La Universidad del Tolima: una nueva historia de bienestar

EL NUEVO DÍA
El bienestar de la comunidad universitaria es uno de los principales objetivos de la rectoría de Omar Mejía Patiño en la Universidad del Tolima, desde su llegada en agosto de 2016.

Los programas de permanencia estudiantil, el fortalecimiento de actividades deportivas y culturales y la resignificación del campus universitario se acompañan con el enriquecimiento en la biblioteca Rafael Parga Cortés.

En busca de reducir el número de estudiantes que desertan de sus estudios universitarios, el Programa de Permanencia y Bienestar Estudiantil incrementó en 5% del apoyo económico - equivalente al 30% del s.m.l.v. que se destina a los 600 asistentes administrativos y 341 monitores académicos. A ese beneficio de los monitores y asistentes, se sumó la reducción del 50% en el costo del servicio de restaurante, para contar con un total de 3202 de estudiantes, que acceden a una alimentación balanceada que contribuye activamente en el desarrollo académico. Todavía más, se ha llegado a 186 jóvenes que accedieron a residencias universitarias, y a 32 intérpretes que acompañan a los estudiantes con discapacidad.

En el sendero de una formación integral, no solo resulta importante mejorar las condiciones de alimentación de los estudiantes, sino también el uso del tiempo libre, expresado en actividades deportivas y culturales. Y es desde el Centro Cultural donde se lideran diferentes talleres, en áreas tales como pintura, danza, zancos, fotografía y guitarra. El propósito es integrar a la comunidad universitaria con ciudadanos interesados en construir un campus que sea ejemplo de diálogos y convivencia. Es por eso, que también la Vicerrectoría de Desarrollo Humano busca resignificar 19 espacios del alma máter.

No en vano, la creación de un parque de calistenia para incentivar el deporte, se junta con la implementación de un Sistema de Diagnóstico Estratégico para tener una perspectiva efectiva sobre el consumo de sustancias psicoactivas y la creación de Zonas de Orientación Universitaria (ZOU), con el interés por identificar diferentes problemas que aquejan a la comunidad que integra la Universidad del Tolima. En este mismo sentido, la Vicerrectoría de Desarrollo Humano ha liderado la organización de espacios informales de comercialización de alimentos dentro del campus. Los diálogos y acuerdos han permitido tener una imagen diferente y garantizar la comodidad de quienes acuden a la Universidad de los tolimenses.

En procura de contribuir a ese alimento del cuerpo y la mente, que redunde en la permanencia estudiantil, el mejoramiento de bases de datos en la biblioteca Rafael Parga Cortés en un acuerdo de Colciencias resulta fundamental. De la misma manera, se renovó la suscripción al Consorcio Iberoamericano de Educación en Ciencia y Tecnología (ISTEC). Y se tramita la donación por Corpoica, de una colección de consultas científicas. Todo ello, para mejorar los desarrollos académicos e investigativos, expresados, entre otros, en la elaboración de trabajos de grado y tesis.

La Vicerrectoría de Desarrollo Humano de la Universidad del Tolima ya está construyendo nuevas estrategias y mejorando otras para 2018. Todo, según las directivas universitarias, con el propósito de construir una nueva historia.

Credito
Universidad del Tolima

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