Reconocimiento a la vida y obra de Carlos Orlando Pardo Rodríguez

SUMINISTRADA - EL NUEVO DÍA
El Ministerio de Cultura, en el año 2000 creó el premio nacional Vida y Obra como estímulo a quien se haya destacado en la creación artística, la investigación o como gestor de cultura.

La Alcaldía de Ibagué ha hecho otro tanto al crear y otorgar por segunda vez el premio “Ibagué capital musical” de reconocimiento a la vida y obra 2016, a Carlos Orlando Pardo Rodríguez. El primer premio fue para Camilo Pérez Salamanca, en 2015.

Es larga la lista de actividades y profesiones que justifican el otorgamiento de este premio a Pardo Rodríguez porque ha sido pionero y protagonista destacado en muchas actividades relacionadas con la cultura y la educación.

Ha sido el primer profesional con título de Licenciado en Educación que llegó a ser Secretario de Educación Departamental (1978-1980); creador y gerente de Pijao Editores, la editorial de provincia más importante del país, con 600 títulos y cerca de dos millones de ejemplares en circulación; autor de 52 libros, de ellos 12 de creación literaria. Ha sido escritor, docente, investigador, historiador, periodista cultural, autor de varias canciones, a lo largo de sus 69 años de vida.

Ha recibido más de 17 distinciones y títulos entre ellos el doctorado “Honoris Causa” de la Universidad Simón Bolívar de Barranquilla, (1995); la orden de la democracia del Congreso de la República, (1997); la condecoración Cacique Calarcá (2008); el Premio Tolimense de Literatura (1987), y la Medalla de alfabetización.

Cuando está en la tarea de escribir una novela, dedica por lo menos ocho horas diarias que comienzan a las 4 de la mañana. Por ello me parece apropiado el título que le ha dado Albeiro Arias de “El señor de los libros”.

Los profesores de la Universidad del Tolima Albeiro Arias y el escritor y periodista Ricardo Alfredo Torres Correa, fueron los postulantes del premio a la vida y obra de Pardo Rodríguez, sustentada en un extenso volumen de 360 páginas en las que se relacionan todas las obras y reconocimientos de que ha sido objeto el escritor Pardo.

Pardo, el educador

Como educador, Carlos Orlando Pardo ha sido docente de primaria, de bachillerato y llegó a serlo de la Universidad Pedagógica de Bogotá, donde recibió su título de Licenciado en Educación. “Para mí lo más inolvidable de cuanto he logrado cumplir como meta en la vida, es mi vida como docente. Docente de primaria en Ambalema, hace medio siglo, docente de primaria en la Diego Fallon, de literatura en el Externado, y mi último cargo como catedrático en la Universidad Pedagógica Nacional donde terminé mi Licenciatura.

“Son momentos demasiado felices, y aún hoy, me reencuentro de manera permanente con alumnos y gente que jamás dejó la costumbre de leer y eso para mí es muy importante”, es la remembranza que hace Pardo de su desempeño como docente.

Llegó a ser Secretario Departamental de Educación en los años 1978-1980 y al respecto recuerda: “Fue una experiencia maravillosa porque logré ser el primer Licenciado en Educación que llegaba a la Secretaría de Educación cuando siempre llegaban políticos, abogados que no tenían nada que ver con la docencia. Y haber montado un equipo con el que logré metas aún memorables como la Campaña de Alfabetización que se volvió nacional , el pago a tiempo del magisterio, la reapertura de las escuelas cerradas, la creación de los distritos educativos que era una manera de descentralizar la Secretaría de Educación a través de lo que después fueron los Núcleos de Desarrollo Educativo. En eso fuimos pioneros. Y como director de cultura, haber logrado la creación de 30 bibliotecas públicas escolares, el incremento de la dotación de instrumentos de 17 bandas musicales y una tarea pedagógica de encuentro de escritores para que la gente se acostumbrara a charlar con Zapata Olivella, con Mejía Duque, Soto Aparicio, y vieran a los escritores no tan lejanos sino cercanos”.

Pardo, el escritor

Vive entre los libros de su nutrida biblioteca en El Vergel donde reside con su esposa Jackeline Pachón Orozco. Es el “Señor de los libros”, como lo dice Albeiro Arias. Su actividad permanente desde hace ya varios años se orienta a la escritura de libros de diferentes géneros. Los temas de sus tertulias permanentes con escritores, entre ellos Héctor Sánchez y Benhur Sánchez, unos de sus más reconocidos amigos, se realizan en torno a los libros recién salidos de las imprentas.

COP: La literatura ha sido para mí el sustento de mi existencia y de una manera uno sigue la tarea pedagógica a través de los libros que enseñan y testimonian el quehacer de la gente de nuestra tierra. Porque el Tolima tiene algunas pequeñeces, pero estamos llenos de grandezas. Que es lo que hay que examinar para darnos y sentirnos orgullosos de lo nuestro. El Tolima no es necesariamente lo que representan los altos funcionarios, la llamada clase política, sino lo que hacen los educadores, los profesionales, la gente del común. Que es la que construye la región. Yo era un fumador de libros, compulsivo, sigo siéndolo pero sin tanta angustia, ya no me interesa mantenerme actualizado sino leer las cosas que me agradan.

END: ¿Cuál es la obra literaria que más aprecia. La que más siente en el corazón?

COP: En este momento, Verónica Resucitada que ha tenido mucho éxito y motivos de reconocimiento en Estados Unidos, en Francia; ha recibido páginas enteras de crítica positiva de El Siglo, de El Tiempo, de revistas especializadas, es una novela que lleva ya varias ediciones y que me ha dejado muchas satisfacciones. Lo mismo que Lolita Golondrinas.

END: ¿Se puede vivir de los derechos de autor?

COP: Hay momentos en que son significativos, por ejemplo Los últimos días de Armero me dejó unos buenos réditos. Santamaría entregó el premio a los parientes de Omaira y el me dijo que yo debía regalar los derechos de autor y en efecto los regalé, pero a mi esposa.

Uno tiene satisfacciones económicas, pero eso no importa. Ni el nombre ni las satisfacciones económicas sino es el proceso de la escritura, la satisfacción de cumplir con una tarea”.

De la extensa producción literaria de Pardo, entre los 52 libros de su autoría, 40 son producto de la investigación histórica, principalmente. Entre ellos el Manual de Historia del Tolima, en tres tomos y mil 491 páginas; Protagonistas del Tolima siglo XX de 700 páginas; el libro más consultado en la biblioteca Darío Echandía; la Enciclopedia Cultural del Tolima en cinco tomos, Tolima Total, una enciclopedia en multimedia de cinco mil páginas, dos mil fotografías y 500 audios que registran múltiples aspectos de los 47 municipios del Departamento.

Los otros 12 libros de su autoría, son cinco novelas y siete libros de cuentos. Unas veces teniendo como coautor a su hermano, el también escritor Jorge Eliécer Pardo Rodríguez. Tal es el caso de su primer libro de cuentos, Las Primeras Palabras, publicado en el año 1972 cuando Carlos Orlando tenía 25 años de edad.

Credito
Luis Eduardo Chamorro R. Especial para El Nuevo Día

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