En más de la tercera parte de los establecimientos educativos del Tolima, el 36.4% de estos, sus estudiantes tienen bajo desempeño académico, específicamente en categorías bajas o inferiores, en cuanto al rendimiento académico evaluado por las pruebas Saber 11 de noviembre del año 2020. Se deduce que no se enseña y evalúa según el modelo curricular de competencias, tarea que le corresponde a los docentes, en estas instituciones escolares, la mayoría de ellas oficiales.

Es la conclusión inicial que se obtiene de un análisis mayor sobre los resultados de las últimas pruebas Saber, realizadas en tiempos de pandemia del Covid-19, corroborada por resultados recientes de encuestas que han evaluado el grado de satisfacción de los tolimenses sobre la formación educativa formal que se ofrece en los planteles educativos del departamento.

El bajo logro educativo, es uno de los 15 indicadores que el Dane evalúa a través de su Encuesta Nacional de Calidad de Vida (2019), al buscar el grado de pobreza multidimensional de los hogares encuestados. Es grave que en las zonas rurales del 80.9% en el 2019 y era del 82.6% en el año 2018, la insatisfacción con los resultados académicos en las instituciones o escuelas rurales del departamento.  

En cuanto a Ibagué, la más reciente encuesta de percepción ciudadana sobre diferentes aspectos de la vida económica y social de la capital, de Ibagué cómo vamos, hacia los dos primeros meses del 2021, trae datos también preocupantes sobre el grado de insatisfacción del 56.1% con la  educación que se recibe por infantes y adolescentes en los hogares en tiempos de pandemia.

Hay una situación crítica en cuanto al rendimiento académico en las 5 áreas o asignaturas que evalúa el Icfes a través de las pruebas Saber, en los municipios de Coyaima donde las 15 instituciones educativas oficiales que operan en este municipio, son clasificadas en categoría de desempeño bajo e inferior de sus estudiantes, situación que igualmente ocurre en Saldaña  en las cuatro instituciones que gradúan bachilleres en este municipio, clasificadas, igualmente en la categoría D de desempeño bajo en sus estudiantes.

¿Por qué el bajo rendimiento académico?

Desde el año 2016, en Colombia ha comenzado a caer el promedio de los resultados de las pruebas Saber 11 en Colombia, lo dice el más reciente estudio (El Tiempo, 2021). 

Ese promedio era de 260 en el año 2016 y pasó a ser de 250 en el año 2020, sobre 500 puntos posibles que los estudiantes podían obtener en esta prueba de rendimiento académico, un indicador, uno de los tantos que pueden estar asociados a la calidad educativa deseable. Porque el rendimiento académico está influido por múltiples factores asociados. 

“Buena parte del rendimiento académico depende de acciones que se llevan a cabo por parte del personal docente y que pueden modificarse a partir de políticas educativas”, lo dice el informe del Icfes sobre Factores Asociados al Rendimiento Académico (2018). 

Hay factores del entorno donde funciona el plantel educativo, entre ellos el nivel socioeconómico de los estudiantes y de los padres de familia, la relación padres-hijos en cuanto al acompañamiento y apoyo para el desempeño académico del estudiante, situaciones de violencia en el hogar que desestimulan, la expectativas que tengan padres y estudiantes sobre el futuro educativo y acceso a la universidad.

En Coyaima, donde las 15 instituciones educativas oficiales ubicadas en zona urbana y rural, son clasificadas en categoría D o baja e inferior según los resultados de las pruebas Saber 11 de 2020, el 80% de la población es indígena, residentes en sus 62  veredas y organizados en cabildos, que integran familias de estratos socioeconómicos bajos. En una situación del contexto que explica, en gran parte, el bajo desempeño académico de los estudiantes.

En general, hay otros factores asociados al rendimiento académico en cualquier establecimiento educativo y entre ellos están, la asistencia previa a preescolar, la repitencia de grados, las estrategias de aprendizaje y de enseñanza que los docentes ponen en práctica en las aulas, el uso de tecnologías TIC en los procesos de enseñanza, etc.

Se desea que en el desarrollo curricular  (lo que se enseña, como se enseña y evalúa el aprendizaje), se cumpla según el modelo de competencias porque se trata del modelo que se aplica en las pruebas Saber. Pero predominan modelos tradicionales de enseñanza y no las competencias recomendadas por el Ministerio de Educación.

Brechas en rendimiento académico

Se mantienen las brechas entre colegios privados e instituciones educativas oficiales, por razones o factores sobre los cuales es difícil intervenir porque emergen de situaciones propias  del modelo económico del país. Los colegios privados ofrecen educación a familias que están en condiciones de pagar el servicio educativo, frente a situaciones de pobreza y desempleo que afectan a familias de estratos 1, 2 y 3, esto a pesar de que hay gratuidad educativa a la cual se pueden acoger.

Los colegios privados concentran el 66% de los establecimientos educativos de las categorías altas de desempeño académico, las categorías A+ o muy superior de la que hacen parte 22 colegios privados y la categoría A o superior, integrada por otros 21 colegios. Las instituciones educativas oficiales logran ubicar solo 18 establecimientos en estas categorías altas, 8 en la muy superior y 10 en la categoría A.

Ibagué concentra a los planteles educativos oficiales y privados de alto desempeño en el rendimiento académico de sus estudiantes, las categorías A+ y A, 32 de los planteles de estas categorías, es decir, el 60% de ellos, con relación a los de todo el departamento.

Pero la atención del gobierno Departamental y de las alcaldías, se debe enfocar hacia las 154 instituciones educativas oficiales bajo desempeño en cuanto a su rendimiento académico y principalmente las 15 de Coyaima y las 4 de Saldaña. Pero igualmente en otros municipios con alto número de planteles educativos en esta categoría. Las 13 de Chaparral, las 20 de Ortega, las 10 de Planadas, las 10 de Ataco y  las 7 de Rioblanco.