Uniminuto Vicerrectoría Regional Tolima y Magdalena Medio ha tenido la oportunidad de ver cómo se hacen realidad las metas de muchos estudiantes, quienes depositaron en nosotros su confianza y su ansia de lograr un objetivo más, porque la idea es ir más allá siempre, en su vida académica.

Al día de hoy y luego de casi nueve años hemos estado presentes en las vidas de los 3767 estudiantes que se han graduado y de los 8020 que ahora son parte de nuestra institución, gracias al trabajo mancomunado de cientos de personas que a lo largo de estos años, de permanencia de Uniminuto en el Tolima, han aportado su grano de arena para darle a nuestros estudiantes la mejor preparación profesional que se pueda querer, una formación con altos valores éticos y morales, profundo sentido de pertenencia y humanismo cristiano.

Ellos son y serán profesionales que se dedican al servicio y a cultivar en su corazón y en su trabajo las enseñanzas de nuestro fundador, el padre Rafael García-Herreros Unda, para ser transformadores de transformadores.

Nuestra institución ha sido testigo y participante de innumerables historias en el Tolima y Colombia, que vale la pena contarlas, por cuanto en ellas descubrimos la esencia y el valor del servicio, y nos hace sentir orgullo como institución.

Liderazgo con voz femenina

Una de estas historias se teje al interior de la comunidad del barrio Milagro de Dios, ávida por retratarse, por ser escuchada, por anclarse en la memoria de Ibagué. Este es el reto que tiene el proyecto “Análisis de la reconstrucción de la memoria como contribución al reconocimiento de la identidad colectiva y psicosocial de los habitantes de la comunidad del barrio Milagro de Dios de la ciudad de Ibagué”, que hace parte del grupo de investigación Educores de la Vicerrectoría Uniminuto Regional Tolima y Magdalena medio. En esta labor participan mancomunadamente nuestros estudiantes de varios programas profesionales, liderados por los docentes Helen Garzón (Psicología), Daniel Camilo Preciado (Comunicación Social), Ximena Mesa (Licenciatura en Educación Infantil) y Margy Paola Vargas (Trabajo Social). Con el trabajo en campo y contacto con la comunidad se han encontrado experiencias de gran impacto como la de Blanca Bautista, líder comunal del barrio, quien todos los sábados abre las puertas de su casa y, pone al servicio de la comunidad la Biblioteca Julio Villa, en la que también niños y niñas de la comunidad, reciben talleres de radio, fotografía, inglés y actividades pedagógicas que contribuyen en su formación.

De otro lado, en la tarde, mientras cae el sol, Doris Hernández dialoga con los fundadores del barrio sobre las problemáticas y acciones que deben afrontar para lograr la legalización. En esta zona de la ciudad el liderazgo femenino se ha caracterizado por afrontar hechos de represión con fortaleza o para gestionar actividades lúdicas, pedagógicas o de salud pública para el bien común con amor y ternura.

Con la fuerza comunitaria se erigió el barrio Milagro de Dios, comunidad que se encuentra ubicada en la comuna Nueve, extremo suroriental de la capital tolimense. Los límites del barrio son el Complejo Carcelario y Penitenciario de Ibagué Coiba, el barrio Las Américas y el reciente y polémico megaparque de Santa Rita.

Las historias de este territorio se han caracterizado por las luchas constantes por la defensa de lo que consideran como su espacio vital. El origen de Milagro de Dios se remonta al año 2013 con la acción del reconocido Julio Villa Newton de otorgar lotes de su propiedad a las personas menos favorecidas de Ibagué. Este acto de caridad tuvo repercusiones con su vecino inmediato, el Centro Penitenciario. Pues según los habitantes de este barrio las directivas de este centro de reclusión reclamaron la propiedad del predio en el que residen más de 300 familias.

