La epistemología para la paz

SUMINISTRADA - EL NUEVO DÍA
Agustín Angarita Lezama, ha dedicado su vida al ejercicio de la medicina y paralelamente a tres
actividades que lo apasionan: La política, los derechos humanos y la docencia.

Pero no se ha quedado sólo en la actividad de cada uno de estos frentes de trabajo, es  decir, ha ido más allá de lo empírico que hay en cada una de estas prácticas. Para ser eficaz en cada una de ellas, ha buscado la mayor fundamentación teórica que fuere pertinente. 

Es por ello que, para ser más eficaz en las actividades políticas, en las que ha sido actor relevante hasta la aspiración a  la Alcaldía de Ibagué, después de ser concejal, cursó una Maestría en estudios políticos en la Universidad Javeriana.

Ha sido defensor de los Derechos Humanos y de la paz , fue director del Observatorio de paz y derechos humanos de la Universidad del Tolima y para ampliar su contribución epistemológica y teórica sobre estos temas de interés público, ha cursado un doctorado en paz y conflicto en la Universidad de Granada, España en la que aspira a tener su título de doctor. Como producto de las reflexiones teóricas requeridas para desarrollar este posgrado,  ha publicado su libro ‘Epistemología para la paz’, un texto de 216 páginas editado por Caza de Libros. Al respecto es pertinente recordar que el viernes 21 de septiembre fue declarado por las Naciones Unidas como el Día Internacional de la Paz.

Le gusta educar, ejercer la docencia universitaria y lo ha hecho de manera significativa. Y sus aportes han sido los de crear el programa académico, la especialización en derechos humanos y competencias ciudadanas,  programa de  formación de docentes; creó igualmente el programa de pregrado de Ciencia Política en la Universidad del Tolima.

“Este libro es un desgarro. Es poner al descubierto heridas y cicatrices de mi largo debate interno  por entender el papel de la incertidumbre y el verdadero alcance de la verdades”, lo dice de entrada.

 

Construir un nuevo paradigma

Apoyándose en teorías filosóficas y en amplia cantidad de autores, Angarita plantea alternativas sobre construcción de una epistemología para la paz. Se recurre  a fuentes teóricas de la filosofía porque la epistemología es una de sus ramas. 

Uno de los objetos de estudio de la epistemología, es la de seguir de guía sobre cómo se construye el conocimientos científico, cuáles son las fuentes a las cuales acudir para lograr interpretar y comprender una realidad, en este caso el fenómeno de la violencia y su contrario, la paz. Para lo cual hay múltiples caminos, según las corrientes filosóficas modernas.

Entonces, como hay diferentes concepciones y formas de mirar y estudiar la paz, lo pertinente es “crear un giro epistemológico que termine construyendo un nuevo paradigma donde el respeto por el otro y la paz se constituyan como el centro de esta manera nueva de ser, estar y sentir”, lo dice el autor, recurriendo a Jiménez (2004).

 

LA EPISTEMOLOGÍA DEL RESPETO Y LA PAZ

Angarita le dedica 46 páginas para argumentar su tesis de la epistemología de la paz, con base en el desarrollo de la epistemología del respeto. Dice que “para convivir deberíamos comprender que no existiría una verdad sino múltiples verdades, todas ellas legítimas” (p. 182).

De tal manera que una epistemología de la paz, con fundamento en una epistemología del respeto, por lo menos debe tener 17 condiciones, de las cuales se describen algunas, a continuación : La objetividad, entre paréntesis, para dar respuesta múltiples verdades; el paradigma del pensamiento complejo para comprender las múltiples y complejas relaciones interpersonales que se dan en el estudio e intervención sobre el fenómeno de la violencia y de la paz. Se apoya en Morin, 1990.

Otra condición o requisito es el de el diálogo de saberes e ignorancias, “entendiendo que no lo  sabenos todo y que podemos siempre aprender”(p.185). 

En concepto central de esta propuesta es el respeto “que surgiría de entender que la bilogía es fundamental  en el conocer …El respeto por los demás y por sí mismo, surgirían  en relaciones de aceptación mutua en un ámbito de confianza , o que constituiría  la coexistencia social” (p.185).

 

LOS OCHO CAPÍTULOS DEL LIBRO

El recorrido por los ocho capítulos del libro de Angarita debe hacerse con conocimientos previos sobre filosofía, para que sea más enriquecedora su lectura. En el primer capítulo, describe aspectos de lo que el autor denomina “la crisis del paradigma de la ciencia, me atrevo al sacrilegio  de poner en duda la certidumbre de la ciencia”, dice(p.12). En el segundo aborda el tema de lo humano, en el que plantea 3 interrogantes: ¿Es nuestra manera de conocer la que genera comportamientos violentos, excluyentes y de no respeto? ¿La epistemología que guía la construcción del saber en occidente tiene dentro de sí el germen generador de la violencia? ¿Es posible otra epistemología  para el sueño realizable de una sociedad  y convivencia en paz?

Preguntas polémicas que en el libro se responden a su manera y con el apoyo de otros autores. Se profundiza en el concepto del respeto, en el capítulo cuarto, de La Biología del respeto, tema que se vuelve tomar el en el capítulo ocho, final ‘Epistemología del respeto. El Sustrato para la paz’. 

En el capítulo quinto, se desarrolla el concepto de aupoiésis, para dar la respuesta a la pregunta ¿Qué es la vida?. Se apoya en el filósofo chileno, Humberto Augusto Maturana, doctor en biología de la Universidad de Harvard, de Estados Unidos.  Con este autor, del que se citan 18 libros y artículos científicos, también se toman los conceptos de objetividad entre paréntesis y  aupoiésis. El capítulo sexto se titula ‘Lenguaje y conversaciones’ en el que “se pone en discusión el asunto de un mundo dado o un mundo construido”. El séptimo  desarrolla la propuesta de la construcción de redes de conversación para lo social. 

El capítulo octavo es el de la propuesta de una epistemología para la paz, con base en la biología del respeto o del amor,  a la complejidad en los términos del francés Morin; es una propuesta que se articula con los derechos humanos  “y una nueva concepción de la democracia , para construir la paz en medio del conflicto!”.

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