Por múltiples motivos, una buena cantidad de infantes y adolescentes en edad escolar no quieren acceder a las aulas de las instituciones escolares o las abandonan, y los padres de familia no hacen mayor esfuerzo dirigido a la mayor educación de sus hijos. Es lo que dicen las cifras sobre cobertura escolar de los últimos cinco años, en el Tolima y en Colombia.

Uno de los indicadores de cobertura es la inasistencia o el ausentismo escolar, es decir, el total de infantes y adolescentes que aun en edad escolar (cinco - 16 años) no se matriculan para acceder a la educación formal.

En el Tolima, en 2015, según datos del MEN - Simat y proyecciones de población del Dane, la cifra de ausentistas del sistema escolar llegó a la cifra de 45 mil 863 que se quedaron por fuera de las aulas por diferentes motivos. De ellos, 16 mil 514 son residentes en Ibagué.

Son cifras que equivalen a decir que cerca de una cuarta parte de los infantes y adolescentes en edad escolar (el 24.4%) no se matriculó en los establecimientos educativos que el Estado dispone para la oferta de educación. Ese ausentismo o inasistencia escolar crece paulatinamente, porque cinco años atrás, en 2011, apenas llegaba a 36 mil 876 personas fuera del sistema escolar.

Este fenómeno generalmente se evalúa con base en las tasas brutas y netas de cobertura, indicadores que desde luego tienden a decrecer.

Otro indicador de cobertura escolar se relaciona con la disminución paulatina de la matrícula, que es un fenómeno nacional para el que ha sido poco eficaz la gratuidad educativa vigente desde 2012 (Decreto 4807 de 2011).

En Colombia, entre 2011 y 2014, la población estudiantil matriculada disminuyó en un estimado de 7.83%.

Hay 40 mil menos en las aulas

En el Tolima, la disminución de la matrícula llegó a ser de 40 mil 241 estudiantes en el último quinquenio, que equivale a 11.8% de estudiantes menos matriculados en los niveles educativos de la educación formal, es decir, desde el preescolar hasta el grado Undécimo. En Ibagué esa disminución es relativamente más baja, de seis mil 143, equivalentes a un 5.1% de estudiantes menos entre 2011 y 2015.

La disminución de la matrícula también llega a la Universidad del Tolima. En 2011, cuando la Universidad logró la mayor población estudiantil en lo corrido del presente siglo, la matrícula en el semestre A fue de 47 mil 837 estudiantes en la modalidad presencial y a Distancia, cifra que pasó a ser de 21 mil 995 estudiantes en 2015, es decir 25 mil 842 estudiantes menos, disminución del 54 por ciento que ha afectado los ingresos corrientes de la Universidad.

La deserción escolar intraanual afecta la cobertura escolar y es aquella que establece la relación entre los estudiantes que se matriculan para asistir a las aulas en un año escolar y los que abandonan las aulas durante ese mismo año; es un fenómeno de ineficiencia interna, de incapacidad del sistema escolar para retener en las aulas a los estudiantes que se matriculan.

En el Tolima, el total de estudiantes desertores era de 12 mil 262 en 2013, cifra que equivale a una tasa de deserción intraanual del 4.2 por ciento. En Ibagué la tasa de deserción intraanual fue del 3.58 por ciento en 2014, que equivale a cuatro mil 161 desertores.

Si a la cifra de desertores se le suma el total de estudiantes reprobados o que “pierden el año”, en el Tolima se tiene un total de 35 mil estudiantes (2013) bajo el concepto de “fracaso escolar” o de mortalidad académica, indicadores de ineficiencia interna del sistema escolar, según datos reportados por las oficinas de Cobertura Escolar de las secretarías departamental y de Ibagué.

La matrícula en 2016, en los municipios 

La Secretaría de Educación del Tolima ha establecido un ranking comparativo de la matrícula de 2015 en los 46 municipios no certificados, con respecto a la matrícula registrada en las instituciones educativas oficiales hasta el 25 de enero de 2016. Categoriza a 15 municipios en situación crítica, aquellos donde no se ha alcanzado la matrícula del año pasado, entre un 10 y 25 por ciento.

A estos municipios en situación crítica en cuanto acceso a las aulas, se les puede sumar Ibagué, la capital, ya que hasta el 4 de enero la población estudiantil matriculada en instituciones educativas oficiales llegaba en 2016 a la cifra de 72 mil 727 estudiantes, siendo que fue de 87 mil 227 en el 2015, es decir, por ahora la disminución de la matrícula en la capital es de 14 mil 500 estudiantes, equivalente al 16.6 por ciento menos, con la advertencia de que los establecimientos educativos tienen abiertas las matrículas hasta el último día de marzo.
 

Municipios en situación crítica

Alvarado
Carmen de Apicalá
Chaparral
Espinal
Falan
Flandes
Honda
Natagaima
Ortega
Palocabildo
Planadas
Purificación
Rovira
San Antonio
Suárez
Además, ningún municipio ha llegado al total de matriculados en 2015.

Ranking de baja de la matrícula 

¿Cuáles son los municipios con mayor disminución de la matrícula entre 2011 y el 2015? También es posible establecer un ranking, lo cual le gusta bastante a la actual ministra de Educación, Gina Parody.

Natagaima es el municipio con mayor disminución porcentual de su matrícula en el quinquenio 2011 - 2015. Era de cinco mil 377 estudiantes matriculados en 2011 y pasó a ser de tres mil 655 en 2015, es decir mil 722 estudiantes menos, equivalentes a un 32 por ciento. En el otro extremo está Melgar, donde no hubo disminución y en cambio un incremento de su matrícula en un 5.11 por ciento, con 469 estudiantes más.

Ibagué, relativamente, no tiene una disminución de matrícula alta pero en números absolutos fue de siete mil 810 estudiantes menos al pasar de 95 mil 915 en el 2011 a 88 mil 105 estudiantes matriculados en los establecimientos educativos oficiales, en el quinquenio que se analiza.

¿Qué está pasando en educación?

A primera vista, pareciera que estas cifras y los hechos correspondientes no producen mayor ruido en el ámbito del Tolima, son cifras y sus hechos que se han vuelto invisibles porque hacen parte de la cultura escolar; no hay mayor alusión a estos fenómenos relacionados con la cobertura o acceso y permanencia en la educación, como un derecho fundamental y Derecho Humano que se está vulnerando a infantes y adolescentes. Nuestro sistema escolar está afectado de lo que se podría denominar como “esclerosis educativa”. 

Son muchos los políticos, mandatarios, directivos de la educación y ciudadanos en general que guardan silencio en cuanto a la evolución de estos fenómenos, expresados en datos cuantitativos. Faltan los datos relacionados con la calidad de la educación y calidad de la enseñanza que se ofrece en el Tolima, temas que quedan pendientes. También queda pendiente el análisis sobre los posibles factores que están influyendo en la ocurrencia de estos fenómenos.