Facetas - octubre 1 de 2017

Nuevo Día
Facetas - octubre 1 de 2017

Había un obispo que era muy amante y devoto de san Andrés, y más que a otra virtud alguna, afecto a la castidad.

El Demonio, a quien Dios le quitó el poder pero no el saber, por tal de perder aquella alma justa y pura, tomó el cuerpo de una hermosa princesa mora, que se fue hecha un mar de lágrimas a buscar al piadoso obispo, y le contó cómo quería ser cristiana y tomar hábito en un convento, y que sus padres no querían, teniéndola avasallada, y queriéndola casar con otro moro fiero.

Credito
Camilo Yepes

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