La Facultad de Educación de la U.T. y su responsabilidad en la formación de docentes

SUMINISTRADA - EL NUEVO DÍA
Inversiones en laboratorios, diseño de doctorados y la preparación de al menos dos mil 200 profesionales en 2015 y 2016 son el balance.

Los hallazgos de investigaciones sobre los efectos e impactos de la calidad de los docentes sobre la calidad educativa en general dicen que las características de la formación inicial y continua de los docentes tiene una alta influencia. De tal manera que, si se pretende mejorar la calidad de los aprendizajes de los estudiantes habrá que invertir e intervenir sobre los factores de la calidad de los docentes.

En el Tolima, debido a esta situación, cada vez que habla de calidad educativa se pone la mirada sobre lo que se está haciendo en la Facultad de Educación de la Universidad del Tolima dirigido a mejorar el desempeño disciplinar y pedagógico de los docentes tanto en su formación previa como en los egresados.

“El promedio anual de licenciados en Educación graduados en la Universidad del Tolima entre 2001 y 2009 es de 613 profesionales, cifra que incluye los egresados del Idead pertenecientes a otros departamentos”, reseña el informe del Observatorio de la Educación de la U.T., ‘Perfil del docente del Tolima’ (Chamorro, 2011). Es una cifra que da una idea del origen la formación inicial de los docentes del Tolima. Así, de esta manera, no hay una sola institución educativa donde no haya docentes egresados de la Facultad de Educación de la U.T.

¿Sigue existiendo interés en estudiar para ser docentes?, le preguntamos al decano de la Facultad de Educación, Andrés Felipe Velásquez, donde se ofrece seis licenciaturas en Educación con ese propósito.

“Hay bastante interés, la demanda es grande en todas las Licenciaturas, principalmente en inglés, que ha venido creciendo. Matemáticas se ha mantenido, por encima de los 30. Nosotros hemos tenido más o menos mil 950 estudiantes por semestre, es la facultad más grande en la Universidad del Tolima, de acuerdo con el número de sus estudiantes. Tenemos seis licenciaturas, la matrícula se ha mantenido estable. En Educación Física casi siempre se han presentado 450 aspirantes a la matrícula, inscritos. Este año bajó a 350 para 35 cupos. La Licenciatura de Sociales es la de menor demanda, este semestre 35 estudiantes”, dice el decano.

La matrícula en las licenciaturas en Educación

La crisis financiera que ha afectado el funcionamiento de la Universidad no ha tenido un impacto relevante en la Facultad de Educación, que es la que ofrece formación de pregrado y posgrado para docentes. Porque la matrícula total de la Universidad, en su semestre A, disminuyó en dos mil 390 estudiantes entre 2015 y 2016, (11 por ciento de disminución), al reducirse de 21 mil 760 matriculados en 2015 a 19 mil 362 en 2016, en el semestre A.

Pero en la Facultad de Educación ocurre un fenómeno contrario, porque la matrícula de las Licenciaturas y los posgrados en educación tiende a crecer en su población estudiantil. Así, por ejemplo, en el semestre A de 2016 en curso, la matrícula llegó a la cifra de mil 848 estudiantes y pasó a ser de mil 918 en el segundo semestre de este año, en las seis licenciaturas. Igualmente, en los cinco posgrados, la matrícula del semestre A fue de 377 y pasó a ser de 380 en el semestre B, que terminará en diciembre.

Inglés y Educación Física siguen siendo las licenciaturas de mayor demanda en los pregrados, y la Maestría en Educación, en cuanto a los posgrados.

“Esta es la facultad que más posgrados tiene en la Universidad. Pasamos de tener una maestría en 2012 a tener cuatro maestrías propias, la maestría en Educación, la de Enseñanza del Inglés, Educación Física y Educación Ambiental”, recuerda el decano.

