Catorce invitados de altas calidades

SUMINISTRADA - EL NUEVO DÍA
Para los interesados en temas actuales sobre enseñanza de la Historia, los Derechos Humanos, el Posconflicto, la Política como objeto de estudio y temas relacionados con Ciencias de la Educación en general, este año no necesitan irse a otros países o ciudades colombianas para escuchar frente a frente a los mejores pensadores sobre estos temas.

Catorce invitados de altas calidades académicas participarán en el Séptimo Congreso Internacional de Educación que se realizará en Ibagué los días 20, 21 y 22 de septiembre.

La Fundación Abrapalabra que dirige Ricardo Cadavid, nos da el placer de contar con los mejores en cuanto a producción intelectual relacionada con la enseñanza de la Historia, un asunto que es de interés mayúsculo al entrar en vigencia la Ley 187 del 27 de diciembre del año 2017, una ley que apenas tiene 8 meses de vigencia. Es una ley que tiene como objeto, “restablecer la enseñanza obligatoria de la Historia de Colombia”.

Los organizadores del congreso, Ricardo Cadavid, Rosario Jaramillo y Carlos Vasco plantean una buena cantidad de preguntas generadoras de conocimientos científicos entre ellas: “¿Qué sentido práctico y concreto tiene conmemorar los acontecimientos del pasado? A raíz de la Ley 115 de 1994, la historia de Colombia dejó de enseñarse como cátedra independiente y se integró (o diluyó) con las Ciencias Sociales ¿Por qué se dejó de enseñar historia y en donde no se dejó de enseñar? ¿Qué se enseñó y qué efectos tuvo? ¿Qué historia habría que enseñar en los colegios y en las universidades y cómo enseñarla? ¿Qué historia habría que enseñar a los estudiantes universitarios no sólo de las ciencias sociales sino de todas las disciplinas y cómo enseñarla?”.

Preguntas que dan para muchas investigaciones científicas y que son motivo para reflexionar sobre cambios y transformaciones que requiere la enseñanza de la Historia de Colombia.

Conferencistas

Entre los conferencistas invitados, hay quienes han obtenido títulos de doctorado en las universidades más prestigiosas del mundo y de Colombia. Entre los investigadores formados en la Universidad de Harvard, Estados Unidos, están Ángela Bermudez quien tiene título de doctora en Educación de dicha universidad, y William Shorr, con el mismo título en enseñanza y aprendizaje de la historia. Titulado en la Universidad de Oxford, Inglaterra, está Malcon Deas, estudioso de la historia Latinoamefricana y “pionero de la historiografía colombiana; Luz Adriana Maya es doctora en historia de la Universidad de La Sorbona, París, premio nacional de historia y estudiosa de la afrocolombianidad. Jorge Orlando Melo es egresado de la Universidad de Carolina del Norte de Estados Unidos, autor de varios libros de historia de Colombia, entre ellos la ‘Historia Mínima de Colombia’ editada en el año 2017 y ‘Sobre la Historia y la Política’, editada en el año 1978.

Nombres de invitados que de por sí, incitan a escucharlos si se quiere tener una visión reciente sobre múltiples tendencias en el tratamiento de la historia, principalmente.

Los organizadores resumen así el perfil de los conferencistas invitados: “Se ha invitado no sólo a historiadores, filósofos, psicólogos, pedagogos e investigadores con reconocido prestigio a nivel nacional e internacional, sino también a algunos personajes de la política empeñados en lograr la transparencia y luchar contra la corrupción y a funcionarios de las ramas de control, con el fin de disertar sobre las preguntas anteriores a través de conferencias magistrales y talleres”

De interés

El Congreso, según sus organizadores, está dirigido a docentes y directivos docentes de todos los niveles de educación en el área de las ciencias sociales; a profesionales e investigadores en el campo de la educación en general, y de la educación en ciencias sociales y competencias ciudadanas en particular; a personas interesadas en el uso de las TIC para la enseñanza de la historia a partir de fuentes primarias y secundarias; a personas involucradas con la enseñanza informal de la historia tales como quienes trabajan en museos y proyectos de construcción de memoria, autores de novelas históricas, escritores de guiones para novelas o series de televisión; a estudiantes de pregrado y posgrado en Educación, de las licenciaturas en ciencias sociales, maestrías y doctorados en historia y en enseñanza de la historia, a funcionarios del sector público interesados en la transparencia de las instituciones gubernamentales, en la sociedad civil y en las instituciones educativas en general.

El Congreso también puede resultar de interés para personas de sectores informales de educación como aquellos que trabajan en los medios de comunicación, museos, autores de novelas históricas, proyectos de construcción de memoria, entre otros.

LA LEY SOBRE ENSEÑANZA DE LA HISTORIA

Los colombianos en general creemos que la solución de muchos de nuestros problemas sociales, políticos y económicos del país, requieren de la intervención de los agentes educativos del sistema escolar, en desarrollo de actividades curriculares de enseñanza y aprendizaje. Lo cual es cierto, en gran parte. De ahí que, cada vez que se acentúa la ocurrencia de un fenómeno social, como el de la violencia, se produce una ley o decreto que crea la cátedra de la paz , “como una materia independiente” (Ley 1732 de 2015) ; la Cátedra de Democracia y Derechos Humanos y ahora la Ley 1874 de 27 de diciembre de 2017, que modifica la Ley General de Educación (Ley 115 de 1994) en su artículo 23 al establecer que la enseñanza de la historia también es obligatoria “como una disciplina integrada en los Lineamientos Curriculares de las Ciencias Sociales, sin que afecte el currículo e intensidad horaria en áreas de Matemáticas, Ciencias y Lenguaje”, dice esta nueva Ley.

Seguimos con la idea de que las normas obligatorias solucionan problemas de diferente índole, a pesar de la poca cultura de la legalidad que caracteriza a los colombianos.

De ahí que ya hay parlamentarios dispuestos a crear una cátedra contra la corrupción, de tal manera que por este camino, no alcanzará el tiempo dedicado a la enseñanza formal en los planteles educativos, para satisfacer el desarrollo de las múltiples “cátedras” que se han creado desde la expedición de la Ley General de Educación de 1994.

Uno de los objetivos de la Ley 1874 dice expresamente: “Desarrollar el pensamiento crítico a través de la comprensión de procesos históricos y sociales de nuestro país, en el contexto americano y mundial”. Es un enfoque que , de por sí, amerita y exige la formación de los docentes en educación de pensamiento crítico y de Pedagogía Crítica, en el contexto teórico de la Ciencia Crítica Social.

De aplicarse el pensamiento crítico en la enseñanza de la historia, se deberá pasar de la enseñanza descriptiva de hechos históricos como se da en los textos escolares tradicionales y avanzar hacia la “comprensión del pasado desde el presente, en forma reflexiva analítica”, que exige la formación de docentes de historia con nuevas concepciones y prácticas de enseñanza.

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