibagué, el San Antonio María Claret, de Líbano, con 61, y el Gimnasio Beth Sharon, de Mariquita.

Los establecimientos educativos de categoría A (superior) son en Ibagué, los oficiales Leonidas Rubio Villegas, Nuestra Señora de Fátima, Exalumnas de La Presentación; Liceo Nacional, Musical Amina Melendro, San Simón, Sagrada Familia y la Normal Superior en Ibagué. Los privados en Ibagué, Inocencia Chincá, Santander, San Isidro Labrador, La Presentación, María Inmaculada, Académico Rosarista ,Comfatolima, Americano y Adventista.

Los establecimientos de categoría A de fuera de Ibagué son: Santa Teresa del Niño Jesús, privado, al igual que Soledad Medina y Medalla Milagrosa, oficiales, en Chaparral. En Mariquita, la institución educativa oficial Santa Ana; en Honda, el colegio privado de la Corporación de Educación del Norte del Tolima, y en Espinal, también privados, Nuestra Señora del Rosario y el Liceo Pedagógico Santo Domingo Savio. 

Clasificación de los planteles educativos del Tolima,según categorías de desempeño en las pruebas Saber 11, 2015