Inversiones en laboratorios y equipos

Lograr la acreditación de Alta Calidad de las licenciaturas en Educación en tiempos de crisis financiera como la de la U.T. es mas o menos difícil. Porque se requiere de inversiones en infraestructura-dotación, en el desarrollo de proyectos de investigación y en movilidad internacional de estudiantes y docentes. La Facultad ha desarrollado convenios con otras instituciones para vender servicios, ha diseñado y ejecutado diplomados para obtener recursos propios y adicionales, pero ocurre que al llegar a la tesorería de la Universidad se transfieren a destinos distintos.

“Realmente no los manejamos. Eso es una especie de farsa. Tenemos 600 millones de pesos en la cuenta propia en esta semana, pero se los llevaron para pagar la prima y nos dejaron en ceros. No nos llamaron por lo menos para decir ‘Este destino los teníamos reservados para comprar equipos, para revistas, etc.’”, es la queja del decano. 

Sin embargo, recientemente la Facultad ha hecho inversiones de 100 mil millones en un moderno laboratorio interactivo para prácticas de Ciencias Naturales; para Licenciatura en Educación Física se adquirió implementos deportivos, pero no se completó la inversión de tres mil 600 millones de pesos que estaban destinados a la construcción de un polideportivo en La María.

“En inglés estamos tramitando compra de otro laboratorio, por $150 millones, igual en matemáticas. Estamos enfrentando las demandas de la acreditación, que ha sido la disculpa para mejorar”.

El doctorado propio en educación

Está en marcha el diseño de un doctorado en Educación propio de la Universidad para la enseñanza en Didáctica, Currículo y Educación Ambiental.

“Cuenta con la ventaja de que tendrá descuentos y será de bajo costo. En los compromisos social y ambiental de nuestro plan de desarrollo, estamos incidiendo con este doctorado, que será de alta calidad de bajo costo. Aquí tenemos 12 profesores con formación doctoral de planta, además de los catedráticos. Unos 15 más de cátedra. La universidad ya tiene suficiente madurez para tener un doctorado propio”, explica el decano Andrés Felipe Velásquez.

La acreditación de alta calidad

Ahora, la acreditación de alta calidad de los programas de Licenciaturas en Educación es obligatoria y no voluntaria, como la de los restantes. El plazo se acorta en la Facultad de Educación de la U.T., que sólo ha logrado la acreditación del programa de Educación Física, Deportes y Recreación; tal requisito no es exigible para la Licenciatura de Ciencias Sociales y, en consecuencia, se espera la acreditación de alta calidad para cuatro licenciaturas de Educación: Educación básica con énfasis en Ciencias Naturales y Educación Ambiental, Inglés, Lengua Castellana y Matemáticas. Ya se ha cumplido con los requisitos previos, pero se está a la espera de los pares evaluadores del Consejo Nacional de Acreditación.

Está ocurriendo un fenómeno en cuanto a la alta calidad. Que sus requisitos han sido diseñados como para ser cumplidos por universidades privadas que ya cuentan con la acreditación institucional de alta calidad y, de esta manera, se propicia un proceso de privatización en la oferta de las licenciaturas. De ahí que ahora las universidades Los Andes, Javeriana y otras ya tienen programas de licenciaturas en Educación que no tenían antes. Porque de esta manera acceden a los recursos de ‘Ser Pilo Paga’, financiado por el Estado a costos que van por encima de lo que las universidades estatales cobran a sus estudiantes.

“Hay una preocupación grande en todas las facultades de Educación públicas porque en la norma se exige una cantidad de cosas que las universidades oficiales no pueden cumplir, tal como el número de investigadores, la movilidad de estudiantes y otros requisitos. De una u otra manera se podría entender que de esa forma se propicia la privatización de la oferta de formación de educadores en ele país. ¿Cómo se explica que universidades que nunca han tenido facultad de Educación ahora la tengan? 

“Entonces es casi una exigencia absurda que pongan a las universidades públicas a cumplir indicadores que no pueden cumplir”, dice el decano Velásquez.

Credito
Luis Eduardo Chamorro R. Especial para El Nuevo Día

Comentarios