“Sabemos que lo hacen de buena voluntad, pero muchas veces uno complica más la operación cuando aporta situaciones que pueden generar problemas de logística, inclusive de contaminación”, dijo Márquez.

“Hay que entender que si se está efectuando un trabajo, hay que darle esa credibilidad. Por esto hemos revisado el tema”, agregó.

“Para las personas que ya han hecho estas labores les recordamos que cualquier esfuerzo lo pueden reportar al correo electrónico saladecrisis@gestiónderiesgo.gov.co. Así buscaremos la forma de dar un buen uso a esa agua, pero para la zona Caribe esto nos generaría una dificultad logística”, aseguró el Director de la UNGRD.

Tras escuchar esas declaraciones la estudiante de Ciencias Ambientales y organizadora de la entrega masiva de agua en Bogotá, Alejandra Franco, aseguró que ella, como colombiana, se siente comprometida con la situación ambiental del país.

Afirmó: “Me parece injusto (lo que recomienda Márquez) porque tenemos un contacto en La Guajira y allá nos dicen que no les está llegando agua, entonces estamos intentando ayudar, pero no quieren que colaboren ni siquiera entidades no gubernamentales; dicen que tienen todo arreglado, pero nuestra fuente nos dice todo lo contrario. Entonces ¿cómo no vamos a ayudar a la gente, a los niños que necesitan agua para sus actividades diarias?”.

Una de las razones por las que, según Márquez, no se puede donar agua es por la contaminación que genera llevar bolsas y botellones de plástico a una zona en la que no se tiene un plan de reciclaje estructurado. Sin embargo, Franco afirma que ese es uno de los menores problemas, pues los mismos camiones que llevan el agua pueden traer consigo el plástico. Al contrario, preguntó: “¿Qué es lo que nos están escondiendo, que no quieren que colaboremos con esta causa?”.

Así que el llamado se orienta a que las personas de buena voluntad se abstengan de hacerlo hasta cuando exista un llamado oficial.