La preocupación por los vacíos en la asistencia del suicidio en el sistema de salud y en su manejo en los medios de comunicación fue motivo para definir la necesidad de una mesa intersectorial entre academia, ONGs nacionales, la Asociación Colombiana de Facultades de Psicología y los ministerios de Salud y Educación.

Esta conclusión se tomó luego de una reunión entre representantes de dichos sectores convocada por el senador Gustavo Bolívar, en la que participó el profesor Óscar Ovalle Peña, de la Universidad de Ibagué, quien expuso las prioridades en este ámbito y el trabajo que se está desarrollando en el plano local.

“Fue un conversatorio sobre salud mental y suicidio, orientado a que se instaure una mesa intersectorial relacionada. Existe una ley, la 1616 de 2013, la Ley de Salud Mental, y revisamos que sí es necesario tener herramientas para reforzar esta ley”, expuso el profesional.

Lo urgente

De acuerdo con Ovalle, la contratación de personal en psicología en entidades de salud es muy baja, lo que implica una atención de manera esporádica, y en la mayoría de las veces, “con consultas de 15 minutos, algo muy reducido e ilógico, pues si se compara con atención médica, en el espacio para conocer la sintomatología”.

La prioridad, según lo explicó, es que en el sistema de salud regular se garantice la atención, porque alguien que requiera de tratamiento psicológico debe ser remitido de un psicólogo a un médico y él determina si se remite a psicología; “en ese tiempo, el paciente ya ha tomado una mala decisión”.

Otro vacío sensible de dicho acto legislativo es la regulación del tratamiento que brindan los medios a hechos relacionados con suicidio, “algo que esa ley no cobija. No es que no presenten la noticia, sino la manera, que es en lo que están cayendo mucho”.

El trabajo es permanente

Durante la reunión no solo se evidenciaron inconvenientes. Ovalle, especialista e investigador en el tema, expuso el trabajo que desarrolla desde hace 12 años en la academia, con énfasis en prevención e intervención.

“Se supone que prevenir el suicidio es no necesariamente dar charlas de tipo educativo, sino también detectar a las personas, trabajar con ellas y enrutarlas, y he trabajado en esa dirección. Hemos hecho un estudio con los medios de comunicación escritos y por radio y analizamos, a la luz de las indicaciones de la Organización Mundial de la Salud, cómo se debe presentar y qué elementos no debe tener”, indicó.

La intención es evitar el efecto de imitación, pero no en quien no ha intentado suicidarse, sino en quien sí lo intenta. Ovalle aclaró que quien no ha pensado ni piensa en suicidarse analizará cómo sucedió, “pero alguien que lo intentó y no lo logró empieza a pensar en qué falló y qué le faltó. Esos son los elementos en que el periodismo tiene que cuidarse”.

Con esa motivación, él está trabajando en la ejecución de dos proyectos importantes. El primero es Guardianes de vida, basado en el internacional Gate Keepers, cuyo piloto será implementado en los colegios Fe y Alegría, Ciudad Ibagué e Inem Manuel Murillo Toro.

El segundo consiste en la formulación de un protocolo de intervención de terapia breve, con el propósito de atender de forma directa a quienes ya lo han intentado, debido a la precariedad antes mencionada en los servicios de salud.