“Yo creo que fueron más de 15 las veces las que vino la Policía a sacarnos de los lotes. En una ocasión estábamos todos esperando que estuviera el almuerzo y llegaron ellos, nos tumbaron la sopa y quemaron el kiosco en el que estábamos”. Recuerda María Doris Hernández, presidenta de la Junta de Acción Comunal, “Nosotros nunca respondimos de forma violenta, solo nos retirábamos y esperábamos para volver. Siempre fue así. A muchas nos llevaron a la Fiscalía, pero siempre estuvimos aquí”, concluye.

Actualmente, el barrio se encuentra en proceso de legalización, esto ha traído nuevas preocupaciones, pues según líderes de la comunidad, la planificación del territorio y el trazado de vías pasa por encima de algunas casas de vecinos que han construido su hogar con esfuerzo. Escenario que ha llamado nuevamente a la unidad comunitaria para velar por el derecho a la vivienda, por esta razón se adelantan reuniones constantes entre líderes y fundadores del barrio para buscar una solución a esta problemática.

Todos los elementos de la historia del barrio se han reunido en la aplicación de este proyecto que hace parte de la sublínea de Pedagogías para la paz, reconstrucción de memoria y ciudadanía de la Vicerrectoría Uniminuto Regional Tolima y Magdalena medio.

“La recuperación de la memoria es un proceso político, social, académico, pero ante todo, un deber ético de la ciudadanía que permite la identificación de la sociedad con lo ocurrido a sus habitantes. El proceso que se ha venido desarrollando en Milagro de Dios, usa la radio, la fotografía y la realización audiovisual como herramientas que permiten unificar varias voces. Nuestro principal objetivo es visibilizar y dignificar procesos sociales e historias de personas a quienes las une varios hechos del conflicto armado o violencia estructural”, señaló Leidy Ximena Mesa, investigadora principal de este proyecto en la comunidad.

De la aplicación de este proceso que une temáticas como la memoria, el factor psicosocial y la identidad, se generaron talleres de fotografía y radio con los niños, niñas y adultos del barrio Milagro de Dios que permitieron la reconstrucción de memoria colectiva e histórica y a su vez retratar la perspectiva del universo de esta población en una exposición denominada “Memorias de Mi Barrio” que se llevó a cabo en Uniminuto sede Chicalá. En esta se evidenciaron los procesos de resistencia encabezados por las mujeres fundadoras del barrio, la estigmatización barrial y la normalización de la pobreza.

Uniminuto espera que estos procesos de reconstrucción de la memoria histórica, también se puedan aplicar en el futuro en otros barrios y corregimientos de Ibagué.

Estas son las historias que nos gustan en Uniminuto, la que nos permiten llegar a permear diversos campos del desarrollo social comunitario, impulsando proyectos que nos acercan como comunidad y logran un gran impacto social por medio de diversos programas de apoyo y servicio como la Fundación en el Tolima Florece el Amor, donde apostamos por la construcción de tejido social, que es la Obra Minuto de Dios. El Centro de Desarrollo Social impacta la vida de niñas, niños, adolescentes, jóvenes, mujeres y adulto mayor de los barrios Ambalá, el Mirador, los Ciruelos, las Delicias, el Triunfo, San Antonio, Bellavista, los Alpes, los Ángeles y los Mandarinos de la comuna 6 de Ibagué.

Igualmente, tenemos al servicio de la comunidad diversas alternativas de servicio mientras dure la emergencia por el Covid 19, a las que la comunidad puede acceder por nuestra página web http://tolima.uniminuto.edu/ o redes sociales Facebook Uniminuto Tolima, como lo son las asesorías contables a través de los Núcleos de Apoyo Financiero y contable NAF, atención y orientación Psicológica para los ibaguereños, estudiantes y colaboradores de la Institución, alternativas de formación en Emprendimiento desde Centro Progresa EPE, Cursos gratuitos virtuales a través de la estrategia de La U me cuida http://www.uniminuto.edu/laumecuida, entre otras. Todas estas actividades están encaminadas a lograr una sociedad justa y equitativa, preservando así nuestros principios y valores institucionales para seguir cumpliendo metas y sueños posibles.