El desarrollo humano está indisolublemente ligado al discurso, nos ha dicho Londoño Zapata en varios de sus trabajos e insiste en ello en esta nueva investigación publicada a finales del año pasado por la prestigiosa editorial argentina Biblos. Todo problema, toda situación, todo camino que se toma en cualquier orden —económico, histórico, jurídico, literario, político, publicitario, religioso—, está orientado por el discurso de quienes se encuentran involucrados.
Pero, en este contexto, ¿qué es la gestión discursiva a la que alude el título del libro?

Produciendo efectos de sentido
Una de las cosas más interesantes que podremos comprender al leer el libro de Londoño Zapata es que todo lo que decimos funciona en dos niveles: un mensaje literal, que no es más que el significado diáfano de las frases que pronunciamos, y un mensaje subyacente, que encierra contenidos a los que el destinatario llegará de una u otra manera: porque los infiere al recibir la información o porque la información está diseñada para orientar su pensamiento en una dirección específica.
En el análisis del discurso, la disciplina en la que se ha especializado nuestro autor, se considera que esta capacidad para encauzar la comprensión del destinatario del mensaje produce lo que se denomina “efectos de sentido”. Son, ni más ni menos, patrones de información contenidos en el mensaje, pero ocultos bajo capas de significados que terminan configurando el verdadero propósito de lo que se transmite.
Ahora bien, ¿qué importancia tiene esto para el análisis del discurso? Es aquí donde entra nuestro investigador quien, valiéndose de una serie de casos que ha analizado en profundidad, nos explica a lo largo del libro cómo es orientada la comprensión del discurso mediante los efectos de sentido. Y es aquí igualmente donde Londoño Zapata nos dice lo que son las gestiones discursivas: son las estrategias que el emisor, de manera más o menos consciente, escoge emplear para producir determinados efectos de sentido.

Un estudio innovador
Lo que Londoño Zapata encontró en las investigaciones reflejadas en este libro es de una importancia capital para el desarrollo del análisis del discurso contemporáneo. Ya lo advierte el lingüista argentino Juan Eduardo Bonnin en el texto que le sirve de presentación titulado, muy a propósito, “Mirar hacia adelante”, para enfatizar el avance que representan estos conceptos:
Lo que el análisis del discurso tradicional hubiera denominado simplemente “estrategias discursivas” y hubiera interpretado como emergentes de un orden de discurso, o reproductoras de hegemonía, aparece leído aquí como una acción orientada a una finalidad práctica cuyos mismos efectos son incluso observados y evaluados.
Otro tanto hace Luis Cortés Rodríguez, profesor emérito de la Universidad de Almería, España, en el prólogo del libro, titulado “El análisis del discurso y el ensanchamiento de su campo de acción”:
La publicación que tiene el lector delante es un buen ejemplo de trabajo valioso y original dentro de la práctica discursiva; lo es, especialmente, por dos motivos; en primer lugar, por ser una interesante muestra de cómo debe enfrentarse el analista del discurso a manifestaciones discursivas tan dispares siguiendo una metodología precisa y basada, en este caso, en una perspectiva tan interesante como es la interpretativa; en segundo lugar, por la novedad de la mayoría de los textos elegidos para el análisis.
Con una vasta experiencia en el tema, Londoño Zapata se adentra en su investigación a través de cuatro trabajos que fueron realizados siguiendo la perspectiva interpretativa del análisis del discurso, no sin antes advertir que ha empleado igual número de disciplinas lingüísticas para desarrollarlos: la semántica del discurso, de la mano de Teun A. van Dijk; la semántica léxica, basándose en Gaetano Berruto; la teoría de la enunciación según Dominique Maingueneau, y la lingüística de la enunciación por Jacqueline Authier-Revuz, Covadonga Pendones de Pedro y el mismo Maingueneau.

Los cuentos infantiles y la normalización moral
La primera investigación que expone el libro trata de revelar cómo se produce algo que Londoño Zapata identifica como normalización moral en cuatro de los cuentos tradicionales recopilados por los hermanos Grimm, específicamente en Blancanieves, Caperucita Roja, La bella durmiente del bosque y La Cenicienta. En ellos, el investigador identifica cómo han sido construidos estereotipos asignados a la mujer, pero también nos ayuda a comprender cómo la literatura puede ser una construcción discursiva susceptible de ser analizada sistemáticamente.
La normalización moral, explica nuestro investigador, es una estrategia que apunta al control de las conductas de los sujetos y a la corrección de los comportamientos considerados amorales, conduciendo al individuo a tomar en cuenta “las conductas, los valores y los estereotipos que se les asignan como acciones y principios normales y legítimos de la sociedad en la que viven”.