¿Cómo era la educación formal ofrecida por la Secretaría de Educación del Tolima, en los años 1978-1980?

Es la pregunta general que se le hace a quien era, entonces, el secretario de Educación Departamental (incluyendo a Ibagué), Carlos Orlando Pardo Rodríguez, más reconocido como escritor por su autoría de 63 libros, creador de la editorial Pijao Editores con su hermano Jorge Eliécer, también escritor. 

“He tenido todos los homenajes del Tolima, incluyendo el de ciudadano ilustre de Ibagué, la Cacique Calarcá, doctor honoris causa de la Universidad Simón Bolívar de Barranquilla;  con Luis Eduardo Chamorro Rodríguez, se me entregó la única medalla de alfabetización que ha otorgado el gobierno departamental”.

Su reconocimiento nacional e internacional como escritor, ha opacado su desempeño como docente y directivo de la educación en la última década del siglo XX, siendo presidente de la República Julio César Turbay Ayala y  gobernador del Tolima el arquitecto Miguel Merino Gordillo.

Eran tiempos en que, en el país, estaba en desarrollo la nacionalización de la educación que expresamente decía “la educación será un servicio público a cargo de la nación (artículo primero de la Ley 43 de 1975), de desarrollo gradual a partir de un 20% de gastos de funcionamiento a cargo de la nación a través  de los Fondos Educativos Regionales creados para el efecto”. De otra parte, se cumplían los mandatos legales de un nuevo estatuto docente, el decreto ley 1279 de 1979 aún vigente.

En el Tolima, eran 194.870 los estudiantes matriculados en primaria y 12.955 los de educación media. En el año 1978, se contabilizaban 322 escuelas cerradas por falta de maestros.

Cuando se realizaban paros de maestros por no pago de salarios...

En el desempeño como Secretario de Educación Departamental hay más de cinco hechos para destacar: la realización de la Campaña Masiva de Alfabetización que se extendió al país como Campaña de Alfabetización Simón Bolívar; la creación de los Núcleos de Desarrollo Educativo y los Distritos Educativos para descentralizar la educación; la reapertura de todas las escuelas cerradas y la creación de premios a la literatura y el periodismo, principalmente.

¿Qué recuerda de sus tiempos como Secretario de Educación departamental?

Carlos Orlando Pardo Rodríguez: “Fueron casi tres años de intenso trabajo. La responsabilidad era mucha porque fui en la historia del Tolima el primer licenciado en educación que llegó a la Secretaría y en mi condición de maestro había recibido muy tarde el salario que a veces nos lo cancelaban en aguardiente, por lo que me propuse, como primera meta, pagar a tiempo a los maestros y a fe que se cumplió. Las demoras se daban por pura desidia burocrática, pero las superamos con carácter y decisión impostergable. Trabajé con libertad y autonomía en el gobierno de Miguel Merino Gordillo, un hombre cabal y demócrata a quien quiero y admiro y con quien he conservado una grata amistad.   

Venía de desempeñarme como maestro en Ambalema y en  Ibagué tuve la escuela de haber sido primero Jefe de Primaria y luego jefe de la División Técnico Pedagógica tras cumplir mi papel como profesor de literatura, docente universitario y activo sindicalista. Era una experiencia importante para gobernar con experiencia y juventud, pues contaba con sólo 31 años”. 

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