Un recorrido por la bóveda de oro más grande del mundo

INTERNET - EL NUEVO DÍA
Hay un lugar en el que un villano de los filmes de James Bond e incluso varios gobiernos actuales quisieran asaltar por estos días: la bóveda con oro más grande del mundo, oculta en el subsuelo de un oscuro edificio en el sur de Manhattan.

Las pilas más grandes del mundo de oro yacen en las profundidades de la filial neoyorquina del banco de la Reserva Federal estadounidese, cerca de Wall Street.

Durante una visita, un guía del banco reveló las siete mil toneladas de oro guardadas en una bóveda en el quinto subsuelo del edificio.

El conjunto de lingotes, ordenados en cajas azules que llegan hasta el cielo raso, tiene un valor de 350 mil millones de dólares.

Estados Unidos posee las reservas más grandes del mundo en oro, con ocho mil 133 toneladas, más del doble que Alemania, segunda en la lista. Pero la mayor parte del tesoro estadounidense está almacenado en Fort Knox y en West Point.

En cambio, el oro guardado en Nueva York pertenece en gran parte a 36 gobiernos extranjeros que buscan no sólo seguridad financiera, sino también física. Las identidades de los propietarios es mantenida en secreto como parte de las extraordinarias medidas de seguridad del banco, que se jacta de ser inviolable.

Los visitantes son objeto de un severo registro de sus documentos de identidad antes de acceder a la recepción del edificio. A partir de allí, son escoltados hasta un ascensor que los traslada al subsuelo.

A la bóveda no se entra por una puerta, sino a través de un túnel que tiene un cilindro de metal que lo recubre. Una vez dentro, entre las torres de oro, se requieren tres empleados de departamentos diferentes del banco para abrir la triple cerradura de las cajas.

Como si la fortaleza y el enjambre de guardias armados no fuese suficente, el reportero tiene que guardar su anotador ante la posibilidad de que pueda bosquejar el lugar. Por supuesto, las fotografías están estrictamente prohibidas.

Credito
AFP

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