Enseñanza virtual y sus dificultades

Crédito: SUMINISTRADA - EL NUEVO DÍA
En el Tolima, sólo el 15 por ciento de los hogares disponen de un computador.
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La virtualidad en el sistema escolar, como consecuencia del coronavirus, dará inicio a un nuevo modelo educativo en el que se habrá mayor uso de las Tecnologías de la Información y la Comunicación, TIC, en los procesos de enseñanza y el aprendizaje.

La era digital, la revolución tecnológica, la cuarta revolución industrial, los albores de la inteligencia artificial y del trabajo automatizado en el que habrá mayor uso de la red internet, cambiarán el rol de los docentes, de los contenidos objeto de enseñanza, los ámbitos físicos, en los cuales se cumplirá la misión de educar a los estudiantes de todos los niveles educativos.

Son inesperadas situaciones para las cuales no está preparado el sistema escolar. No se dispone de los equipos tecnológicos requeridos para la enseñanza virtual necesaria en tiempos de cuarentena y de aislamiento preventivo obligatorio, exigible en la mayor parte del mundo, para prevenir los efectos de la pandemia originada por coronavirus o Covid-19.

No todos los hogares disponen de computadores, tampoco de acceso a internet. En la encuesta de hogares realizada por el Dane sobre indicadores básicos TIC, en el año 2018, evidencia que en el Tolima, sólo el 15.2 por ciento dispone de un computador de escritorio, un 26.3 por ciento de computador portátil y un 8.2 por ciento una tableta. En cada uno de estos indicadores, estamos por debajo de los porcentajes nacionales entre las 89 mil 522 personas encuestadas de 5 años y más de edad.

En cuanto a hogares con internet, en el Tolima el 53.3 por ciento disponen de esta red, pero en cuanto a su uso sólo el 18.7 por ciento lo utilizan en las instituciones educativas (el 21.8 por ciento en promedio, en el país); y el 33.8 por ciento lo utiliza en actividades de aprendizaje, en los hogares.

En cuanto a telefonía celular, para navegar en internet, la utiliza el 61.1 por ciento de las personas en el Tolima.

En síntesis, nuestro departamento está parcialmente rezagado en el uso de estas tecnologías, cuando en el mundo, desde el año 1995, se ha multiplicado por cien.

No se reúnen las condiciones básicas para la enseñanza virtual exigible en los establecimientos educativos, a lo cual se suma que no todos los docentes han sido formados para el uso de estas herramientas digitales en los procesos de enseñanza.

Estamos en prácticas propias del aprendizaje formal con un docente que guía las actividades de aprendizaje en un aula frente a sus estudiantes. Ahora debemos avanzar hacia el aprendizaje informal y extraescolar porque los conocimientos a enseñar, están en la red, principalmente. Hasta ahora, el docente está presente en el aula en la actividad de enseñar, paulatinamente deberemos avanzar hacia un docente online, en la línea.

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Algunos casos

La docente Edna Rocío Rodríguez ha laborado en la vereda Meseta, ubicada a una hora de acceso en moto desde la zona urbana de San Luis. Lo primero a decir es que en su sede de la Institución Educativa San Juan Bosco, hay cinco computadores y sin conexión a internet. Pero, a partir del lunes, cuando se reanudan las clases, para los diez estudiantes matriculados en los cinco grados de primaria, la situación será distinta. Están bajo su responsabilidad porque se trata de una escuela multigrado o unitaria, con un solo docente.

Recurrirá a unas guías que enviará a la vecina de la escuela para que allí los padres de familia las hagan llegar a sus estudiantes. No hay posibilidad de comunicación virtual porque no hay señal telefónica. Los hogares de los estudiantes, además, no disponen de computadores ni de celulares de alta gama para uso de WhatsApp.

En la vereda El Darién, de Ataco, labora la docente Leidy García Pantoja, con 91 estudiantes y 4 profesores. Allí, no hay señal de internet y en la sede de esta institución educativa se dispone de 5 computadores portátiles de los cuales dos están dañados y desde luego se quedaron encerrados.

Los estudiantes no disponen de computadores en sus viviendas, tampoco disponen de celulares con servicio de WhatsApp. “Tocará a punta de guías” dice la profesora.

En tiempos normales llega allí después de 6 horas y media de transporte desde Ibagué, a la zona urbana de Ataco y luego, en moto, hasta la sede del establecimiento educativo.

En la zona urbana de Ibagué, en la Institución Educativa Arkalá, el docente Gerardo Canal tiene condiciones más apropiadas para realizar actos de enseñanza virtual, recurriendo a una red o grupo de WhatsApp para distribuir instrucciones, guías y talleres de aprendizaje.

Quienes no dispongan de esta herramienta virtual deben llegar hasta la sede del establecimiento educativo para reclamar el material impreso, en fotocopias, cuyo costo está a cargo del docente. Entre 57 estudiantes del grado quinto de primaria, sólo 9 tienen cuenta de correo electrónico y computador con servicio de internet.

Son casos que permiten evidenciar las dificultades que los docentes tienen para garantizar la actividad educativa durante el aislamiento preventivo y obligatorio que ha decretado el gobierno nacional.

Las circunstancias de las sedes rurales son, desde luego, distintas a las zonas urbanas. También lo es entre colegios privados e instituciones educativas estatales, lo cual ahonda las brechas entre unos y otros, incrementando la discriminación correspondiente por factores de ubicación geográfica.

 

El nuevo rol de los docentes

En forma rápida e improvisada, los docentes se abocan a un nuevo rol. Es un tema que el periodista y escritor Andrés Oppenheimer ya planteó en su libro “Sálvese quien pueda. El futuro del trabajo en la era de la automatización” (2018).

Dice el argentino que “el papel del docente como transmisor de conocimientos ha quedado rebasado… Dentro de muy poco habrá cientos de millones de nuevos maestros virtuales en el mundo… El futuro de las universidades será de 50% presencial y 50% en línea… La prioridad de los maestros será fomentar la curiosidad… Lo importante no es la enseñanza sino el aprendizaje”.

luiseduardochamorro10@gmail.com

Credito
LUIS EDUARDO CHAMORRO RODRÍGUEZ - ESPECIAL PARA EL NUEVO DÍA

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