¿Bienestar más allá del ingreso monetario?

Entre 188 naciones, Colombia ocupó el puesto 95 según el Índice de Desarrollo Humano calculado por las Naciones Unidas, para el año 2016. Está en el grupo de naciones con alto desarrollo, pero por debajo de las de “muy alto” desarrollo, clasificación que encabezan, en su orden, Noruega, Australia y Suiza, en el segundo lugar, luego Alemania y en el quinto lugar, Singapur y Dinamarca.

Es un índice sintético que se construye con datos de indicadores que tienen que ver con la calidad de vida de las personas. En el informe del año 2016, se concibe el desarrollo humano como el progreso multidimensional, “bienestar más allá del ingreso”, en consecuencia, se le da mayor peso a factores del bienestar de las personas y entre ellos el acceso a los servicios básicos de educación, salud, saneamiento ambiental, acueducto, vivienda, deportes y seguridad social, que en los presupuestos de las entidades públicas están en grupo del gasto o inversión social. Hay otros indicadores que miden la calidad de vida de las personas y los hogares, entre ellos el de Necesidades Básicas Insatisfechas, NBI.

El informe regional para los países de América Latina y el Caribe tiene 376 páginas que deben leer políticos aspirantes a cargos de elección popular en el año 2018. Porque hay datos e interpretaciones distintas sobre el desarrollo humano, aquel que va más allá del crecimiento del Producto Interno Bruto. Hay información que se puede cruzar con la del más reciente informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, Cepal, del año 2015.

El informe de la Cepal, nos dice que el gasto social en Colombia registra una de las cifras más bajas en el conjunto de naciones de esta región de América. Se destinan 400 dólares por habitante en gasto social (educación, salud, vivienda y otros), frente a mil 841 dólares por habitante en el conjunto de estos países. Colombia únicamente supera a Bolivia entre los países de Sudamérica (El Tiempo, 23 de marzo de 2017). Lo cual son datos preocupantes.

El informe sobre desarrollo humano en Colombia

Volviendo al Índice de Desarrollo Humano divulgado por el Pnud de las Naciones Unidades, se incluye un mapa o gráfico que resume el resultado del informe para Colombia. Refiriéndome a los indicadores que tienen que ver con la educación, se deduce que nuestro país tiene un desempeño por debajo de lo esperado con relación a los promedios en Latinoamérica, en la cobertura de la educación primaria, alta deserción escolar en este nivel, una relación alumno por docente inapropiada, escolaridad promedio de su población también baja. Pero tiene un desempeño mejor que lo esperado en la tasa bruta de escolaridad de la educación secundaria (incluye la educación básica y media). Esto según datos hacia el año 2013, porque, tal como ocurre con estos informes mundiales, siempre se elaboran con datos poco actualizados.

Aspectos afectivos para vivir bien

Hay datos sobre América Latina y el Caribe que son producto de encuestas y estudios internacionales, que aparentemente son curiosos. Por ejemplo, se incluyen datos de una encuesta realizada por las Naciones Unidas en estos países, sobre movilidad y estratificación social en la que se clasifican los “aspectos afectivos necesarios para vivir bien”. El mayor porcentaje de las repuestas de los encuestados está en el amor y el cariño, el 45.9 por ciento. Dato que coincide con una carta del físico Albert Einstein dirigida a su hija Lieserl, que circula en las redes sociales por estos días: “Hay una fuerza extremadamente poderosa para la que hasta ahora la ciencia no ha encontrado una explicación formal. Es una fuerza que incluye y gobierna a todas las otras, y que incluso está detrás de cualquier fenómeno que opera en el universo y aun no haya sido identificado por nosotros. Esta fuerza universal es el amor”, dice Einstein.

En segundo lugar, para vivir bien, según la encuesta, está el respeto, la paz y la unidad con un 16.6 por ciento; luego el diálogo y la comprensión, el 11.9 por ciento y, con un 11.6 por ciento, la amistad, el apoyo y la familia.

Siguiendo con este tema sobre lo que las personas de estos países del área, perciben que se necesita para vivir bien (Figueroa Cárdenas, 2012), el primer lugar es el trabajo (15.5 por ciento), luego la casa (vivienda), el 16.2 por ciento, en tercer lugar la salud , el 15 por ciento. La educación ocupa el puesto noveno, con sólo el 5.5 por ciento de las respuestas de los encuestados.

Pero León (2015), escogió los componentes objetivos que establecen la armonía interna de las personas y entre ellos, en primer lugar está la salud, en segundo lugar la educación, en el tercero el hábitat (vivienda), en cuarto lugar, el trabajo. Datos que coinciden ligeramente con resultados de encuestas realizada en Colombia para indagar sobre cuáles serían los temas prioritarios de los próximos mandatarios.

La idea general del informe al que hacemos referencia es que el buen vivir no necesariamente está en la riqueza o ingresos monetarios. “Critica al crecimiento económico, a la opulencia, al consumismo y al productivismo. Cuestiona el principio de que más es mejor, propio de las sociedades capitalistas, que conduce a acumular riqueza ilimitadamente” (p.116).

Hay una cita necesaria en cuanto al tema de la educación en el informe regional del Pnud: “No existe una visión común sobre los caminos que abre la educación. En algunos casos la educación es identificada como la cuestión más elemental para forjarse una vida mejor” (p.256).

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