“Esta educación no es para humanos”, lo advierte Armando Zambrano Leal

SUMINISTRADA - EL NUEVO DÍA
Experto estuvo en Congreso realizado en la UT, donde sus intervenciones generaron debate entre los asistentes.

“No debe haber evaluación... El hombre puede vivir sin ser evaluado... El sistema de evaluación es un mecanismo para poner a todos a competir... La calidad es puro vacío y frivolidad, una mentira... La didáctica mata lo humano, es una disciplina policiva... Tenemos una escuela de control... Esta educación no es para humanos”, son algunas de las palabras de Armando Zambrano Leal para El Nuevo Día, que pueden suscitar mucha controversia.

Se trata de un estudioso del fenómeno social educativo en torno a múltiples conceptos que lo explican. Es un docente de maestrías y doctorados en educación, en diferentes universidades colombianas y latinoamericanas, con 25 años de experiencia en docencia universitaria y la autoría de 22 libros, el último de ellos lleva por título ‘La educación, el vacío y la frivolidad’.

Sus estudios de doctorado son de la Universidad París 8, en Francia; y maestría y licenciatura en la Universidad Lumiere de Lyon, también de Francia. En la actualidad es asesor pedagógico de la Secretaría de Educación del Valle.

“El sistema ha impuesto una educación para obreros, una educación vacía de espiritualidad, frívola en sus fines. Ella magnifica el logro y el éxito en detrimento de una vida feliz... El sistema y el Estado son incapaces de reconocer que la mala educación no está en los docentes sino en la estructura de una sociedad de castas, excluyente e inequitativa como la colombiana”, son afirmaciones que hacen parte de este libro, a lo largo de 135 páginas.

Sus palabras son de buen recibo en las tantas conferencias a las cuales es uno de los invitados en los ámbitos de la universidades colombianas y en Congresos Educativos y Pedagógicos. En Ibagué, estuvo durante los tres días del Congreso Internacional de Currículo, Evaluación, Investigación e inclusión, realizado en la Universidad del Tolima del 23 a 25 de mayo.

Sus intervenciones suscitaron debate entre los asistentes, porque tiene concepciones distintas sobre la didáctica, la evaluación y la pedagogía.

 

Formación de docentes en facultades


EL NUEVO DÍA: ¿Para usted, qué se debe enfatizar en la formación de nuevos docentes, tarea que cumplen las Facultades de educación de las universidades?

Armando Zambrano Leal: Tiene que ver con una formación en valores, una formación ciudadana y de respeto al medio ambiente, una formación en el rescate de los saberes tradicionales, los saberes agrícolas, los saberes de las plantas, es decir; saberes que son básicos para la vida humana en cualquier momento.

END: ¿Los lineamientos que ha establecido el Ministerio de Educación como requisitos para la formación de docentes le apuntan a satisfacer esas necesidades?

AZL: Digamos que los lineamientos en educación ambiental están bien, los de educación en valores están bien. El problema radica en que no son realizables en la escuela dada la complejidad de la gestión del sistema escolar. El problema está en la transformación de la escuela y la universidad en empresas y eso me entristece. La escuela-empresa y la universidad-empresa ya es una realidad y su único valor es la producción de una plusvalía cuyo destino desconocemos. Se pide que el profesor debe dominar técnicas para tener éxito, el discurso formador de los docentes está en el campo de la didáctica, de la disciplina policiva. Los detractores de la pedagogía dicen todo didáctica, nada de pedagogía.

 

Concepto de calidad

END: ¿Ha dicho usted que la calidad que se pregona es pura frivolidad, que es una mentira?

AZL: La calidad es un concepto esponja, vacío y flotante. La condición de formación humana no aparece en la calidad. Digamos que caben los atributos que se le asignen.

Por ejemplo, las condiciones mínimas de calidad exigibles a los programas académicos y a la acreditación institucional, son unos parámetros que si los cumple la institución se le consideran como de calidad. Cuando uno va a ver si eso funciona realmente encuentra unas distancias abismales. Unas distancias que se apartan de los parámetros de calidad, dichos requisitos desalojan el verdadero criterio de calidad humanística en las instituciones formadoras de docentes.

END: Hay padres de familia que preguntan qué se debe tener en cuenta para seleccionar una establecimiento de calidad, ¿cuáles son esos factores?

AZL: Aprender hoy es un asunto de acumulación y sólo apunta a las pruebas estandarizadas. Si tomamos la calidad como atributo podemos decir que debe estar en relación con lo humano. Una buena educación es la que forma en conocimientos, en los valores para la ciudadanía, para el respeto y para la convivencia entre personas. Una educación buena es aquella que humanamente forma en los conocimientos, en los valores y en el respeto al medio ambiente. La humanidad se salva defendiendo el planeta.

 

Las pruebas estandarizadas saber

END: La creencia popular es que los mejores establecimientos educativos son los que obtienen mejores resultados en las pruebas estandarizadas Saber que realiza el Icfes, ¿qué tan válido es eso?

AZL: “Mi opinión es que eso es una visión inhumana. Porque una institución educativa puede tener resultados bajos, mediocres, malos, pero puede ser que al interior se esté formando en valores, se estén privilegiando otros saberes y no los exclusivamente los cognitivos. Lo importante es que en esa institución se estén privilegiando saberes más allá de los saberes cognitivos. Hay que tener mucho cuidado, creo yo, de caer en la trampa de que las mejores instituciones son aquellas que tienen buenos resultados en estas pruebas. Hay niños que no tienen tan buenos resultados en las pruebas, pero tienen unos grandes valores que vale la pena ponerlos como ejemplo”.

De igual forma, Zambrano se extiende en su discurso contra las concepciones y prácticas evaluativas vigentes en el sistema escolar colombiano. Sostiene que “el hombre puede vivir sin ser evaluado... la evaluación no es más que un enmascaramiento, un medio de satisfacción, de docilidad en una sociedad de competencia que fabrica la docilidad. El sistema de evaluación es un mecanismo para poner a todos a competir; la razón instrumental se adoptó en el aprendizaje por competencias; la evaluación no democratiza”.

Al final del libro ya citado, Zambrano concluye: “Reinventar la escuela es necesario y urgente pues si seguimos enseñándole a los niños que todo lo que se aprende, en términos de disciplinas escolares (las del plan de estudios), los conducirá al éxito, fracasaremos como especie. La escuela debe articular todos sus programas, o como lo dicen los expertos, el currículo para que los niños y las niñas aprendan a ser felices, a conmoverse con las cosas de la vida tradicional y no corran tras el consumo”.

Comentarios