Mal en factores de calidad educativa

SUMINISTRADA – EL NUEVO DÍA
Comparación y análisis de 23 índices de Competitividad Educativa del Tolima.

El Consejo Privado de Competitividad divulgó el Índice Departamental de Competitividad del Tolima el 18 de noviembre pasado (2019) con lo cual se completa el panorama sobre el estado de los factores de competitividad, si ellos se comparan con los de Ibagué, en cuanto a condiciones habilitantes, capital humano, eficiencia de los mercados y ecosistema innovador, a través de 13 pilares con sus indicadores correspondientes.

El concepto de competitividad es más apropiado para evaluar el mundo de las empresas productoras de bienes y en consecuencia corresponde a la productividad económica y poco a la productividad humana, objeto de estudio de las ciencias sociales, donde está el mundo de la educación. 

Sin embargo, vale advertir que la actividad económica de un país y región, está íntimamente relacionada con el desarrollo educativo. A mayor productividad  y desarrollo económico, corresponde un mayor desarrollo educativo. 

De los 13 pilares que sirven de parámetro de evaluación, al construir el Índice de Competitividad del Tolima y de Ibagué en el año 2019, el componente del capital humano está integrado por los pilares salud, educación básica y media, y educación superior y formación para el trabajo. 

Este ejercicio de análisis del índice de competitividad del 2019, se ocupa de los resultados correspondientes al Tolima e Ibagué, al intentar establecer algunas comparaciones entre una y otra entidad territorial.

El Ministerio de Educación en múltiples documentos de política educativa ha dicho que se requiere inversiones en conectividad para incorporar tecnologías de la información y la comunicación en el sistema escolar (las TIC), que se debe enfatizar en la articulación de la oferta educativa de la Educación Media con la Educación Superior, para lograr la doble titulación de los bachilleres; incorporar procesos y prácticas innovadoras y enfatizar en el bilingüismo.
 
Poca inversión en calidad 

Los datos de los 23 indicadores que se relacionan con el componente de Desarrollo Humano del índice, en cuanto educación, nos dicen que, tanto en el Tolima como en Ibagué, hay un alto déficit de inversión financiera en factores de calidad educativa, en formación posgradual de los profesionales de diferentes disciplinas, en la baja cobertura de la educación superior y del nivel de preescolar.

Se ha dicho de diferentes maneras que la calidad educativa cuesta y exige altas inversiones financieras, recursos tecnológicos, en  la calidad de los docentes, principalmente.

Entre los 33 departamentos y el distrito capital, el Tolima ocupa el penúltimo lugar (puesto 32), en cuanto al indicador de “Inversión en calidad de la Educación Básica y Media”; Ibagué, según este mismo indicador, ocupa el puesto 13 entre las 23 ciudades objeto de la medición del índice de competitividad.

Corresponde a la Nación la tarea de transferir los recursos financieros de calidad, que llegan a las tesorerías de cada uno de los 47 municipios. Ocurre que de las transferencias que hace la Nación, correspondientes al Sistema General de Participaciones (SGP), escasamente del 5 al 6 por ciento se  apropia al componente de calidad; los costos de salarios y prestaciones sociales del personal docente y administrativo, completan la cifra. Es un modelo de financiación del sistema escolar que no le apunta a inversiones en calidad.

Baja cobertura en educación superior

Hay dos situaciones críticas en cuanto a cobertura escolar: la baja cobertura de la Educación Superior y la del nivel educativo de preescolar, porque no se ofrecen los tres grados de prejardín y jardín para niños de 3 y 4 años de edad, en el último caso.

Los datos del Índice de Competitividad 2019 nos dicen que en Ibagué, el puntaje de Cobertura de Educación Superior es de 2.17 sobre 10 puntos posibles y, en consecuencia, ocupa el puesto 14 entre las 23 ciudades. 

El Tolima, por su parte, logra un puntaje de 3.07 y se ubica en el puesto 12, entre los 33 departamentos.

Pero es más grave la situación dada por el hecho de que la cobertura de la educación superior con acreditación de alta calidad, en Ibagué tiene el puntaje más bajo, 0.07, debido a que nuestras instituciones de educación superior, salvo la Universidad de Ibagué, no han alcanzado el nivel de excelencia exigible para la Acreditación Institucional de alta calidad. 
La baja cobertura de la Educación Superior en el Tolima es tan crítica que, según se calculaba para el año 2017, de cada 100 jóvenes en edad de ingreso a la educación superior, solo 40 alcanzaban el acceso a este nivel educativo. 

Con un 40.3% de cobertura bruta de la Educación Superior, el Tolima está a 12.5 puntos porcentuales por debajo de la tasa nacional de 52.8% en ese año. 

En consecuencia, en el año 2022 no habrá cupos universitarios ni recursos financieros suficientes de los padres de familia, para lograr el acceso a este nivel educativo, de los 15 mil 548 estudiantes del grado once que se gradúan en el 2019 en el Tolima, seis mil 511 de ellos en Ibagué.

¿Qué hacer? Recurrir a la oferta de educación virtual, facilitar el acceso de un mayor número de universidades a nuestro territorio; estimular y financiar una mayor cobertura en las instituciones de educación superior estatales que ya tienen asiento en el Tolima, entre ellas, la Universidad del Tolima, la más importante; la Esap, la Unad (Universidad de Educación a Distancia), el Sena, el Conservatorio del Tolima y  el Instituto de Educación Técnica del Espinal.

 

Educación posgradual

En el Tolima en general, estamos mal en oferta de educación posgradual según el dato de “graduados y posgrados” que alcanza un puntaje de apenas 1.23 sobre diez y el puesto 18 entre los 33 departamentos. 

La situación es más crítica en Ibagué, según esta fuente, porque el puntaje es de 0.49 y el puesto 17 entre las 23 ciudades evaluadas. 

Siendo que la demanda de posgrados, generalmente la hacen los profesionales ya graduados en diferentes disciplinas y una buena cantidad de ellos ejerce sus profesiones, no se explica el por qué de estos datos que expresan una situación crítica en cuanto al nivel de formación académica de nuestros profesionales. 

Una explicación se da, en cuanto a los costos de los posgrados, necesariamente. 

 

El bilingüismo 

También hay una situación crítica en cuanto al  “dominio de un segundo idioma”, es decir, un problema de bilingüismo exigible como factor de competitividad en educación. 

El puntaje del Tolima en este indicador es de 3.95 y es puesto 14. En Ibagué el puntaje es de 3.66 y el puesto 12 entre las 23 ciudades, según datos del índice de competitividad del 2019.

Credito
EL NUEVO DÍA

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