“El perdón no transforma el pasado, modifica el futuro” : Diana Uribe

COLPRENSA - EL NUEVO DÍA
Por varios minutos, un auditorio atiborrado de periodistas, casi todos de distintos medios regionales del Valle del Cauca, y decenas de funcionarios de la Empresa de Energía del Pacífico (Epsa), le rindieron una ovación de pie a la historiadora Diana Uribe.

Ella fue la invitada especial al ‘Encuentro de Periodistas 2014’, que cada año realiza Epsa para dar a conocer sus indicadores de gestión.

Durante casi dos horas, la historiadora habló -sin ayuda de telepronter, mucho menos de apuntes- sobre tres de los grandes líderes de la historia reciente: Winston Churchill, Mahatma Gandhi y el expresidente sudafricano Nelson Mandela.

Con su estilo descomplicado y jovial, Diana Uribe explicó con esos tres ejemplos cómo una nación puede superar la adversidad. Al final, concedió una breve rueda de prensa en la que comparó a esos personajes con los nuestros y nuestro proceso de paz.

- En Colombia es recurrente echar mano de la violencia para vengar algún hecho doloroso. ¿De qué manera podemos aportar a la cultura de la paz?

Lo primero es renunciar a la venganza. Si lo que las personas quieren es la destrucción total del otro, volvemos a la misma dinámica en la que hemos estado tantos años. Por ejemplo, Martín Luther King se sentaba en una cafetería a que lo atendieran hasta que lo sacaran, no ponía resistencia, y de esa manera ante las cámaras del mundo se mostraba lo que era la realidad del racismo.

- ¿Cómo sacar adelante nuestro proceso de paz cuando el país está tan polarizado?

Lo primero que yo sugeriría es que nos imaginemos la paz porque solamente nos imaginamos la guerra. Hay una película chilena que se llama ‘No’, que habla del plebiscito para tumbar a Pinochet: donde muchos vieron una oportunidad para legitimar al dictador, otros vieron una gran oportunidad para sacarlo del poder sin un baño de sangre. Hace 25 años fue la manera para que Chile volviera a la democracia.

Entonces, hay que ser creativos en nuevas maneras de imaginar la paz. Si uno se sienta a pensar en un país en paz, empezamos a crear un imaginario colectivo diferente. Ese es el primer paso para cambiar el chip, porque hay que cambiar la idea de que nosotros estamos condenados a la fatalidad.

- ¿Es posible desarmar a un pueblo con mentiras, es decir sin la verdad o una verdad a medias?

No, con mentiras no. El perdón nunca se hace sobre el olvido, el perdón se hace sobre la aceptación de la realidad. La Comisión de Verdad y Reconciliación del proceso sudafricano fue sentarse a dirimir todos los crímenes de guerra que se cometieron y sobre eso crear un nuevo país, no sobre el desconocimiento de esos mismos hechos.

- ¿Cómo se puede trabajar el espíritu de la sociedad, de la Nación?

Renunciado a la lectura colectiva de la violencia como nuestra única manera de entendernos. Hablemos de un país que sí hicimos, porque en este país hicimos muchas cosas mientras estábamos en guerra: se hicieron universidades, surgieron medios, la gente se profesionalizó, muchas cosas siguieron pasando mientras había guerra. Entonces visibilizar el país que sí hicimos, las cosas colectivas que sí construimos, porque si solamente hubiéramos viviendo el conflicto ya hace mucho tiempo nos habríamos extinguido.

Lo que hay que hacer es visibilizar ese país que tiene cosas increíbles: millones de personas trabajando, creando comunidades, creando cultura, visibilizando nuestra cultura, nuestra identidad, y no solamente la cultura del conflicto.

- ¿Qué papel jugamos los medios en la construcción de la paz?

El periodismo juega un papel absolutamente fundamental. Les pongo un ejemplo: cuando se hizo la paz en Irlanda, se hizo un plebiscito para ratificar los acuerdos. En ese momento Tony Blair dijo: ‘estamos a esto de una oportunidad histórica, única, para lograr la paz; si no la aprovechamos ahorita puede pasar otra generación antes de que nos volvamos a sentar en una mesa de negociaciones. ¿Estamos dispuestos a sacrificar otra generación?’.

Entonces que los medios abran la posibilidad de que al menos la paz sea una alternativa, eso hace la diferencia entre que la sociedad empiece a pensar en la construcción de un país y no en la ‘memoria coagulada’ de la dificultad. Los medios tienen en sus manos el poder de construir un proceso de paz solo con la manera como enfrenten los grandes retos que tenemos en este momento con el país. Solo con eso ya están haciendo una cosa absolutamente determinante. Los medios son en gran manera los encargados de cambiar el chip de la sociedad.

- ¿En Colombia hay crisis de liderazgo?

Pues estamos en la construcción de una nueva sociedad, esa construcción traerá sus propios voceros.

- ¿Qué debemos hacer los seres humanos para ser más felices?

Hay un personaje que yo admiro mucho, se llama Leonel Narváez, él tiene una cosa que se llama la ‘tecnología del perdón’. Dice que el perdón no transforma el pasado sino que modifica el futuro, que el perdón es construir una nueva narrativa sobre un hecho doloroso del pasado. Él habla de la ‘memoria coagulada’, porque cuando una persona vuelve a recordar el dolor una y otra vez, se vuelve un lugar en donde la gente habita, y habitar la memoria del dolor y del odio no permite construir una nueva narrativa.

Credito
COLPRENSA

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