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Cuentos de Ibagué
En la Ciudad Musical de Colombia existía un barrio llamado San Martín de Picaleña, era un lugar muy divertido y alegre; en él habitaban bastantes personas buenas y problemáticas también.
Hace muchos años por este barrio pasaba un tren que hacía retumbar todas las puertas y ventanas, y a las 7:00 de la noche todos se entraban a sus casas ya que el sonido era muy fuerte y a los niños los asustaba.
Este tren llevaba a las personas a los paraderos y a las estaciones, así como al barrio, pues allí quedaba una estación donde las personas bajaban sus alimentos y se subían para buscar nuevos destinos.
Entre 1940 a 1945 el tren empezó a funcionar y hacia la década de 1980 dejó de operar ya que todo iba progresando con los carros. Después de que dejó de funcionar, todas las personas pudieron salir de noche, pues ya no pasaba el tren y nadie se asustaba.
En otro tiempo también existió un lugar donde las personas empezaron a ir ya que exponían muchas obras de arte y pintura que les gustaban, y en sus tiempos libres visitaban el lugar que se llamaba Museo de Arte del Tolima.
Muchos niños que soñaban con ser artistas pudieron encontrar allí un lugar para hacer posible sus sueños y ayudar a otras personas a cumplir los suyos, porque en este lugar todos podían mostrar sus trabajos y las personas los felicitaban y hacían que valiera la pena estudiar para ser artistas.
En medio de la ciudad existía un lugar mágico lleno de mariposas, hadas, plantas hermosas y guardianes de la naturaleza. Ese lugar se llamaba Jardín Botánico y estaba lleno de historias y de cosas mágicas que hacían que los que lo visitaran crearan sus aventuras y soñaran con otros mundos.
Allí los niños podían aprender mucho sobre cómo es la naturaleza y sus cuidados y sobre la importancia de los árboles para que en la ciudad siempre exista aire puro.
Todos los habitantes de Ibagué han disfrutado de muchos lugares que parecen de otro mundo y que los niños también se sorprenden al conocerlos, entre ellos está el Cañón del Combeima, un lugar donde hay una cascada gigante en donde las personas van a bañarse y a pasear ya que es muy bonito.
Todos van los fines de semana a descansar, pero es muy importante que las personas cuiden estos lugares para que en la ciudad puedan seguir existiendo esos paisajes para crear historias y para que sigamos escribiendo los cuentos de Ibagué.
FIN
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